Ya está, el momento que llevas casi nueve meses esperando ha llegado. Empiezas a notar que acabas de romper aguas; es decir que empiezas a perder liquido amniótico. Si esto sucede, el parto es inminente, en las siguientes 24- 36 horas.
Si no se inicia el parto tras romper aguas, hay que inducirlo para prevenir infecciones o complicaciones durante el parto.
No te preocupes el líquido amniótico se sigue produciendo hasta que nace el niño. Por eso, si con las contracciones sientes que pierdes líquido no te preocupes, es normal, sobre todo después de las contracciones más fuertes.
Romper aguas, ¿cómo saber cuándo es el momento?
Para saber si cuando se produce el momento de romper aguas la prueba es bien sencilla, ya que sientes cómo se escapa un líquido por la vagina. Con los nervios puedes confundirlo con la orina, pero para distinguirlo te damos una pista infalible: guíate por el olor y así podrás diferenciar de qué liquido se trata.
Depende de si estás tumbada o de pie sentirás de forma distinta el goteo del liquido amniótico. Es menos fuerte si estás de pie, porque la cabeza de tu hijo hace que no salga con tanta facilidad como cuando estás tumbada. Como tu hijo ya está preparado para salir en el cuello del útero hace como de tapón para que no salga el líquido amniótico de forma descontrolada.
Una vez que ya sabes que acabas de romper aguas, debes ponerte en contacto con tu médico y dirigirte a tu hospital. Lo que no debes evitar es intentar contener la pérdida de líquido con una compresa ni lavarte, ya que en cuanto llegues al hospital tu médico o tu matrona te explorarán y verán en qué fase del parto te encuentras.
El líquido amniótico
Tienes que saber que el líquido amniótico es blanquecino o pajizo. Si huele mal o es verdoso, díselo al personal del hospital, al igual que si tiene sangre, puesto que puede haber problemas con la placenta.
Ponerte de parto sin romper aguas
También puedes ponerte de parto sin romper aguas.
Esto se produce cuando tienes contracciones que van aumentando en intensidad y frecuencia. En cuanto llegues al hospital tu médico o tu matrona te explorarán y verán en qué fase del parto te encuentras.
Es entonces cuando tu médico puede romper la bolsa si ha empezado el proceso de dilatación y tu hijo ya está asomando por el cuello del útero con ganas de salir.
Todo tiene su momento, ya que si se induce la rotura de aguas demasiado pronto pueden aparecer problemas con el cordón umbilical. Por eso, lo tiene que hacer tu médico en el momento adecuado.
La bolsa amniótica se rompe introduciendo en la vagina con un instrumento estéril que la atraviesa y empieza a vaciarse. Y recuerda que esa rotura no es dolorosa tanto si es espontánea como dirigida por tu médico.