El análisis de tiroides permite conocer el funcionamiento de la glándula tiroides, esta prueba sirve para detectar y diagnosticar patologías que alteran la producción normal de hormonas tiroideas, como el hipertiroidismo y el hipotiroidismo.

La glándula tiroides

La glándula tiroides pertenece al sistema endocrino, tiene forma de mariposa y está ubicada en el cuello.

Esta glándula segrega hormonas tiroideas que influyen en el metabolismo y el crecimiento, por ejemplo, del cabello y de los huesos. También afecta a la actividad del corazón y del aparato digestivo.

El hipotiroidismo

El hipotiroidismo es una patología en la que el tiroides produce menos hormonas de las necesarias para que el cuerpo funcione correctamente. Entre los síntomas del hipotiroidismo están las uñas y cabellos débiles, fatiga, aumento de peso, estreñimiento y sensación de frío.

Hipertiroidismo

El hipertiroidismo, por su parte, consiste en la producción excesiva de hormonas tiroideas y los síntomas más característicos son la caída del cabello, sudoración excesiva, ganancia o pérdida de peso, nerviosismo y ciclos menstruales irregulares.

Diagnóstico  de la glándula tiroides

Exploración física

Para diagnosticar éstas y otras patologías que afectan a la glándula tiroides el médico realiza una exploración física mediante la palpación del cuello para ver si existe alguna alteración en su tamaño.

Análisis de sangre de tiroides

Un análisis de sangre para determinar los niveles de concentración de tres tipos de hormonas tiroideas: TSH, T4 (tiroxina L) y la T3 (triyodotironina).

Estos análisis pueden acompañarse de otras pruebas de imagen, como la tomografía computerizada, ultrasonidos y gammagrafía de la tiroides, con la que se consigue una imagen precisa de la glándula tiroides que muestra su tamaño, forma y posición.

La THS

La TSH es la hormona estimulante de la glándula tiroides y el mejor indicador de su funcionamiento.

Si las concentraciones de TSH son altas indica que la glándula tiroidea es hipoactiva y si las concentraciones son bajas indica que es hiperactiva.

Niveles de T3 y T4

Los niveles de T3 y T4 son valores que pueden revelar la existencia de determinadas patologías dependiendo de sus altas o bajas concentraciones.

Nivel T3

Los niveles elevados de T3 se relacionan con la enfermedad de Graves, tirotoxicosis y cáncer tiroideo, mientras que los niveles bajos se asocian al bocio hipotiroideo y desnutrición.

Nivel T4

En el caso de la T4, los niveles altos también se asocian a la enfermedad de Graves, tiroiditis aguda y hepatitis, y los bajos a cretinismo, deficiencia de yodo, insuficiencia renal y cirrosis.

Anticuerpos

Asimismo, si se sospecha de un trastorno autoinmune, un análisis de sangre puede ayudar a detectar anticuerpos que estén atacando a la glándula tiroides. Si se sospecha de un cáncer en la tiroides se realiza una biopsia, que consiste en extraer una muestra de tejido tiroideo para su posterior análisis.

En el caso de un carcinoma medular tiroideo se mide la concentración sanguínea de calcitonina (hormona que regula la cantidad de calcio en la sangre), porque este tipo de tumores siempre la segregan.