Acabamos de recuperarnos de los excesos de la Navidad y entramos ya en la Semana Santa, con sus “tentaciones”.

Son muchos los platos típicos de estas fiestas donde los dulces y las comidas hipercalóricas son las protagonistas. No debes preocuparte, puesto que con la ayuda de una dieta personalizada, diseñada por tu equipo de especialistas lograrás adelgazar y no añadir kilos de más.

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La clave de la dieta personalizada

Las dietas personalizadas se fundamentan en tomar una mayor cantidad de proteínas y abandonar los hidratos de carbono y las grasas. A continuación te damos una serie de consejos paraSemana Santa:

  • Desayuno. No te cortes… pero tampoco hace falta tomárselo al pie de la letra. En la primera comida del día puedes permitirte alguna licencia si luego la contrarrestas con actividad física. Por eso, puedes tomar los nutrientes necesarios a primera hora del día.
  • Bebe agua. Ya sabes que con las dietas proteinadas se recomienda beber una buena cantidad de agua para eliminar los cuerpos cetónicos que se producen.
  • Verduras. Son tu aliado perfecto para los aperitivos y las guarniciones. Muchos platos de Semana Santa, como los potajes, contienen verduras. Así que ya sabes, aumenta la cantidad de verduras de estas recetas y elimina las grasas para cocinarlos. No serán como los de tu abuela, pero también los encontrarás ricos y sabrosos.
  • Raciones más pequeñas. Es de todos sabido que hay que comer en platos pequeños. Además de ingerir una menor cantidad de comida, visualmente parece que comemos más
  • Dulces. Puedes tomar algún dulce si te has portado bien y has seguido correctamente la dieta personalizada que ha elaborado tu equipo de especialistas. Eso sí, antes que nada consulta con ellos, que sea tu nutricionista quien te dé las pautas para endulzarte el final de las comidas.
  • Mide lo que comes. Sin obsesionarte, pero es bueno que cuentes las calorías que ingieres. Un estudio realizado en Estados Unidos demostró que las personas que registraban lo que comían perdían el doble de peso que los que no lo hacían.
  • Ejercicio. Si sigues un buen plan de ejercicio físico para adelgazar pautado por tu equipo de especialistas, podrás equilibrar lo que comes de más. Cuanto más quemas, más podrás comer. Eso sí, sin pasarse y siempre teniendo en cuenta tu dieta personalizada. Los paseos, la bici, incluso las procesiones pueden ser una buena forma de incorporar el ejercicio a las vacaciones de Semana Santa.