¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que en España la presentan aproximadamente el 2% de la población.
Existen diferentes tipos de psoriasis. El más frecuente y más habitual es la soriasis en placa, en la que si conocéis algún paciente o alguna persona que lo presenta, observamos unas placas principalmente en las rodillas y en los codos, rojas con escamas. También se pueden observar en las manos y en otras zonas del cuerpo de manera más dispersa. También existen otros tipos de psoriasis, que afectan solo a las uñas, o la psoriasis guttata, que es la psoriasis que vemos en gotas, que aparece después de alguna infección. Estos mismos pacientes que tienen la psoriasis crónica en placas habitual también pueden presentar afectación en las uñas, afectación del cuero cabelludo, afectación de genitales.
Se desconoce la causa de la psoriasis, aunque se sabe que en muchos casos hay un componente genético y que se produce una alteración de los linfocitos T del sistema inmune, provocando la proliferación anormal de las células de la piel en forma de placas.
Síntomas de la psoriasis
Normalmente nuestra epidermis se renueva cada 30 días y en el caso de una persona con psoriasis esta renovación se produce cada 4 días, provocando la formación y acumulación en la superficie de la piel de placas gruesas y escamosas compuestas de células muertas.
Estas placas se van resquebrajando y desprendiendo, y en algunos casos producen mucho picor y dolor. Algunas lesiones son muy pequeñas, mientras que otras pueden llegar a cubrir gran parte del cuerpo.
Partes del cuerpo más afectadas por la psoriasis
Entre las zonas que con más frecuencia se ven afectadas están los codos, las manos, las rodillas, el cuero cabelludo, la espalda y las nalgas. También puede aparecer alrededor y debajo de las uñas, en las cejas, las axilas, el ombligo y las ingles, y es especialmente molesta y hasta dolorosa cuando afecta a zonas muy delicadas, como los genitales.
La psoriasis es una enfermedad muy visible, difícil disimular, puede ser estigmatizante y afectar negativamente a la calidad de vida. En los casos más graves puede provocar actitudes de rechazo social, por lo que tiene un gran impacto psicológico y emocional.
De hecho, muchas personas con psoriasis sufren problemas de autoestima, complejos y falta de seguridad en sí mismas, por lo que la terapia psicológica suele ser un complemento imprescindible al tratamiento farmacológico.
Factores que influyen en la aparición de psoriasis
¿Por qué se produce la soriasis? La psoriasis es una enfermedad que tiene una base genética. ¿Eso quiere decir que todo paciente que tenga psoriasis tiene que tener antecedentes en su familia? No, no siempre, pero es una cosa relativamente frecuente. Además de esto, hay muchos factores que pueden desencadenar una psoriasis: fármacos, infecciones, estrés y otros muchos factores que pueden hacer que un paciente genéticamente predispuesto a tener una psoriasis haga un brote, o que un paciente con una psoriasis estable en placas presente una reagudización de su enfermedad.
Causas de la psoriasis
Hay varios factores externos que pueden desencadenar los brotes de psoriasis, algunos de los cuales se pueden controlar:
- Niveles altos de estrés.
- Cambios hormonales.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Obesidad.
- Enfermedades como la artritis reumatoide.
- Infecciones crónicas víricas o bacterianas.
- Traumatismos (heridas, cortes, golpes, quemaduras, etc.).
Tipos de psoriasis más frecuentes
- Psoriasis en placas: Es la forma más común y suele aparecer en forma de placas rojas bien definidas y de diferente tamaño en rodillas, codos y zona sacra (aunque también puede presentarse en otras partes del cuerpo). Cuando las placas abarcan una gran superficie del cuerpo, se denomina psoriasis generalizada.
- Psoriasis en palmas de las manos y plantas de los pies: Se caracteriza por placas muy secas e hiperqueratósicas que pueden agrietarse e incluso sangrar y doler.
- Psoriasis en el cuero cabelludo: Es muy frecuente y se presenta en forma de placas rojas con descamaciones pegadas a la piel. La descamación puede ser mínima o llegar a cubrir todo el cuero cabelludo. Es especialmente molesta no sólo por el picor que produce, sino por su visibilidad, pues parece caspa cuando cae sobre la ropa. Asimismo, las lesiones pueden extenderse a otras zonas, como la frente, la nuca y detrás de las orejas.
- Psoriasis en las uñas: Las lesiones tienen un aspecto variable, desde pequeños puntos o manchas de color amarillento hasta un evidente engrosamiento y deformación de las uñas. El diagnóstico puede ser difícil porque puede confundirse con otras afecciones, como los hongos.
- Psoriasis en la cara: Su diagnóstico también es difícil al confundirse con otras patologías dermatológicas. El tratamiento tópico tampoco es fácil, pues la piel de la cara es más sensible que la de otras zonas y se pueden producir irritaciones y otros trastornos. Este tipo de psoriasis es difícil de disimular y puede ser muy estigmatizante.
- Psoriasis en gotas: Se manifiesta como pequeñas manchas rojas descamativas en forma de salpicadura en la zona del tronco, los brazos y el cuero cabelludo. Está causada por una infección bacteriana y suele aparecer sobre todo en niños y jóvenes.
- Psoriasis en los pliegues: También conocida como psoriasis inversa, se presenta en zonas donde hay pliegues cutáneos como axilas, ingles, debajo de las mamas, en los genitales y las nalgas, con placas más rojas y menos descamativas. Es difícil de tratar en las personas con obesidad porque las zonas afectadas son muy delicadas y los tratamientos pueden producir irritación.
- Psoriasis eritrodérmica: Es una forma grave y poco frecuente que afecta a la mayor parte del cuerpo. La piel se presenta muy roja, caliente y con mucha descamación.
- Psoriasis pustulosa: Es otra forma grave y poco común, y se manifiesta en forma de lesiones rojas con ampollas de pus dolorosas en las placas. Normalmente se localiza en manos y pies.
Diagnóstico de la psoriasis: ¿cómo saber si tengo psoriasis?
Para el diagnóstico de la psoriasis basta con un examen visual de las lesiones y no se necesitan pruebas específicas. En algunos casos, si los síntomas se confunden con otros trastornos dermatológicos, el médico puede hacer una biopsia cutánea para confirmar el diagnóstico y/o descartar otras enfermedades.
Tratamiento de la psoriasis
El tratamiento de la psoriasis abarca muchos tratamientos: tratamientos tópicos – los cuidados generales de la piel -; el sol, que es un factor que ayuda a mejorarla; y diferentes tratamientos bien orales, o algunos tratamientos biológicos que son relativamente novedosos y que consisten en unas inyecciones que el paciente se tiene que poner, inyecciones subcutáneas bien en la tripa bien en los muslos.
Un paciente que tiene una psoriasis leve, muchas veces se puede controlar con una serie de cuidados de hidratación, emolientes, y corticoides u otros tratamientos tópicos que permitan controlar esos brotes que tiene.
Existe también el tratamiento de fototerapia (tratamiento con sol), bien a través de unas máquinas de máquinas de rayos de fototerapia, bien máquina rayos UV A o B. Pero el mismo sol al natural con protección puede ser beneficioso para la psoriasis por su poder antiinflamatorio.
Cuando un paciente no conseguimos controlarle con tratamientos tópicos asociados o no a tratamiento a fototerapia, recurrimos a tratamientos sistémicos. Existen diversos tratamientos sistémicos cómo son los retinoides, el metotrexato y lo que os contaba de los tratamientos biológico.
A día de hoy se trata de una enfermedad que con tratamientos se consigue controlar.
¿La psoriasis tiene cura?
No se cura, pero accediendo a un tipo de nivel o de tratamiento en función de la severidad que tenga la psoriasis se puede controlar y mantener a un paciente sin lesiones, o con las mínimas posibles.
Enfermedades relacionadas con la psoriasis
La psoriasis no es una enfermedad única y exclusivamente de la piel, es una enfermedad inflamatoria y esa inflamación se puede ver a otros niveles. Es muy frecuente que la psoriasis se asocia a otro tipo de enfermedades, como por ejemplo la obesidad, la resistencia a la insulina – la diabetes, a enfermedades cardiovasculares. También nos olvidéis que existe la artritis psoriásica, un 15% de los pacientes que tienen psoriasis presentan problemas en sus articulaciones.
A todo paciente que vemos en la consulta siempre hay que preguntarle si tiene dolores articulares en algún momento del día y muchas veces tenemos que realizar tratamientos conjuntamente con otras con otras especialidades, como son los reumatólogos.
Es muy importante recalcar que la psoriasis afecta de manera muy muy importante a la calidad de vida de los pacientes: a nivel laboral, a nivel social, a nivel íntimo, y esto es otro de los aspectos que tenemos que valorar en la consulta. Ese paciente puede necesitar ir a unidades de psicología o a conseguir una ayuda que le facilite el llevar su enfermedad.
Por otro lado, sí que es verdad que con los nuevos tratamientos que tenemos, el que el paciente se vea libre de lesiones, por mucho que tenga psoriasis, si está muy controlado, su calidad de vida mejora enormemente.
Mitos sobre la psoriasis
Un mito que muchas veces tenemos que desmentir que la psoriasis no es una enfermedad contagiosa. Es verdad que tiene una base genética, que puede hacer que existan familiares, tener familiares afectados y que varias personas en la misma familia padezcan la enfermedad, pero no es una enfermedad contagiosa.
Con respecto a la balneoterapia, es verdad que un paciente con psoriasis puede mejorar con tratamientos de los balnearios, puede mejorar con el sol, puede mejorar con la humedad y, por lo tanto, en la playa son pacientes que suelen mejorar por el efecto antiinflamatorio del Sol y también por la humedad y el relax que tenemos cuando todos estamos de vacaciones. Pero la balneoterapia en el mar muerto o los tratamientos con peces, por los que muchas veces nos preguntan, no curan la psoriasis. La enfermedad psoriásica no tiene cura, es una enfermedad crónica que tiene tratamientos que permiten controlarla.
Algún mito más del que podamos hablar, es el de que la psoriasis se mete en los huesos. La psoriasis no se mete en los huesos, la psoriasis es una enfermedad que puede afectar tanto a nivel cutáneo como a nivel articular, existe la psoriasis como enfermera cutánea y la artritis psoriásica, que es la afectación articular de esta enfermedad. Entonces nos podemos encontrar pacientes que tengan solo manifestaciones cutáneas, solo manifestaciones articulares o que tengan ambas.
Y por último hablaros de la psoriasis ungueal, las uñas pueden verse afectadas en la psoriasis. Es característico unas manchas amarillentas que se definen como manchas en aceite, un piqueteado ungueal, la uña más gruesa de lo normal. No son hongos, es una afectación ungueal de la psoriasis. No quiere decir con eso que un paciente con psoriasis no pueda tener una afectación de hongos en las uñas, pero lo primero que hay que pensar cuando vemos una afectación ungueal en un paciente con psoriasis es que puede ser la misma otra manifestación más de su patología.