¿Qué es diverticulitis?
La diverticulitis es una inflamación o infección de los divertículos, unas protuberancias en forma de sacos o bolsas que se forman en la pared interna del intestino. Es más frecuente que ocurra en la parte inferior del intestino grueso (colon), aunque también puede aparecer en el intestino delgado.
Suele manifestarse a partir de los 60 años y en la actualidad se desconocen las causas exactas de la formación de las bolsas o sacos en el revestimiento intestinal. Una de las teorías apunta a que cuando hay pequeños residuos de heces atrapadas en estas bolsas se produce la inflamación o la infección y, por tanto, la diverticulitis.
Diverticulitis Dieta
Asimismo, se sabe que una de las principales causas es la baja dieta en fibra, que provoca estreñimiento y heces duras, obligando a un sobreesfuerzo en las deposiciones y aumentando la presión en el colon o en los intestinos.
Diverticulitis síntomas
La mayoría de las personas con diverticulitis no tienen síntomas, aunque sí pueden presentar distensión y cólicos en la parte baja del abdomen. De forma excepcional, puede haber sangre en las heces o en el papel al limpiarse.
Existe la posibilidad de una diverticulitis más grave que se presenta de forma repentina y empeora a los pocos días. En este caso, los síntomas son:
- Escalofríos.
- Sensibilidad, principalmente en el lado inferior izquierdo del abdomen.
- Distensión o gases.
- Náuseas.
- Vómitos.
Diverticulitis diagnóstico
La diverticulitis es una enfermedad difícil de diagnosticar, ya que surge durante un ataque agudo con dolor abdominal, un síntoma habitual de muchos trastornos digestivos. El médico hará una exploración física para detectar sensibilidad en el abdomen y descartar otras causas. En el caso de las mujeres, el médico además hará un examen pélvico.
Para hacer un diagnóstico preciso y obtener el tratamiento adecuado, es muy probable que el especialista recomiende llevar a cabo diferentes pruebas que ayudarán a descartar otras enfermedades y causas del dolor abdominal.
Las más frecuentes son:
- Análisis de función hepática.
- En el caso de las mujeres en edad fértil, un test de embarazo.
- Un análisis de sangre y orina para verificar los signos de infección.
- Un análisis de heces para descartar la infección en personas con diarrea.
- Una exploración por tomografía computarizada, capaz de revelar la presencia de protuberancias inflamadas y/o infectadas.
Diverticulitis tratamiento
La mayoría de las personas con diverticulitis leve recibirán un tratamiento que podrán seguir en casa basado en analgésicos, antibióticos y dieta líquida durante unos días.
En los casos de diverticulitis grave, o cuando el paciente presenta otros problemas de salud, es probable que sea necesaria la hospitalización para drenar un absceso, en caso de que se haya formado, y para recibir antibióticos intravenosos.
Por último, si la diverticulitis es repetitiva, es posible que sea necesaria la cirugía: una resección del intestino con colostomía o una resección primaria del intestino.
Cómo preparar la consulta con un especialista
Si sufres alguno de los síntomas que hemos descrito, es importante que acudas cuanto antes a un especialista del aparato digestivo.
Los expertos recomiendan llevar un listado con los síntomas y con lo que has hecho para intentar aliviarlos durante los días previos a la consulta: medicamentos que has tomado, desde cuándo los estás tomando, si has notado alguna mejoría o empeoramiento al tomarlos, y alimentación ingerida desde los primeros síntomas.
Además, es recomendable ir con un acompañante a la consulta y con toda la información médica y personal.
Por último, puedes llevar apuntadas una serie de preguntas que te ayudarán a comprender mejor tu enfermedad:
- ¿Tengo que hacerme pruebas? ¿Qué tipo de pruebas?
- ¿Cada cuánto tiempo debo repetir las pruebas?
- ¿Qué tratamiento tengo que seguir?
- ¿Tengo que controlar mi dieta o modificarla para siempre?
- ¿Después del tratamiento puede volver a aparecer la diverticulitis?