La importancia del contacto piel con piel tras el parto son de suma importancia no solo para el bebé sino también para sus padres.
Se trata de un momento mágico que marca el inicio de la vida fuera el útero y en el que el contacto piel con piel es fundamental.
Beneficios del contacto piel con piel tras el parto
El contacto piel con piel de los padres con el bebé, tiene una serie de beneficios físicos y psicológicos a corto, medio y largo plazo.
Es muy importante que planifiques tu parto en un centro que cuente con un protocolo que promueva el contacto piel con piel inmediatamente después del parto.
Sincronía térmica
El primer efecto positivo del contacto piel con piel tiene que ver con la regulación de la temperatura corporal del bebé.
Cuando, tras el parto, colocas al bebé sobre el pecho desnudo de la madre, se produce lo que se llama sincronía térmica, un proceso por el cual, la temperatura del pecho se incrementa para mantener caliente al bebé, y si tiene una baja temperatura o desciende para ayudarle a refrigerarse. Esta regulación natural de la temperatura corporal por el contacto piel con piel favorece la adaptación del bebé al medio.
Desarrollo corporal del bebé
Asimismo, el contacto piel con piel inmediatamente después del parto y en los meses posteriores, favorece el correcto desarrollo cerebral del bebé. Cuando nacemos, nuestro cerebro aún está en proceso de crecimiento, y de hecho, su tamaño no supera la cuarta parte de lo que supondrá en la edad adulta.
Durante los dos primeros meses de vida, la amígdala cerebral, que está implicada en el aprendizaje emocional, el desarrollo de la memoria y del sistema nervioso simpático, se encuentra en pleno proceso de maduración.
Numerosos estudios han demostrado que el contacto piel con piel, activa la amígdala, contribuyendo así al desarrollo de la estructura cerebral.
El método canguro en los bebés prematuros
Este impacto en la maduración del cerebro es especialmente importante en el caso de un bebé prematuro.
Los bebés prematuros que siguen un programa de método canguro (alternar el contacto con el pecho desnudo de los progenitores y los periodos en la incubadora), tienen una mejor función cerebral en la adolescencia que los que han seguido su desarrollo en una incubadora sin el contacto piel con piel.
De hecho, la función cerebral de los bebés del método canguro es comparable al de los que han nacido a término y no han necesitado pasar por la incubadora.
Por si esto fuera poco, el contacto piel con piel ayuda a estabilizar la respiración y oxigenación del bebé, y eleva los niveles de glucosa en sangre, por lo que disminuye el riesgo de que sufra hipoglucemia.