Para cualquier paciente oncológico, finalizar el tratamiento con éxito es un momento especial. Parecía que ese momento nunca iba a llegar, pero claro que llega. Empieza entonces una etapa nueva: la etapa de las revisiones.

Es importante comprender algunas cosas para empezar con buen pie y con seguridad esta nueva etapa. Vamos a intentar en este artículo contestar algunas de las preguntas más frecuentes y que en muchas ocasiones aunque están ahí, el paciente no formula a su médico:

¿Cuál es el objetivo de las revisiones tras padecer cáncer? 

Las revisiones que se realizan después de finalizar el tratamiento de cáncer tienen varios objetivos:

Diagnosticar de forma precoz una recaída de Cáncer

Según el tipo de tumor y el grado de extensión del mismo al inicio de la enfermedad, puede existir diferente riesgo de recaída. La recaída puede ser local (es decir en la misma zona donde se originó el tumor) o a distancia (es decir que las células a través de la sangre o los conductos linfáticos vayan hasta otro órgano y se multipliquen allí, originando lo que conocemos por metástasis). Cada tipo de tumor puede tener un patrón distinto de recaída. En algunos puede ser más frecuente la recaída local, en otros la diseminación a través de la sangre y en otro la diseminación a través de los conductos linfáticos. Por ejemplo en el cáncer de próstata son más frecuentes las metástasis óseas que las hepáticas y en el cáncer de colon son más frecuentes las metástasis hepáticas que las óseas.

Detectar complicaciones o efectos secundarios tardíos de los tratamientos de Cáncer realizados

En general los tratamientos que se usan para tratar el cáncer presentan efectos secundarios. Existen efectos secundarios o toxicidad que aparecen durante el mismo tratamiento (como la caída del pelo, la irritación de las mucosas, los vómitos), y otros pueden aparecer meses o años después. Por este motivo, durante las revisiones, se evalúan diferentes aspectos clínicos, para detectar esos efectos secundarios si aparecen y tratarlos de forma adecuada. Por ejemplo, después del tratamiento de radioterapia que se realiza para tumores de útero, puede aparecer lo que se conoce como enteritis rádica: cuadro de inflamación intestinal con diarreas. Después de una extracción de ganglios en axila (linfadenectomía axilar), puede aparecer una inflamación del brazo de ese lado, por dificultad en el retorno de la linfa.

Asegurar un buen estado general de salud tras padecer Cáncer

Es importante una vez superado el cáncer, mantener un correcto estado de salud general y mantener hábitos de vida saludables. Durante las revisiones es importante que hables con tu médico de esto. Con las pruebas que te realicen se pueden detectar anomalías de salud que habrá que corregir y que puede presentar cualquier persona como aumento de peso, elevación de colesterol o ácido úrico, diabetes y etc. Algunas anomalías se pueden asociar con un mayor riesgo de recaída como la obesidad o el aumento de colesterol y por ello habrá que intentar evitarlas. Habla con tu médico para planificar bien tus hábitos de vida, como la nutrición y el ejercicio físico.

Detectar precozmente segundos tumores cancerígenos

Puede haber mayor incidencia de aparición de un segundo tumor en algunos pacientes que ya han tenido un cáncer. Esto puede ser por:

  • Susceptibilidad Genética en la caso de los Síndromes Hereditarios
  • Factores causales de riesgo que comparten diferentes tumores. El tabaco es un conocido factor de riesgo para el cáncer de pulmón, pero también lo es para los tumores de cabeza y Cuello (como la laringe) y más aún si además se suma el alcohol.
  • Efectos mutagénicos del propio tratamiento del cáncer, como la radioterapia o los agentes alquilantes

 

 

¿Cómo se van a llevar a cabo las revisiones después del cáncer?

Tú médico te explicará que pruebas o exámenes de salud deberás realizarte. Estas pruebas se individualizan según el tumor que hayas tenido, su extensión al inicio, los tratamientos realizados y tu propio estado de salud. Por ejemplo si has tenido un cáncer de laringe no será habitual ni rutinario que te hagan una resonancia magnética pélvica que en cambio probablemente te soliciten en algún momento si has tenido un cáncer de recto o de útero. Igualmente si has recibido durante tu tratamiento antraciclinas es probable que te soliciten algún ecocardiograma, que no se hará de rutina para otros tratamientos.

¿Con qué frecuencia y durante cuánto tiempo es recomendable hacerse las revisiones?

En general las visitas de revisión y las pruebas se harán con más frecuencia durante los dos primeros años de seguimiento (que es cuando es más frecuente una recaída), menos frecuentes durante los 3 años siguientes y serán generalmente anuales a partir del quinto año. En general podrás tener revisiones trimestrales los dos primeros años y semestrales los tres siguientes, pero esto lo determinará tu médico, según tu caso y situación individual.

¿Qué más debería hacer después de superar un cáncer?

Además de seguir las indicaciones de tu médico en lo relativo a las revisiones, tú puedes establecerte un plan de salud para poder cumplir correctamente con ellas. Puede ser buena idea que escribas un resumen de tu enfermedad donde incluyas: Diagnóstico inicial, fecha del diagnóstico, tratamiento recibido, fecha de fin de tratamiento, periodicidad de las revisiones a realizar, pruebas rutinarias a realizar en esas revisiones y tus objetivos globales de salud (mantener peso, realizar ejercicio, cambios de alimentación y etc). Este resumen te ayudará a tener tus visitas médicas organizadas y poder explicar tu situación a otros profesionales que precises, como por ejemplo tu médico de atención primaria.

¿Qué más debería saber tras superar el cáncer?

Además de todo lo comentado, hay que considerar los efectos emocionales de haber tenido un cáncer y haber seguido un tratamiento oncológico. No es infrecuente que al empezar esta etapa de revisiones, aparezcan sentimientos de fragilidad, inseguridad, miedo, ansiedad y depresión, que sin embargo no habían aparecido hasta entonces. Habla con tu médico de ello para poder abordarlos y solucionarlos.

Aunque la mayoría de las veces se sale fortalecido de la experiencia, son también frecuentes las situaciones de estrés  psicológico o una combinación de sentimientos negativos y positivos que puede ser difícil de manejar.

El abordaje de todos estos efectos emocionales también forma parte del cuidado y el plan de revisiones y debes comentarlo con tu médico.