Muchas mujeres embarazadas se preguntan qué es exactamente la ecografía 4D y cuándo pueden realizársela. Seguramente la ecografía 4D sea uno de los momentos más importantes para los futuros padres ya que esperan poder ver la evolución de su bebé.
Ecografía 2D
Esto es lo que ocurre con las tradicionales ecografías en 2D, que si bien nos ofrecen información muy útil en tiempo real sobre el desarrollo del feto, resultan decepcionantes para los padres que en muchas ocasiones ven imposible identificar a su bebé en la pequeña fotografía.
Ecografía 3D
El avance de la tecnología hizo que a partir de los años 90 se incorporasen las ecografías 3D que aportan, también en tiempo real, mucha más profundidad y nitidez al ofrecer una imagen tridimensional del bebé. La ecografía 3D ha permitido mejorar aún más el diagnóstico de malformaciones o anomalías fetales.
Ecografía 4D
Pero tal vez el avance más revolucionario en la tecnología ecográfica haya venido de la mano de la ecografía 4D, que permite visualizar en tiempo real la actividad de tu bebé y obtener no solo fotografías sino también un vídeo con todo lujo de detalles.
La imagen que proporciona la ecografía 4D es mucho más real y nítida.
Podrás incluso ver cómo tu bebé se mueve, bosteza o se chupa el dedo. Esto tiene un gran impacto emocional en los padres y ayuda a estrechar aún más los vínculos que les unen a su bebé.
Asimismo, aunque los objetivos de la ecografía 4D no son exploratorios o diagnósticos, puede complementar otras ecografías realizadas porque su gran precisión y calidad de detalles ayuda a detectar anomalías como por ejemplo el labio leporino, lo que permitirá que el especialista pueda planificar el posterior tratamiento.
¿Cuándo se puede realizar la ecografía 4D?
El momento ideal para hacerla es entre las semanas 25 y 30, cuando los rasgos del bebé se distinguen mucho mejor. Antes de la semana 25 es probable que el bebé todavía tenga poca grasa bajo su piel y no podamos distinguir bien sus facciones, mientras que a partir de la semana 30 la cabeza del bebé empieza a descender hacía la pelvis y no será posible ver su cara.
La duración aproximada de la ecografía 4D es de unos 20 minutos, durante los cuales se hacen fotografías y un vídeo que podrás llevarte a casa en un USB (pendrive). Este recuerdo inolvidable podrás compartirlo tanto con familiares y amigos como con tu propio hijo cuando sea mayor.