¿Qué significan los neutrófilos bajos?

Los neutrófilosson células defensivas, creadas para poder luchar contra infecciones y otras amenazas biológicas, por lo que presentar unos niveles bajos de estos glóbulos blancos puede reflejar un problema de salud aún mayor.

Ante una neutropenia siempre es necesario confirmar con un nuevo analítica  y  que  el especialista determine su evolución y gravedad y realice las pruebas complementarias que estime oportuno para buscar la causa.

Puedes pedir cita con el Doctor Carlos Fernández Arandojo en el Hospital La Moraleja para una valoración del análisis de sangre.

¿Qué son los neutrófilos?

Los neutrófilos son células defensivas de nuestro organismo, un tipo de glóbulo blanco clave en la lucha de nuestro cuerpo contra amenazas externas, como hongos y bacterias. Son producidos en la médula ósea y viajan por el torrente sanguíneo para enfrentarse a posibles infecciones con el objetivo de neutralizar cualquier posible patógeno que pueda estar ocasionando daños.

¿Cómo se identifican los síntomas de neutrófilos bajos?

La disminución de este tipo de glóbulos blancos no es algo que se refleje a nivel físico, no tiene una sintomatología que resulte fácilmente identificable. La fiebre sería el síntoma que pudiera detectarse si hay una Neutropenia pero es muy inespecífico.

De ahí que la mejor forma de identificar los neutrófilos bajos sea a través de un análisis de sangre que, normalmente, se realiza con cualquier otro objetivo.

De ahí que, en ausencia de síntomas de tener estos glóbulos blancos bajos, resulte tan importante solicitar analíticas completas con cierta periodicidad, al menos una vez al año aunque no detectemos en nosotros ningún tipo de problema de salud a simple vista.

¿Qué puede significar?

Cuando los valores de neutrófilos absolutos son bajos hablamos de neutropenia, aunque no necesariamente se tiene neutropenia si los valores pertenecen a un único análisis, ya que estos pueden varias prácticamente a diario.

Es por esto que hay que realizar un seguimiento y verificar que los valores totales de neutrófilos son bajos durante un determinado periodo de tiempo. En ese caso es indispensable reaccionar cuanto antes y acudir a un especialista, ya que cuando estos glóbulos blancos están bajos incluso las bacterias habituales de la boca o el estómago pueden ocasionar una infección de gravedad.

Los neutrófilos bajos indican que algo no va bien en el interior del organismo y que se necesita de atención médica especializada.

Posibles causas de la neutropenia

Existen diferentes causas de tener los neutrófilos bajos y, aunque es bueno conocerlas, lo más adecuado es acudir a un un hematólogo pueda valorar cada caso y prescribir el tratamiento más apropiado.

Algunas causas de neutropenia son:

  • Ciertos medicamentos pueden ocasionar esta reacción adversa en el organismo.
  • Algunas infecciones víricas, como la varicela, el VIH o la hepatitis, pueden provocar un recuento bajo de neutrófilos, también bacterianas o simplemente una gripe puede bajar los neutrófilos.
  • La leucemia puede provocar neutropenia, al igual que tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia o la radioterapia, aunque estos casos son excepcionales y suelen alterar otras células sanguíneas como glóbulos rojos y plaquetas.
  • Otro motivo de tener ese tipo de glóbulos blancos bajos son trastornos de la médula ósea como la mielofibrosis o la anemia aplásica y otras patologías malignas.
  • También existen enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide que son el origen de la neutropenia.

Además, los neutrófilos bajos también pueden deberse a tener niveles bajos de vitaminas en el organismo o incluso al mal funcionamiento del bazo. No se trata de una patología fácil de diagnosticar, por eso es tan importante solicitar cita con un hematólogo a la mayor brevedad.

¿Qué síntomas existen ante los neutrófilos bajos?

No existen síntomas visibles de tener este tipo de glóbulos blancos bajos. Es más, es posible que incluso síntomas como la fiebre tarden más en aparecer durante una infección debido a que suelen responder precisamente a la actuación de los neutrófilos.

Aún así, en caso de sufrir náuseas, diarrea, fiebre o malestar general, así como un dolor de cabeza intenso y constante o dificultades para respirar, lo mejor es ir con urgencia a un centro hospitalario. Puede que no sea neutropenia, pero más vale descartarlo y, de camino, encontrar un diagnóstico para lo que está ocurriendo.

Por eso es indispensable realizarse análisis de sangre periódicamente, para poder detectar este tipo de afección a tiempo y no cuando ya es demasiado tarde.

¿Qué tratamientos se recomiendan?

Cuidar la alimentación para incluir un mayor número de vitaminas puede ser un buen refuerzo, pero lo único que realmente funciona es someterse a un chequeo médico completo y seguir las recomendaciones del hematólogo, que es el especialista que debe tratar la neutropenia para devolver los valores de neutrófilos a un espectro saludable para el organismo, devolverla la capacidad de luchar por nuestra salud.

Medidas de prevención para evitar complicaciones

La mejor medida para evitar complicaciones cuando se ha diagnosticado la neutropenia es prevenir en la medida de lo posible el hecho de sufrir infecciones.

  • Mantener una correcta higiene personal es clave, con especial énfasis en la limpieza de las manos.
  • Evitar los lugares concurridos es un plus, ya que es ahí donde más en contacto podemos entrar con personas que pueden pegarnos algún tipo de infección.
  • Mantener distancia con las mascotas es una gran idea, ya que muchas de ellas son portadoras de distintas infecciones.
  • Hay que cocinar bien los alimentos y fregar bien tanto los utensilios de cocina como los platos, vasos y cubiertos.

Tener los neutrófilos bajos indica que nuestro cuerpo no está en disposición de luchar contra las infecciones por sí mismo. Por eso, hasta que no se haya recuperado un buen nivel de neutrófilos, lo mejor es no poner a prueba a los glóbulos blancos.

Preguntas Frecuentes sobre los Neutrofilos bajos

Existen tres tipos de neutropenia: leve, moderada y grave. Hablamos de neutropenia grave cuando el recuento de neutrófilos está por debajo de los 500 µl, ya que el riesgo de infección en ese caso es muy alto.

Cualquier signo que indique que nuestro cuerpo está sucumbiendo ante una infección es susceptible de hacer una visita al médico, ya que podría ser un indicativo de neutropenia. Fiebre persistente de varios días o incluso semanas de evolución es un síntoma de alarma y por la que convendría que un especialista le valorase.

Sí, tener los neutrófilos bajos es reversible, pero requiere de la actuación de un hematolólogo que determine la causa y el posible tratamiento a seguir. En general no hay que tratar los casos leves o moderados de neutropenia; solo los graves (-con menos de 500 neutrófilos/mL) y cuando hay infecciones frecuentes”