La nutrición durante el embarazo
Llevar una dieta sana y equilibrada es muy importante durante el embarazo, ya que la alimentación de la madre influye en el crecimiento y correcto desarrollo del bebé, e incluso puede prevenir la aparición de algunas enfermedades crónicas conforme vaya creciendo.
Seguir las recomendaciones del médico
Es importante que sigas las recomendaciones nutricionales de tu ginecólogo, que tomes ácido fólico para prevenir el riesgo de espina bífida y de otros trastornos del sistema nervioso central y que complementes tu alimentación con complejos vitamínicos prenatales que te ayudarán a cubrir los requerimientos nutricionales del organismo durante este periodo.
Se estima que durante la gestación las mujeres necesitan consumir unas 300 calorías más cada día. Sin embargo, estas calorías deberían ser siempre de ‘calidad’, es decir, provenir de alimentos con un alto valor nutricional y que contribuyan al desarrollo de un bebé sano.
Recomendaciones nutricionales durante el embarazo
- Procura que tu alimentación diaria sea variada y que incluya frutas, verduras, cereales, productos lácteos y proteínas procedentes de carnes magras.
- Es preferible que el pan, el arroz, la pasta y otros cereales que consumas sean integrales, ya que aportan una gran cantidad de fibra y disminuyen los trastornos intestinales.
- Come alimentos ricos en calcio (productos lácteos), hierro (espinacas, legumbres y carne) y vitaminas (naranjas, uva, fresas, melocotones, albaricoques, zanahorias, tomate, coliflor, brócoli).
- Evita el consumo de cafeína y recuerda que no solo está presente en el café sino también en el té.
- Intenta no utilizar sacarina u otros edulcorantes artificiales. En el caso de la sacarina, diversos estudios han demostrado que puede causar daños en el feto y elevar el riesgo de ciertas enfermedades. Aunque no hay investigaciones concluyentes relacionadas con otros edulcorantes artificiales, lo mejor es evitarlos siempre que sea posible.
- Elimina de la dieta los pescados con alto contenido en mercurio y otros metales pesados, que pueden perjudicar al correcto desarrollo del embarazo, entre los que se encuentran el pez espada, el emperador, el cazón o el atún rojo. Sustitúyelos por salmón, sardinas, arenques, caballa, boquerones o salmonetes. También deberías evitar el marisco y el pescado crudo, como el sushi, ya que puede tener parásitos, como el anisakis, que te causen intoxicaciones o infecciones graves.