Las emociones tras al parto: del baby blues a la depresión
Tener un bebé es una experiencia que nos cambia la vida y que nos obliga a hacer varios ajustes físicos y emocionales.
Aunque nos sentimos muy felices de tener a nuestro bebé en los brazos, también nos asaltan las preocupaciones, ansiedad, nerviosismo y cansancio. Por ello, es normal que nuestras emociones experimenten fluctuaciones y que nuestro estado de ánimo parezca que va en una montaña rusa.
Durante los primeros días tras el parto es posible que te sientas alicaída, irritable y con ganas de llorar. Este estado de ánimo también puede hacerte sentir culpable: ¿no debería estar contenta ahora que tengo a mi bebé conmigo?
Síntomas del baby blues
Los síntomas que experimentas no son nada excepcionales y de deben a la tristeza puerperal, también conocida como baby blues, que afecta hasta al 80% de las nuevas madres durante los primeros días tras el parto.
El baby blues se caracteriza por la sensibilidad emocional intensa, tristeza, ganas de llorar sin razón aparente, irritabilidad, ansiedad, dificultades para dormir y una sensación de sentirse superada por la situación.
Las causas del baby blues se desconocen a ciencia cierta, pero está claro que en su aparición influyen los importantes cambios físicos, emocionales y de la vida diaria que debemos afrontar. Lo habitual es que desaparezca unos 10 o 12 días tras el parto.
Depresión postparto
Cuando los síntomas persisten y se intensifican debemos empezar a pensar en la posibilidad de una depresión postparto, que puede aparecer semanas o incluso meses después de haber dado a luz.
Los síntomas más frecuentes de la depresión postparto son el llanto excesivo, las dificultades para cuidar y relacionarnos con nuestro bebé, el aislamiento, la pérdida de apetito, problemas para dormir, cansancio extremo, apatía, irritabilidad, sentimientos de culpabilidad e incapacidad o ansiedad.
Algunos de estos síntomas pueden confundirse al inicio con los del baby blues, por ello debes observarlos con atención para pedir ayuda en cuanto veas que persisten.
Al igual que en el baby blues, no existe una única causa de la depresión postparto y en su origen confluyen tanto aspectos físicos (cambios hormonales) como emocionales (sentirse sobrepasada, preocupada, con ansiedad, menos atractiva o aislada socialmente). En estos casos puede ser necesario el tratamiento con psicoterapia.
¿Qué podemos hacer para superar los cambios emocionales?
- En primer lugar, date tiempo para adaptarte a la nueva situación. Con la llegada del bebé también pueden cambiar las relaciones de pareja, la vida social, laboral… y es absurdo hacer como si no pasase nada. Tómate tu tiempo para acomodarte con calma en este nuevo escenario.
- Busca ayuda en centros especializados en atención al postparto en los que psicólogos expertos podrán valorar tu situación y hacerte un diagnóstico preciso. En el caso de que presentes baby blues, el psicólogo te ayudará a entender qué te está pasando y te proporcionará las herramientas necesarias para que aprendas a manejar y superar estas emociones. Si el diagnóstico es de depresión, también podrán prescribirte el tratamiento adecuado, ya sea psicoterapéutico o farmacológico, o derivarte a otros especialistas si fuera necesario.
- Habla con otras madres que se encuentren en la misma situación o hayan pasado por ella. Podrán compartir contigo sus experiencias y te sentirás acompañada en este proceso.
- Busca ayuda para cuidar a tu bebé, bien a través de tu pareja, tu familia o de una cuidadora, para que puedas tener más tiempo para cuidar de ti.
- Haz ejercicio cada día, ya que mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar, y sigue una dieta equilibrada que te proporcione todos los nutrientes necesarios.