Desde el principio del estado de alarma, los profesionales asistenciales y de la salud han tenido que hacer frente a una excesiva carga de estrés continuado durante más de dos meses. La presión asistencial desmesurada y no saber la evolución de los pacientes afectados por la COVID-19, ha hecho que se trabaje en situaciones extremas en los centros hospitalarios, a lo que hay que añadir el miedo al contagio de sus familiares y personas más cercanas.
Soraya Bajat, jefa de Psicología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, en Madrid, ha señalado que “todas las personas que han estado en primera línea de la atención a personas contra el COVID-19 han tenido que hacer frente a esa doble presión: la de su trabajo con pacientes y los miedos que hemos afrontado todos por nuestras familias y seres queridos. Cuando los médicos, enfermeras, técnicos, auxiliares, administrativos, personal de limpieza o de seguridad de los hospitales terminaban su turno de trabajo, regresaban a su casa con miedo a contagiar a sus parejas, sus hijos o a las personas mayores que tienen a su cargo”.
Por eso, en esta situación de gran estrés el cansancio físico de los médicos ante el coronavirus va más allá y se suma al puro agotamiento psicológico, una entidad real en las personas que están trabajando día a día con los enfermos por coronavirus.
Médicos contra el coronavirus
Estar cada día en el “frente de batalla” de la lucha contra la COVID-19, resolviendo las situaciones extremas y novedosas de la enfermedad, ha hecho que muchos de los médicos se hayan visto en una situación única en su vida. De hecho, algunos especialistas han tenido que dejar a un lado su especialidad y pasar a colaborar con los equipos más solicitados, como los de Urgencias, Medicina Interna o Medicina Intensiva.
Para estar disponibles al 100%, han tenido que aprender a gestionar todo aquello que estaba fuera de su labor asistencial cotidiana y eso va a tener una repercusión en todos y cada uno de los profesionales sanitarios. Cuando han tenido que dejar la asistencia por tener la COVID-19, muchos se han ido a sus casas pensando que estaban fallando a sus compañeros y se han sentido culpables por no estar en el hospital arrimando el hombro.
¿Qué ha sido la parte más difícil de los médicos contra el coronavirus?
La psicóloga del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela se ha referido a momentos duros vividos por el personal de enfermería. Estos profesionales han estado día a día viendo el deterioro de los enfermos, les han acompañado en sus últimos momentos de vida y han sido el nexo de unión con sus familias. Gracias a ellos, se han podido comunicar con sus seres queridos, por medio de videollamadas. No obstante, el sentimiento de culpabilidad sigue rondando por sus cabezas, porque aunque han podido salvar muchas vidas, otras se han quedado atrás, y eso les pesa.
Protección para los médicos frente el coronavirus
Otro de los aspectos que ha generado estrés en los profesionales sanitarios ha sido la protección con la que han estado trabajado, “aunque en los hospitales de Sanitas se ha contado con EPIs y con los recursos necesarios para realizar nuestro trabajo con el mayor nivel de protección”, ha indicado Eduardo Morales, jefe de la UCI del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, quien ha añadido que se ha hecho frente a la COVID-19 con seguridad, pero la gran presión asistencial y el gran número de pacientes que se ha tenido que atender en las Unidades de Cuidados Intensivos ha hecho que se vivieran momentos de gran intensidad. Para el especialista, es complicado no pensar en lo que está sucediendo, sobre todo cuando se termina la jornada y volvemos a nuestra casa. “La gente no ha visto lo que hemos vivido y probablemente sea mejor, pero puedo garantizar que ha sido una experiencia muy dura”.
¿Cuál es el estado de las UCI en el coronavirus?
Durante la COVID-19, el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, como otros centros de Sanitas, ha duplicado sus camas de UCI, utilizando zonas dedicadas a la reanimación y quirófanos. Esta disposición de camas de UCI se ha conseguido gracias al trabajo en equipo de distintos servicios, como son la UCI, Anestesia y Enfermería de bloque quirúrgico, entre otros.
Esto ha hecho que los profesionales que trabajan de forma habitual en el quirófano hayan tenido que atender unas necesidades inéditas, como es la atención a pacientes con COVID-19. “Médicos, enfermeras, auxiliares, técnicos han estado más que a la altura, pero está claro que este excepcional esfuerzo podría pasarnos factura emocional”, ha recordado Morales.
¿Cómo cuidar a los médicos infectados con coronavirus?
En estos dos meses, Sanitas ha puesto en marcha numerosas acciones para cuidar también de sus profesionales y médicos infectados por coronavirus. Además de protegerles con los EPIs, ha estado pendiente de sus necesidades psicológicas, ofreciéndoles atención específica con un servicio de guardería para los profesionales y de alojamiento para aquellos médicos o enfermeras que lo necesitaran. Además, los que quieran pueden seguir recibiendo atención y seguimiento en los servicios de Psicología de los hospitales universitarios Sanitas La Moraleja y La Zarzuela, y de los hospitales Sanitas CIMA y Virgen del Mar. “Todas estas medidas son un apoyo fundamental para los profesionales ante el coronavirus y el resto de la sociedad, para que todos estuviéramos a salvo. Ahora tendremos que seguir trabajando para que la presión que hemos vivido no deje mella en nuestros valientes”, ha indicado Bajat.