Se considera embarazo de alto riesgo cuando existen grandes probabilidades de que tu hijo o tú tengáis problemas durante la gestación.

Esto no significa que deba interrumpirse el embarazo, si no que necesitarás más revisiones y un seguimiento más exhaustivo por parte de tu equipo de especialistas, lo que hará que se puedan anticipar a la aparición de algunos problemas propios de el embarazo de alto riesgo. El embarazo de alto riesgo no significa que tenga que interrumpirse.

Por eso, contar con una unidad de embarazo de alto riesgo, donde participen diferentes especialistas que puedan atenderte a ti y a tu bebé, es fundamental para tener controlados los problemas que se puedan ir presentando.

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¿Cuándo se considera un embarazo de alto riesgo?

En líneas generales, un embarazo puede ser de alto riesgo si:

  • Tienes alguna enfermedad, como diabetes, hipertensión, enfermedad renal, epilepsia, esclerosis múltiple…
  • Has tenido un cáncer.
  • Embarazos triples.
  • Tu bebé tiene algún problema cardiaco, pulmonar o renal.
  • Has tenido problemas en embarazos previos, como preclampsia.
  • Abortos previos.
  • Eres portadora de algún virus, como varicela, citomegalovirus, toxoplasma, rubeola…
  • Estás tratándote con ciertos fármacos, como litio.

Una cosa importante del embarazo de alto riesgo es seguir las recomendaciones establecidas por tu equipo de especialistas, sin obsesionarse, pero sí siendo cuidadosa durante el desarrollo. Por eso, es clave seguir las visitas programadas y consultar cualquier duda.

Consejos

Seguir una dieta saludable

Esta debe estar apoyada en los suplementos nutricionales que te indique tu equipo de especialistas, como pueden ser el ácido fólico, tan importante en el embarazo, el hierro y vitaminas.

Practica ejercicio con moderación

Realiza ejercicio de forma adecuada a tus necesidades y tus posibilidades. Tener un embarazo de alto riesgo no quiere decir que necesites reposo absoluto, puedes moverte y realizar ejercicio, siempre siguiendo las recomendaciones de tu médico. Sé prudente a la hora de valorar tu actividad física y ante cualquier duda, consulta.

No bebas alcohol ni fumes

Aunque se da por hecho que durante el embarazo no debes fumar ni beber, cuando se trata de un embarazo de alto riesgo, debes tener especial cuidado. Además es recomendable que evites en la medida de lo posible, estar en contacto con focos de infección, como las personas con resfriados o gripe.

Estar tranquila

Por último, lo importante a la hora de llevar un embarazo de alto riesgo es no perder la calma y ponerse en manos de un buen equipo de especialistas, que te acompañarán a ti y a tu bebé en todo el proceso, puesto que si es necesaria una intervención de nacimiento prematuro de tu hijo, tendrán todo preparado para llevarla a cabo, ya que el equipo multidisciplinar que lleva el seguimiento del embarazo de alto riesgo cuenta con especialistas en neonatología.