Prepararte para dar a luz implica muchos aspectos, la respiración para el parto es uno de ellos. Es importante conocer cómo hay que respirar en las distintas fases del parto. Las técnicas de respiración ayudan a relajarse y aliviar el dolor de las contracciones durante el trabajo de parto, y además aumentan el aporte de oxígeno al feto durante las contracciones.

Cursos de preparación al parto

Estas técnicas de respiración para el parto las irás aprendiendo en los cursos de preparación al parto, donde hay sesiones dedicadas exclusivamente a la respiración.

Es necesario que acudas con tu pareja o con quien te vaya a acompañar durante el parto, puesto que te tendrá que recordar los ejercicios de respiración cuando llegue el momento y te ayudará arealizarlos de forma satisfactoria

No hay unas reglas universales, ya que algunas mujeres prefieren respirar profundamente, usando su diafragma y haciendo una respiración abdominal, mientras que otras se decantan por una respiración más ligera y continua. Lo importante es que cada una encuentre su propio ‘patrón de respiración’ para conseguir relajarse y afrontar mejor el proceso del parto.

Beneficios que aporta la respiración para el parto

  • La respiración para el parto se convierte en una respuesta automática al dolor.
  • La madre está más relajada y colabora mejor con las indicaciones de la matrona y el médico.
  • La respiración rítmica produce un efecto calmante.
  • Llevar a cabo los ejercicios de respiración produce en la madre la sensación de mayor control de la situación y hace que se enfrente a ella de forma más calmada.
  • Aumenta el aporte de oxígeno al feto, que habitualmente está disminuido durante las contracciones.
  • Respirar adecuadamente mejora la oxigenación de los músculos, lo que hace que las contracciones sean más productivas y el parto avance.
  • Los patrones de respiración para el parto son diferentes en las distintas fases del parto.
  • Todo esto te lo irán explicando en los cursos de preparación al parto.
  • Durante el proceso del parto, irás cambiando de respiración y será la intensidad de las contracciones la que os guiará.
  • De esta forma, irás modificando la intensidad de la inhalación y la exhalación del aire, en función de lo que os han enseñado.

Fase de dilatación

Durante la fase de dilatación, es recomendable comenzar con una respiración lenta y profunda cuando las contracciones sean lo suficientemente intensas, inhalando el aire por la nariz y expulsándolo lentamente por la boca.

Si las contracciones aumentan de intensidad y empiezas a tensionarte y no puedes relajarte se deberán hacer respiraciones muy profundas, y exhalaciones lentas y controladas.

Entonces puedes enfocar tu atención en un punto y luego empezar a inhalar lentamente por la nariz y exhalar por la boca, permitiendo que todo tu aire fluya.

Descansa y vuelve a empezar. Todos estos ejercicios de respiración para el parto los harás de la mano de tu acompañante, que tal y como habéis aprendido en los cursos de preparación al parto, te irá guiando por los distintos ejercicios.

Fase de expulsión

Cuando las contracciones se hagan más frecuentes y dolorosas, y también durante la fase de expulsivo, se debe aumentar la frecuencia.

Aquí también debes dejar que la contracción te guíe e intentar mantener relajado el suelo pélvico con los ejercicios de relajación.

Tienes que tener en cuenta que durante el expulsivo el médico o la matrona te irán dando indicaciones de cómo tienes que empujar, realizando una inspiración profunda y reteniendo el aire mientras realices el pujo, o esperar jadeando, que consiste en  inspirar y espirar de forma rápida por la boca, en función de cómo avance el descenso de tu hijo.