En algunos casos, para llevar a cabo el proceso de reproducción asistida, ya se trate de una inseminación artificial o de una fecundación in vitro (FIV), es necesario recurrir a un donante de semen, una circunstancia que genera muchas dudas y que puede producir desconcierto en la pareja que está intentando conseguir el embarazo.

¿En qué casos se recurre a la donación de esperma?

Lo primero que debes saber es que, a nivel práctico, el hecho de que el esperma proceda de un donante no afecta en absoluto al procedimiento; la única diferencia es que los espermatozoides a partir de los que se van a formar los embriones no proceden de tu pareja.

Las razones por las que se suele recurrir a la donación de semen pueden ser varias. Entre las más habituales se encuentran las siguientes:

  • Alteraciones graves o irreversibles en el semen de tu pareja, que hacen que este no sea válido para la fecundación.
  • Incapacidad de los testículos de tu pareja para fabricar espermatozoides.
  • Parejas en las que el hombre presenta enfermedades hereditarias que pueden ser transmitidas a los hijos.
  • Mujeres con pareja femenina.
  • Mujeres sin pareja que quieran ser madres.

El donante de semen es anónimo

Al igual que ocurre con la ovodonación, en España el donante de semen tiene que ser anónimo y, lógicamente, la imposibilidad de conocer de quién proceden los espermatozoides a partir de los cuales se va a desarrollar el futuro bebé es una situación que crea muchas incertidumbres.

Si este es tu caso, puedes estar tranquila, ya que todas las muestras de semen que se utilizan en los centros de medicina reproductiva proceden de bancos externos acreditados y, además, los candidatos a donante son sometidos a exámenes y pruebas muy rigurosas, como las técnicas de selección espermática,  para confirmar que ofrecen las garantías de salud y seguridad adecuadas.

Así, el donante de semen es sometido a una selección por parte de los especialistas, además debe completar una serie de estudios establecidos por ley sobre enfermedades genéticas, infecciosas, hereditarias y transmisibles.

¿A qué pruebas debe someterse el donante de semen?

Las pruebas que se deben realizar son un seminograma (estudio del semen), cariotipo (estudio genético) y estudio de enfermedades infecciosas (VIH, sífilis, hepatitis, etc.).

Además, en algunos centros especializados en reproducción asistida, se solicita al banco de semen la realización de una prueba complementaria, la fragmentación de ADN en semen (a menor fragmentación, más calidad seminal). Por otro lado, se realiza un estudio previo de su producción espermática.

¿Cómo se elige al donante de esperma?

Otras cosas que es importante que conozcas sobre la donación de esperma son:

  • El semen se congela antes de su uso y se mantiene sin utilizar durante un mínimo de 6 meses.
  • Las clínicas de reproducción asistida no suelen aceptar semen procedente de donantes de más de 35-40 años.
  • En España (no así en otros países) la donación es altruista y anónima, por lo que ni la receptora ni el futuro hijo pueden conocer al donante, y viceversa.
  • La Ley también establece que no puede haber más de 6 nacimientos procedentes de un mismo donante de semen.

La elección del semen que se va a utilizar corresponde al equipo médico que está al frente al tratamiento y esta elección se hace siguiendo, por un lado, un criterio de calidad (los espermatozoides seleccionados son los que poseen mayor capacidad reproductora) y, por otro, buscando que las características del donante (peso y altura; color de piel, pelo y ojos; grupo sanguíneo; Rh…) sean lo más parecidas posible a las del varón que va a asumir la paternidad del niño o a las de la madre receptora.

Reproducción asistida con semen de donante: pasos a seguir

¿Qué papel tiene la futura madre en este proceso?

Básicamente, el mismo que cuando la inseminación artificial o la FIV se realiza con el semen de su pareja. Probablemente deberás tomar medicación a base de hormonas para que se produzca una estimulación suave de tu ciclo ovárico, y te harán una ecografía vaginal para controlar el ritmo de crecimiento de los folículos.

También te someterás a un análisis de orina para detectar la presencia de la hormona luteinizante (LH), que indica la proximidad de la ovulación. Todo ello se hace para asegurar que tu organismo está en las condiciones óptimas para llevar a cabo la inseminación.

Coincidiendo con la ovulación, se descongela el semen del donante, se prepara en el laboratorio y, una vez seleccionados los embriones, se introducen en tu útero mediante una cánula. A partir de este momento, solo queda esperar que la gestación se haya producido con éxito.

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