Bypass gástrico y obesidad mórbida

El bypass gástrico es una técnica de cirugía bariátrica muy eficaz para el tratamiento de la obesidad mórbida, es decir cuando tenemos que adelgazar 30 kilos o más. Para saber qué tipo de obesidad tenemos es recomendable calcular el IMC. Con la siguiente calculadora puedes hallarlo.

Por un lado se reduce el tamaño del estómago y por otro se realiza una derivación, esto es, se conecta la parte del estómago que recogerá los alimentos con el intestino delgado saltándose una parte del mismo, de manera que la comida no pasará por la totalidad del intestino. De esta manera se consigue una mayor sensación de saciedad y se reduce la capacidad de absorción de los alimentos.

Como todos los tipos de cirugía bariátrica, el bypass gástrico debe acompañarse por cambios en el estilo de vida y por una dieta adecuada si se quieren garantizar perder peso con resultados exitosos a medio y largo plazo.

Cómo es la cirugía bariátrica

Dieta para antes del bypass gástrico

Antes de someterse a la operación, el paciente comenzará abandonando las costumbre y rutinas hasta el momento establecidas. Deberá realizar una dieta a base de líquidos, unos 3 o 4 días antes de la intervención, con el objetivo de limpiar de residuos el estómago y el intestino. Durante este período no se podrán tomar bebidas estimulantes con cafeína, teína, isotónicas, alcohol, etc.

Dieta para después del bypass gástrico: ¿qué comer?

Es importante señalar que el bypass gástrico no deja de ser una técnica quirúrgica, por lo que precisará de un periodo de recuperación, donde tenemos que tener en cuenta que  los primeros días afecta principalmente a la cantidad y tipo de alimentos  que se pueden comer. Para conseguir los mayores beneficios el paciente deberá seguir una dieta restrictiva y durante las primeras semanas solo podrá consumir alimentos líquidos y puré.

Con el paso del tiempo podrá ir incorporando alimentos sólidos hasta alcanzar una alimentación normal pasados unos 3 y 4 meses.

Una vez finalizada la intervención, durante un mes aproximadamente, el paciente deberá seguir una dieta progresiva de incorporación de alimentos. Los primeros días inmediatamente después de la operación el paciente deberá estar a base de líquidos y que no contengan grasas o estén desengrasados. Durante los siguientes días se podrán incorporar a la comida todo tipo de líquidos, caldos, leches semi desnatadas, etc.

Pasada esta fase, se podrán incorporar los purés caldosos. Es decir, la consistencia todavía no puede ser la normal. Para ello se puede introducir sémola o trigo en los caldos o realizar los purés con mucho caldo.

La siguientes semanas, un par de ellas, se podrá cambiar la textura de la comida y que sea un poco más consistente, un poco más pastosa, menos aguados, purés de frutas o incluso incluir proteínas en las comidas. Una vez concluida esta fase preparatoria el médico ya recomendará comenzar con una dieta normal adaptada a las necesidades del paciente.

Según los expertos en nutrición del Orange Coast Memorial estadounidense, hay tres etapas en la alimentación tras el bypass gástrico durante las cuales se introducirán gradualmente líquidos y sólidos en la dieta.

Etapa líquida de la dieta tras el bypass gástrico

La primera etapa es la líquida, que comenzará entre el primer y tercer día tras la intervención y que se prolongará durante las siguientes tres semanas. Durante este periodo, el paciente beberá agua, líquidos no edulcorados y bebidas proteicas. Para mantener el organismo hidratado, se deben tomar aproximadamente 2 litros de líquido al día, incluyendo entre 60-120 gramos de proteínas.

Entre los alimentos a tomar en esta fase se incluyen leche desnatada, sopas en caldo bajas en grasa, líquidos sin azúcar (tés, gelatina líquida, jugos para dietas) y suplementos proteicos con bajo contenido en grasas y carbohidratos. Además, los expertos recomiendan que la ingesta se realice tomando un sorbo cada 5 minutos.

Alimentos prohibidos después del bypass gástrico

Durante esta fase, se deben evitar los líquidos ácidos o que incorporen un elevado contenido calórico, las bebidas carbonatadas y la cafeína.

Etapa de alimentos suaves y en puré tras el bypass gástrico

Durante la segunda etapa, que comenzará a la tercera semana y durará otras tres, se irán incorporando a la dieta alimentos suaves y preparados en puré. Los expertos recomiendan marcar una hora específica para estas comidas y mantener la ingesta de líquidos entre medias.

El paciente deberá tomar cada bocado de alimento o cada sorbo cada 5 minutos. Además, se deben dejar los líquidos 30 minutos antes de la ingesta de comidas y no beber mientras se coma. No se debe forzar la ingesta de comida si el paciente se siente saciado.

Algunas opciones de alimentos  que pueden incluirse en este periodo son huevos, tofu, lácteos, como leche, requesón, quesos frescos, yogures o natillas sin grasas ni azúcares, y alimentos sólidos suaves como ensaladas de atún y pollo, sopas y caldos desgrasados, purés de fruta y de verduras, que no provoquen gases, y cremas de arroz.

Etapa sólida de la dieta tras el bypass gástrico

En esta etapa, que se inicia a la séptima semana tras la cirugía, se introducirán alimentos sólidos y regulares. Se deben seguir las mismas recomendaciones respecto a la forma de ingerir alimentos y líquidos que en la etapa anterior.

La meta durante esta etapa es continuar bebiendo líquidos y proteínas conforme se establece poco a poco un tipo de alimentación regular que apoye la pérdida de peso y se ajuste al estilo de vida del paciente. Los expertos en obesidad y cirugía gástrica recomiendan altos niveles de proteína para mantener una pérdida de peso significativa.

Se debe tener en cuenta que, durante las diferentes etapas de la dieta con bypass gástrico, el especialista puede recomendar la toma de suplementos nutricionales como calcio, vitamina D o Vitamina B12.

Recomendaciones sobre alimentación tras el bypass gástrico

La parte más importante del tratamiento comienza en esta fase, el paciente no solo comerá menos sino también aprenderá nueva rutinas de alimentación más saludables. El médico o nutricionista le diseñará una dieta alimentaria adaptada a sus necesidades. Tiene que ser consciente que su estómago ahora es más reducido por lo que el exceso de comida le podrá provocar náuseas o vómitos.

Para que la dieta sea saludable y equilibrada el paciente tendrá que aumentar la ingesta de frutas y verduras y reducir la de proteínas y grasas, así como eliminar de su dieta todos aquellos productos con grasas saturadas o demasiados azúcares.

Además, para que sea más fácil alcanzar el objetivo puede poner en práctica algunos consejos como:

  • Seguir una dieta proteinada , siempre bajo control médico, y aprender nuevos hábitos alimenticios que le ayuden a bajar de peso y mantenerlo a largo plazo.
  • Beber agua, refrescos sin azúcar y sin gas, e infusiones en pequeñas cantidades, siempre separados de las comidas, ya que tomar líquidos junto a las comidas puede favorecer las náuseas y vómitos.
  • Utilizar platos pequeños para servir la comida. Parecerá que hay más comida en el plato y como el estómago es más pequeño enseguida tendrá la sensación de saciedad.
  • La duración de las comidas debe ser de unos 30 minutos, por lo que es recomendable relajarse y masticar lentamente todos los alimentos.
  • Usar cucharas pequeñas, la ingesta de alimentos será más lenta y en menor cantidad y ayudará a que el cerebro reciba antes el mensaje de saciedad.
  • Hay que dejar de comer en cuanto se perciba una sensación de saciedad o se sienta hinchazón.
  • Evitar los alimentos que provoquen gases así como las frutas y verduras que puedan dejar residuos (cáscaras, semillas, filamentos), ya que pueden obstruir la salida del estómago.
  • No consumir alcohol, sobre todo durante los primeros meses tras el tratamiento.
  • Llevar un control de las comidas y cantidades ingeridas. Esto ayudará tanto al paciente como al médico para tener una visión clara de las comidas que se han tomado.
  • Tener una tabla visual de equivalencias en la nevera o un lugar muy visible, de esta manera si tenemos la tentación de comer algo que no está indicado podemos ver qué alternativa más sana tenemos.

 ¿Puede un paciente con bypass gástrico comer lo que quiera?

La respuesta depende de la fase en la que se encuentre.

Lamentablemente, quienes hayan sido recientemente intervenidos de bypass gástrico encontrarán bastante complicado comer todo tipo de comida.

En general no se inicia una dieta normal hasta pasadas unas 12 semanas. Por ello, la principal recomendación en estos casos es explicar a familiares y amigos la reciente intervención para buscar apoyo. Dar a conocer nuestra situación también nos permitirá excusarnos y rechazar algunas invitaciones, ya que será totalmente comprensible.

Los pacientes que se encuentren en fases más avanzadas, ya consumiendo alimentos sólidos, lo tienen bastante más fácil, pues los platos siempre suelen incluir algunas opciones proteicas, por ejemplo carne de pavo, pescado blanco o azul y mariscos. Para acompañar siempre podemos huir de las guarniciones ricas en grasas saturadas y carbohidratos, y recurrir a verduras que provocan mayor sensación de saciedad y aceleran el metabolismo, como el brócoli.

Eso sí, quienes ya puedan comer alimentos sólidos con normalidad tendrán que combatir las tentaciones.  Esto no quiere decir que no se pueda probar un dulce o beber una copa de vino de manera ocasional, sino que lo fundamental es ‘comer con cabeza’  y tener claro que debemos mantener nuestros objetivos de pérdida de peso.