La ingurgitación  mamaria es una de las situaciones a las que con más frecuencia se enfrentan las nuevas madres. Consiste en la congestión de las mamas por la acumulación de leche, provocando que los pechos se pongan duros, se inflamen y duelan.

Para solucionar esta situación es imprescindible sacar la leche del pecho, lo cual no siempre resulta fácil debido a que la inflamación y la dureza de la mama hace que el bebé se agarre peor y no extraiga toda la leche necesaria. Entonces, ¿qué podemos hacer ante una ingurgitación mamaria?

La ingurgitación mamaria ocurre habitualmente entre el segundo y cuarto día tras el parto. Aunque recibir a nuestro bebé es un momento de gran felicidad, el postparto implica un proceso de adaptación, con cambios y situaciones nuevas que debemos aprender a manejar. Una ingurgitación mamaria es, desde luego, lo que menos necesitamos en ese periodo de cambios. Por ello, lo primero que debemos hacer es mantener la calma y afrontar el problema con paciencia.

La principal causa de la ingurgitación mamaria es la acumulación de leche en los conductos de la mama. Para prevenirla es importante mantener el flujo de leche y por ello es fundamental dar el pecho con frecuencia y a demanda, es decir, sin restricciones. También hay que conseguir que el bebé se agarre bien al pecho y consiga succionar toda la leche que necesite.

ingurgitacion_mamaria

¿Qué hacemos cuando ya ha aparecido la ingurgitación mamaria?

Es posible que el bebé ya no consiga succionar la leche debido a la inflamación, por lo que debemos tomar algunas medidas que lo faciliten:

  • Aplica frío en la zona para reducir la inflamación. Puedes aplicarte paños de agua fría, poner el pecho directamente bajo el chorro de agua fría de la ducha o utilizar bolsas de gel frío.
  • Antes de amamantar, masajea la zona durante varios minutos y aplica calor, ya que facilitará la salida de la leche.
  • Una vez hayas finalizado de dar el pecho vuelve a aplicar frío para contener la inflamación.
  • A la hora de amamantar, ofrece al bebé primero el pecho congestionado para que intente vaciarlo.
  • Puedes tomar algún antiinflamatorio o analgésico si el dolor y la inflamación empeoran. Consulta siempre con tu médico antes de tomar cualquier medicación.
  • Visita a tu matrona o busca ayuda a través de un grupo de apoyo a la lactancia materna.

¿Debemos usar el sacaleches?

Como la causa fundamental de la ingurgitación mamaria es la acumulación de leche, utilizar el sacaleches para extraerla alivia mucho la inflamación y en algunos casos puede ayudar a eliminar la obstrucción.

Sin embargo, algunos expertos creen que también puede tener un efecto negativo, ya que al extraer más leche se estimula su producción y acumulación en la zona de la areola, con lo cual se corre el riesgo de que el pecho siga congestionándose empeorando la situación.

En todo caso, si decides utilizarlo almacena la leche en el frigorífico o en el congelador para que tu bebé pueda disfrutar y beneficiarse de ella en otro momento.