Muchas personas tienen cálculos en el riñón, en la vejiga o en el uréter. Son piedras que se van formando en las vías urinarias de distintos materiales, principalmente de calcio. Se suelen localizar principalmente en el riñón y, cuando quieren salir por los conductos que forman las vías urinarias (los uréteres), producen un gran dolor. Es lo que se conoce como cólico nefrítico, cuyo dolor puede ser de tal intensidad que hay personas que lo comparan con el dolor de parto, puesto que se presenta en forma de espasmos. El tratamiento de un gran número de estos cálculos se puede hacer con la litotricia extracorpórea..

¿Qué es la litotricia?

La litotricia permite destruir los cálculos con ondas de choque y el procedimiento es bastante sencillo. Una vez que se han localizado los cálculos a través de pruebas de imagen, como la ecografía o fluoroscopia (un tipo de radiografía más sencillo), se procede a su destrucción a través de estas ondas que rompen los cálculos en pequeños trocitos y que después se eliminan a través de la orina. El procedimiento es ambulatorio y se considera mínimamente invasivo, esto es, no hay que hacer ningún tipo de incisión en la piel, todo el procedimiento se realiza en una cama y a través de un transductor en forma de almohada que se coloca sobre la zona a tratar.

No obstante, hay una serie de cálculos (litiasis) que no se pueden romper con la litotricia extracorpórea y es necesario utilizar la  litotricia endoscópica y un tipo de láser, en concreto el de Holmium (Ho:YAG). A través de unos pequeños tubos flexibles, denominados ureteroscopios, se llega al cálculo que se quiere destruir. Cuando ya se sabe donde están las piedras, se emiten unas ondas de choque producidas por el propio láser Holmium. A diferencia de la litotricia extracorpórea, la endoscópica hace que los cálculos se vaporicen. Según sean más grandes o más pequeñas se utiliza una determinada frecuencia para destruirlas.

Prepararse para la litotricia

La litotricia extracorpórea se hace bajo sedación y analgesia intravenosas. Para prepararte para la litotricia deberás haberte hecho antes:

  • Un examen físico.
  • Un examen preoperatorio (preanestesia):
    • Un electrocardiograma.
    • Un análisis de sangre completo.
    • Un perfil de coagulación.
  • Un análisis de orina y un urocultivo.
  • Una prueba de imagen para la localización de la litiasis: ecografía, radiografía simple de abdomen, URO-TAC.

No te puedes olvidar de comentar con tu equipo médico toda la medicación que estás tomando, incluso si tomas algún suplemento alimenticio o producto de herbolario, ya que pueden interferir en el proceso.
El último cultivo de orina (urocultivo) que te hayas hecho tiene que ser negativo, porque si no es así, puede haber una infección en el trato urinario que requerirá un tratamiento antibiótico previo.
Una vez que entras en la sala de litotricia, el procedimiento dura aproximadamente 40-60 minutos,dependiendo del número de cálculos a destruir, pero no suele superar una hora.
Una vez que abandonas la sala de litotricia y comprueban que todo está correcto, te podrás ir a casa con la recomendación de beber mucho líquido para que puedas expulsar los pequeños trozos en los que han quedado convertidos los cálculos.

Litotricia efectos secundarios

Como efectos secundarios de la litotricia puede aparecer dolor, sobre todo al expulsar los cálculos, y sangrado (es normal que la orina contenga sangre tras someterte a una litotricia). Esa sangre en la orina irá desapareciendo poco a poco. Si perdura en el tiempo debes consultar con tu médico. Si la litotricia ha sido endoscópica puedes tener alguna molestia en la zona lumbar tratada secundaria a la manipulación.
No obstante, si tienes alguno de esos síntomas debes acudir a tu centro médico:

  • Fiebre mayor a 37,8ºC o escalofríos continuos.
  • Malestar general.
  • Náuseas y vómitos.
  •  Dolor intenso.
  • Orinar con poca fuerza o sensación de no poder orinar.

A las pocas semanas de hacerte una litotricia, tu urólogo te hará una nueva radiografía de abdomen y/o ecografía para ver si han desaparecido por completo los cálculos que te producían malestar. Además, deberás seguir sus recomendaciones para evitar la aparición de nuevos cálculos. Normalmente, estas pautas se basan en llevar una dieta equilibrada, aumentando el consumo de líquidos (preferentemente agua de baja mineralización), y eliminando los compuestos que hacen que se formen los cálculos, como puede ser el calcio o el exceso de sal y proteínas.