El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es un virus que daña el sistema inmunitario haciendo que la persona sea más vulnerable a cualquier tipo de infección o enfermedad.
El enfermo infectado por el VIH no suele fallecer por la propia infección sino por las complicaciones de otras enfermedades adquiridas al no poder combatirlas, como neumonías, enfermedades neurológicas o diferentes tipos de cáncer.
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH)
Cuando apareció esta enfermedad, en la década de los 80, se creía que el VIH se limitaba a determinados grupos de población, como los homosexuales, los hemofílicos y los consumidores de drogas por vía intravenosa.
Actualmente abarca a un colectivo mucho más amplio de la sociedad, puede afectar tanto a hombres como a mujeres que tengan relaciones con múltiples parejas sin protección o a personas que tengan una enfermedad de transmisión sexual. En el caso de madres gestantes con virus de inmunodeficiencia humana, también pueden transmitir la infección a sus bebés durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Primeras fases del VIH
En las primeras fases el VIH empieza atacando los ganglios linfáticos CD4 (células de la sangre que se encargan de la defensa del organismo), lo que hace al paciente sea más vulnerable a las infecciones. Cuando el número de linfocitos CD4 es inferior a 200 por microlitro y/o existen infecciones concretas, es entonces cuando se habla de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), en el que se combinan diversas patologías desarrolladas como consecuencia del debilitamiento del sistema inmune causado por el virus de inmunodeficiencia humana.
Es muy importante que las personas con factores de riesgo se hagan una prueba de VIH regularmente, ya que la infección suele ser asintomática en sus fases iniciales y se puede transmitir fácilmente a otras personas. De hecho, al principio es normal confundir los síntomas con los de otras patologías, como la gripe o la mononucleosis.Es habitual presentar fiebre, diarrea, ganglios linfáticos inflamados, fatiga o pérdida de peso.
Forma de contagio del VIH
El VIH se contagia de persona a persona a través de los líquidos corporales, es decir, la sangre, el semen y el flujo vaginal, pero nunca se contagia por darle la mano o un abrazo a una persona enferma, ni por tocar sus objetos.
Detención del VIH
El virus se detecta a través de un análisis de sangre específico. Aunque la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) no se cura, los grandes avances en el tratamiento farmacológico han hecho que se convierta en una enfermedad crónica. El tratamiento se basa en la administración de fármacos antirretrovirales que controlan el virus y fortalecen el sistema inmune.