El término eccema hace referencia a un conjunto de trastornos dermatológicos caracterizados por lesiones inflamatorias, enrojecimiento, sequedad, picor intenso, erupción y costras en la piel.

Un eccema puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y a cualquier edad. Se desconoce la causa exacta que produce el eccema. En algunos casos podría tener un origen genético, mientras que en otros influyen los factores ambientales o de tipo alérgico.

 Tipos de eccema qué existen

El eccema puede clasificarse en diversos tipos dependiendo del lugar donde se encuentre, su morfología y la posible causa:

  • Eccema atópico: Es el más común y se caracteriza por inflamación, enrojecimiento, sequedad y lesiones escamativas acompañadas de un intenso picor que hace que la persona se rasque inevitablemente, incluso causándose heridas.
  • Eccema alérgico de contacto: tiene su origen en una reacción alérgica a algún producto en contacto con la piel. Puede estar provocado por diversas sustancias presentes en perfumes, cosméticos o productos de limpieza que pueden ocasionar lesiones incluso después de llevar años utilizándolos.
  • Eccema seborreico: es frecuente en bebés (zona de la costra láctea y del pañal), pero también en adultos. Se caracteriza por lesiones escamosas y enrojecidas, principalmente en la cara (cejas y surcos nasogenianos) y en el cuero cabelludo. También puede afectar a zonas de la espalda, axilas e ingles.
  • Eccema de contacto irritativo: es una reacción inflamatoria producida por el contacto reiterado de sustancias agresivas que acaban irritando la piel, como los productos de limpieza (disolventes, detergentes).
  • Eccema varicoso: se presenta en personas con problemas de circulación, bien por el aumento de la presión en las venas de las piernas o por patologías como la trombosis venosa profunda.
  • Eccema herpético: producido por el virus herpes simplex tipo 1 o 2.
  • Eccema dishidrótico: aparece principalmente en las palmas de las manos, sobre todo en la parte lateral de los dedos y en las plantas de los pies, y se caracteriza por pequeñas ampollas llenas de líquido transparente que en ocasiones pican y causan heridas.
  • Eccema discoide: tiene una causa microbiana y se caracteriza por manchas redondas u ovaladas presentes en los brazos y las piernas.

¿Cómo se diagnostica un eccema?

El dermatólogo puede diagnosticar el eccema con un simple examen visual de las lesiones, y si el diagnóstico no está claro se puede hacer una biopsia cutánea para descartar otras enfermedades. En el caso de un eccema alérgico de contacto, sería necesario hacer pruebas específicas para determinar el alérgeno responsable de las lesiones.

Tratamiento para el eccema

Los tratamientos para aliviar y controlar el eccema pueden ser tanto de uso tópico como oral, dependiendo del tipo y de su gravedad. Algunos de los tratamientos más frecuentes son:

  • Antihistamínicos.
  • Cremas o pomadas con corticosteroides (uso tópico).
  • Esteroides orales.
  • Antimicrobianos.
  • Antimicóticos (en casos de eccema seborreico en crema o gel).
  • Fármacos de uso tópico y oral para aliviar el picor.

El tratamiento sistémico está recomendado para casos graves y para aquellos que no han respondido favorablemente a otro tipo de tratamiento. Asimismo, en algunos casos suele ser útil la fototerapia.

¿Los eccemas desaparecer tras el tratamiento?

Algunos tipos de eccemas tienen un buen pronóstico y suelen remitir por completo después del tratamiento, mientras que en otros casos solo se consigue una mejoría sustancial.

Sin embargo, existen casos graves que tienden a cronificarse y cursan con brotes, especialmente los eccemas de origen genético como el atópico y el seborreico.

Prevenir la aparición de eccemas

Para prevenir los brotes se recomienda evitar la higiene excesiva y el uso de productos demasiado agresivos para la piel. Hay que mantener una hidratación constante de la dermis, y si sabemos con seguridad qué producto nos produce el eccema, evitar entrar en contacto con él o al menos protegernos adecuadamente para evitar lesiones.