Aunque se acercan las Navidad y están permitidos los pequeños “excesos”, siempre que se puedan contrarrestar una vez pasadas las fiestas, es importante comer con cabeza.

Para evitar obsesionarnos en las comidas navideñas, te contamos algunos consejos para no engordar en Navidad:

Hay que hacer todas las comidas

Saltarse el desayuno o la comida para compensarlo con la cena no es buena idea. Es mejor tomar un desayuno que no nos aporte muchas calorías pero que sí nos sacie. Eso nos hará llegar sin tanto apetito a la siguiente comida y con menos estrés, pensando que todo lo que hemos conseguido adelgazar lo vamos a perder en unos días.

Las proteínas nos pueden ayudar a sentirnos saciados

Aumentar la ingesta de proteinas hace que nos saciemos antes y reduzcamos la cantidad de alimentos que comemos. Optar por carnes blancas, como el pavo o el conejo, es una buena alternativa.

Comer lentamente y masticando bien

Cuanto más rápido comemos, menos tiempo tiene el organismo para sentir la saciedad. Por eso, tomarse su tiempo para saborear cada bocado tiene sus ventajas.

evitar atracones en navidad

Elegir aperitivos con verduras

Alimentos que sean ricos en fibra también es una buena opción para mantener a raya los kilos de más.

Servir la comida en platos pequeños

Ya lo dijo el profesor Francisco Grande Covián: se puede comer de todo en plato de postre.

Sustituye las grasas animales por aceite de oliva

Y las patatas para acompañar la carne o el pescado por compota de manzana o ensaladas, pues esta es la época de una gran variedad de lechuga, de escarola, espinacas…

Incluir la fruta en los postres

Ya tomaremos azúcar suficiente con los turrones, mazapanes y demás dulces navideños.

Comer lo que nos servimos la primera vez

Evita repetir; aunque nos insistan. Hay que saber decir que no.

Olvídate de llevarte un ‘tupper’ con lo que ha sobrado

que siempre sobra, para comer en la oficina al día siguiente. Es mejor tomarse una crema de verduras o una ensalada si queremos mantener el peso.

Quien evita la tentación, evita el peligro.

Pues eso es lo que tenemos que hacer para no recuperar los kilos que hemos perdido con la dieta que hemos seguido para adelgazar: mantener lejos de la vista los alimentos “prohibidos”.