Este nuevo estado de salud no debe implicar una pérdida en su calidad de vida, hay que adecuarlo a la situación actual.
La quimioterapia suele producir efectos secundarios, debido a la destrucción tanto de células malignas como células sanas. Normalmente estos efectos secundarios son pasajeros, y suelen desaparecer progresivamente una vez finalizado el tratamiento.
No todos los pacientes tienen los mismos efectos adversos ni el en mismo grado, depende de la dosis y el tipo de quimioterapia. El empeoramiento de efectos, no implica un empeoramiento de la enfermedad. Una actitud positiva suele ayudar a afrontar mejor a este proceso.
Estos son algunos consejos para los posibles efectos secundarios.
Por la falta de energía para realizar algunas actividades se recomienda:
Uno de los síntomas más frecuentes, que suele producir rechazo de ciertos alimentos. Se recomienda:
Es la inflamación y pequeñas lesiones en la mucosa bucal. Se recomienda:
Es la emisión de dos o más evacuaciones sueltas al día. Se sugiere:
Es la dificultad para expulsar heces, asociado a una brusca disminución en su patrón de evacuación intestinal.
Es un efecto secundario frecuente, aunque no todos los tratamientos lo provocan. Suele ser el que más preocupa por el impacto social. Puede ser total o parcial, y suele producirse a las dos tres semanas desde el inicio de tratamiento. Se empieza a recuperar pasados tres meses desde la finalización del mismo. Cuando comienza a crecer es normal que sea más fino, rizado e incluso cambiando de color, con el tiempo volverá a la normalidad
Para un manejo más sencillo y menos impactante, cortar el cabello antes de que comience a caerse.
Usar cremas de protección solar alta en el cuero cabelludo, así como sombreros, pañuelos y pelucas para evitar el sol y el frío.
Utilizar champús y cepillos suaves. Evitar dar tirones.
No usar tintes con agua oxigenada y/o amoniaco.
La piel se vuelve más sensible y pueden aparecer sarpullidos, sequedad, descamación, oscurecimiento y grietas.
Utilizar jabones neutros y sin perfumes. Usar mucha crema hidratante.
Por la sensibilidad al sol, evitar la exposición en horas de mayor intensidad. Cubrirse con pañuelos, gorros y/o pamelas y utilizar cremas de alta protección solar.
Algunos fármacos pueden afectar a los músculos y sistema nervioso produciendo neuropatías periféricas; con manifestaciones como: hormigueo, adormecimiento, pérdida de sensibilidad, inestabilidad y dificultad para manipular objetos pequeños. Por lo que se aconseja:
Algunas quimioterapias pueden afectar a los órganos sexuales, provocando cambios que pueden afectar a su interés por las relaciones.
Utilizar siempre métodos anticonceptivos de barrera, y lubricantes si hay muestra sequedad.
Hablar con su pareja acerca de las preocupaciones, no hay inconveniente para mantener relaciones sexuales con normalidad.
Recibir un tratamiento de quimioterapia implica cambios importantes en las rutinas y estilo de vida, lo que conlleva experimentar sentimientos que pueden ir desde la incredulidad, negación, culpa, rabia, angustia, miedo, ansiedad o incluso procesos depresivos.
Se debe evitar sentirse culpable de la enfermedad, hay recordar que los efectos secundarios del tratamiento son pasajeros y desaparecerán. Es bueno resolver todas las dudas con el equipo de oncología..
Por último, hay que saber que no tienen por qué presentarse todos los efectos secundarios anteriormente descritos, lo importante es intentar tener un espíritu luchador y positivo para llevar a cabo este proceso.