La presión arterial alta es un problema común en hombres y mujeres, pero tener hipertensión gestacional, es decir, mientras estamos embarazadas, puede resultar especialmente peligroso, por ello es importante llevar un control médico durante los nueve meses, aunque estemos llevando un embarazo normal.

¿Qué es la hipertensión gestacional?

Las arterias son vasos sanguíneos que salen de nuestro corazón y que transportan la sangre hacia los órganos nutriéndolos y oxigenándolos.

La presión arterial es la fuerza que ejercita la sangre contra las paredes de las arterias conforme el corazón bombea la sangre. Cuando esta presión o fuerza es muy alta (supera el nivel considerado normal) se produce la hipertensión arterial.

¿Cuándo y quién controla la hipertensión gestacional?

La medición y el control sobre la hipertensión gestacional, es uno de los cuidados más importantes que se suelen llevar a cabo en las visitas rutinarias al ginecólogo, pues una presión alta puede tener consecuencias graves, tanto para la madre como para el bebé.

La presión arterial  de una persona sana, puede subir o bajar a lo largo del día, por ello, el ginecólogo, habitualmente, repetirá la medición varias veces para obtener un promedio que determine si existe o no hipertensión gestacional.

Causas de la hipertensión gestacional

La hipertensión puede deberse a una preeclampsia durante el embarazo, que es un tipo hipertensión transitoria que surge con la gestación y desaparece después del parto.

También puede ser por una afección crónica, es decir, que la mujer ya era hipertensa antes del embarazo, en este caso la hipertensión continuará después del embarazo, por lo tanto es bueno llevar a cabos revisiones ginecológicas después del parto.

Complicaciones en el parto por hipertensión gestacional

Si eres hipertensa y estás planificando un embarazo, tómate en serio el control de tus cifras de presión arterial porque de lo contrario pueden surgir complicaciones:

  • Parto prematuro.
  • Bajo peso del bebé.
  • Desprendimiento de la placenta.
  • Reducción del suministro de sangre a la placenta, lo que puede provocar que no se alimente ni oxigene adecuadamente y perjudique el crecimiento y desarrollo del feto.

¿Debes dejar la medicación para la hipertensión arterial?

Si ya padecías hipertensión antes de quedarte embarazada, debes tener en cuenta que la medicación, que en ciertos casos mejora para la madre durante el embarazo, en otros, puede resultar dañino para el feto.

Por ello, si sufres hipertensión arterial, es importante que consultes con tu ginecólogo sobre la medicación que tomas para controlar esta anomalía, pues solo él podrá determinar si puedes o no seguir con ello.

Además puede que el embarazo agrave o empeore una hipertensión preexistente, por lo que no debes saltarte ningún chequeo ni revisión con tu médico.

¿Cómo mejorar la hipertensión gestacional?

Llevar  hábitos de vida saludables también puede ayudarte a controlar la hipertensión gestacional:

  • Dieta equilibrada y nutritiva
  • Evitar el estrés
  • Realizar actividad física como caminar

Y por último, por muy obvio que parezca cabe recordad lo importante que es evitar el tabaco y el alcohol, que además de ser muy perjudiciales para la salud contribuyen a elevar la hipertensión gestacional.