La dermatitis atópica en adultos es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por brotes de ecema (inflamación de la piel) que aparecen de forma continua o episódica y que a veces remiten por sí solos durante meses o años.
No existe una forma de prevenirla ni curarla, pero con el tratamiento adecuado, los pacientes pueden mantenerse en fases de recurrencia sin lesiones activas y con una buena calidad de vida.
La dermatitis atópica en adultos, suele aparecer en la cara y el cuerpo provocando distintas lesiones cutáneas. Ante las primeras señales de alteración de la piel es importante acudir al dermatólogo para que analice nuestro caso, ya que en ocasiones puede confundirse con una posible alergia.
Causas de la dermatitis atópica en adultos
No se conocen las causas exactas de la dermatitis atópica, sin embargo, ciertos factores genéticos y ambientales podrían desencadenar su aparición y agravarla.
Entre estos factores se encuentran la contaminación, los climas extremos, el tabaco o el estrés.
Existen algunos agentes y sustancias irritantes que pueden empeorar la dermatitis, como la lana o las fibras sintéticas, los jabones y geles limpiadores, los suavizantes, los perfumes, los maquillajes, los productos que contienen alcohol o el polvo, entre otras muchas cosas.
Recomendaciones
Aunque sea difícil y parezca imposible, cuando se produce una dermatitis atópica en adultos hay que evitar rascarse la zona afectada para no causar heridas que puedan infectarse, complicando aún más la situación.
También se recomienda no abusar de los productos jabonosos, o geles limpiadores a la hora de la ducha, y lavarse las manos con productos suaves, sin frotar.
Optar por duchas cortas, con agua templada y productos adecuados de higiene para pieles atópicas, en vez de los baños y mantener la piel siempre hidratada.
La hidratación diaria con productos emolientes e hidratantes es esencial para prevenir nuevos brotes de dermatitis atópica en adultos. Las lesiones eccematosas provocan que la piel en los pacientes atópicos dañen su función de “barrera “, y con este sencillo hábito, puede prevenirse.
Lesiones comunes
La dermatitis atópica en adultos puede presentar lesiones en la cara, cuello, nuca y pliegues de codos y rodillas en forma de erupciones rojizas, inflamación y costras, así como picor muy intenso y prolongado.
Diagnóstico
El dermatólogo será el encargado de confirmar el diagnóstico tras realizar una historia clínica completa si se trata de una dermatitis atópica en adultos. Este diagnóstico se lleva a cabo mediante una exploración física, test cutáneos o un análisis de sangre que determine los niveles de inmunoglobulinas, responsables de la inflamación de la piel, que suelen estar elevados en los casos de dermatitis atópica.
Toda esta información le orientará a la hora de confirmar la enfermedad y descartar otras patologías de la piel que puedan tener síntomas similares.
Tratamiento
El tratamiento se basa habitualmente en cremas con cortisona para controlar la inflamación, reducir las lesiones activas y aliviar el picor, y en caso de infección, con el consumo de antihistamínicos y antibióticos.