Jefe de servicio de Oftalmología en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
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La vista es uno de nuestros sentidos más preciados. Por ello, cualquier intervención que se haga sobre los ojos genera dudas y temores. Muchas personas tienen miedo a someterse a una cirugía láser ocular para corregir efectos refractivos (miopía, hipermetropía, presbicia y astigmatismo) porque tienen falsas creencias sobre la intervención, el postoperatorio y el resultado final. ¿El láser puede causar ceguera? ¿Debo pasar varios días en cama para no perjudicar los resultados? ¿Puedo tener efectos adversos graves si me muevo durante la intervención?
A continuación desvelamos 10 mitos y falsas creencias sobre la cirugía láser ocular:
FALSO: En las intervenciones de cirugía láser ocular, el láser es frío y no produce calor. Algunos pacientes indican que perciben cierto ‘olor a quemado’ durante la intervención, pero se trata de los átomos de carbono puros que son generados por el láser, y no a una quemadura que se produzca en el tejido ocular.
FALSO: La cirugía láser ocular no provoca dolor ni durante ni después de la intervención, si bien puede causar alguna molestia al paciente por la posición en la que se encuentra y cierta tensión o inquietud, habituales en cualquier intervención. Para reducir esta incomodidad se administra un relajante y gotas oculares anestésicas.
El anillo de succión para fijar el ojo al levantar el flap del lsik produce dolor al principio.
FALSO: Gracias a los estudios previos y la tecnología empleada, la cirugía láser ocular puede tener una duración de entre 3 y 5 minutos por ojo, dependiendo de cada persona y del defecto a corregir. La intervención se realiza con el paciente despierto y no requiere hospitalización.
FALSO: La tecnología eyetracker empleada en la cirugía láser ocular previene cualquier daño en el ojo, ya que es capaz de detectar el más mínimo movimiento, detenerse y corregir su trayectoria.
FALSO: Cualquier persona mayor de 18 años puede someterse a la cirugía láser ocular, siempre que cumpla con los requisitos necesarios. Previamente, el especialista deberá hacer un estudio específico del error refractivo del paciente y analizar la presencia de posibles contraindicaciones, como por ejemplo otras enfermedades asociadas como cataratas.
FALSO: Después de la cirugía, lo recomendable es mantener reposo relativo entre 24 y 48 horas. A partir de ese momento se puede realizar una vida normal; eso sí, durante el mes siguiente a la intervención se debe evitar cualquier actividad, ya sea de ocio o laboral, en la que haya riesgo de daño o golpes en los ojos. Tampoco piscinas. Tras la intervención, el paciente acudirá a revisiones periódicas para controlar su evolución.
FALSO: En la actualidad la tecnología láser permite corregir todos los defectos refractivos, incluidas la presbicia o vista cansada, y el astigmatismo.
FALSO: Los resultados de la cirugía láser ocular son permanentes, si bien el proceso natural de envejecimiento del ojo puede hacer que con el tiempo la visión se deteriore. Por ejemplo, si nos hemos operado de miopía a los 35 años, es normal que con el tiempo empecemos a sufrir otros errores refractivos propios de la edad, como por ejemplo la presbicia. Estos cambios también pueden corregirse posteriormente mediante cirugía láser. Hay hasta un 10% de regresiones, más si te operas por hipermetropía.
FALSO: El porcentaje de complicaciones es muy bajo (en torno al 0,1%, dependiendo de los estudios). No obstante, para evitar riesgos es fundamental ponerse en manos de profesionales con amplia experiencia en cirugía láser ocular, que realicen un estudio exhaustivo de cada caso y determinen la idoneidad de la intervención.
FALSO: Los ojos sometidos a cirugía láser ocular no se ven afectados por los cambios de presión que se experimentan durante los vuelos.
Jefe de servicio de Oftalmología en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.