Qué significa la diabetes gestacional
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que solo se presenta durante el embarazo, cuando las hormonas que produce la placenta elevan los niveles de glucosa en la sangre de la madre y el páncreas es incapaz de producir la cantidad necesaria de insulina para utilizarla. Aunque las madres con diabetes gestacional tienen más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, lo habitual es que desaparezca tras el parto.
Prueba de tolerancia a la glucosa
La diabetes gestacional suele aparecer ya avanzado el embarazo, por ello durante el segundo trimestre embarazo tu médico te hará el Test de O’Sullivan o prueba de tolerancia a la glucosa. Con esta prueba podrá conocer los niveles de azúcar en sangre y valorar tu riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Para hacer esta prueba tendrás que beber un líquido con 50 gramos de glucosa y después se te harán varios análisis de sangre para comprobar si tu organismo la absorbe correctamente.
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de diabetes gestacional se encuentran el sobrepeso u obesidad, haber tenido este tipo de diabetes en embarazos anteriores, tener una historia familiar de diabetes tipo 2 o síndrome de ovario poliquístico, que puede estar causado por niveles elevados de insulina en sangre.
Debido a la estrecha relación entre diabetes y obesidad, una de las formas más eficaces de disminuir el riesgo de este trastorno es eliminando el exceso de peso mediante una dieta adecuada y el incremento de la actividad física antes de quedarse embarazada. Si finalmente se desarrolla diabetes gestacional, la madre tendrá que controlar sus niveles de glucosa en sangre varias veces al día, seguir una dieta y un plan de actividad física adaptado a sus circunstancias. En algunos casos será necesaria la administración de inyecciones de insulina, siempre bajo control médico.
¿Cómo puede afectar la diabetes gestacional al bebé?
La diabetes gestacional hace que el bebé también tenga niveles elevados de glucosa en sangre, lo que obliga a su pequeño páncreas a trabajar más para producir más insulina. La glucosa que no pueda ser convertida en energía se almacenará en forma de grasa, por lo que el bebé puede nacer con macrosomía, esto es, un tamaño mucho mayor de lo normal.
Asimismo, la diabetes gestacional puede causar problemas respiratorios, ictericia, y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad conforme el bebé vaya creciendo.
Para controlar la diabetes gestacional lo mejor posible y evitar sus efectos en el desarrollo del bebé, es fundamental que el equipo médico que nos atiende haga un seguimiento estrecho, con controles frecuentes y una monitorización eficaz. También es importante seguir a rajatabla todas las recomendaciones de los especialistas en lo que respecta a la alimentación en el embarazo, la actividad física y los controles de niveles de glucosa. Y es que precisamente el control en este periodo será el factor clave para el desarrollo de un bebé sano.