Existen algunas posturas para dar a luz y trucos que te pueden ayudar no solo a aliviar el dolor sino también a facilitar el descenso del bebé hacia el canal del parto.

No hay una posición ideal para ponerse de parto, cada mujer tiene que encontrar la suya para sentirse lo más tranquila, cómoda (dentro de las circunstancias) y relajada posible. De hecho, las últimas tendencias son que cada mujer pase la fase de dilatación como quiera, es decir, tumbada en una camilla, caminando, recostada, de lado… Además, estas posturas se pueden ir modificando a medida que va progresando el parto.

Posturas para dar a luz en la fase de dilatación

El proceso de dilatación que lleva al expulsivo puede ser incómodo y largo. Hayas o no hayas acordado el uso de analgesia (epidural) con el equipo de especialistas que te atiende, lo cierto es que hasta su administración tendrás que lidiar con molestas contracciones. Sin embargo,  Si has programado un parto natural, es decir un parto mínimamente intervenido, seguramente puedas poner en práctica la mayoría de posturas para dar a luz. A continuación te contamos qué puedes hacer para sobrellevar mejor el dolor y la incomodidad de ese momento:

Caminar o estar de pie

En las primeras fases del parto, caminar te puede ayudar a aliviar el dolor. Es una de las posturas para dar a luz  que reduce el dolor de las contracciones y favorece que el bebé baje hacia la pelvis, facilitando así el trabajo de parto. Es un recurso muy útil sobre todo al inicio de la dilatación antes de que se te administre la epidural y siempre que sea posible la monitorización fetal inalámbrica. De lo contrario será muy difícil que puedas deambular.

Apoyarte en la pared

Inclinarte hacia adelante con cada contracción te puede ayudar a sobrellevarlas.

Posición del perro

Con las rodillas y las manos en el suelo. Lo que se conoce vulgarmente a cuatro patas. Con esta posición se puede reducir la intensidad de las contracciones y pasar mejor el proceso de dilatación.

Sentarse al revés

Si te sientas al revés, con las piernas abiertas y colocando los brazos en el respaldo de la silla, puede ser una buena opción para controlar las contracciones. Además, tu pareja te puede dar un pequeño masaje en la espalda para que estés más relajada.

De rodillas, apoyando la cabeza en el suelo

Esta postura consigue aliviar las contracciones, ayuda a calmarse y facilita la recuperación entre contracciones. Además, permite tener la espalda relajada y facilita que el bebé encuentre una mejor posición para salir.

En cuclillas

En esta posición la pelvis se va abriendo. Si además te agarras a algo estable, mejor que mejor, puesto que te ayuda a la dilatación.

Al igual que cuando se está de pie, la gravedad juega a nuestro favor y se acelera el trabajo de parto al facilitar el descenso del bebé hacia la pelvis. Además, alivia el dolor de las contracciones.

De costado

Es una postura cómoda que alivia las molestias lumbares. Sin embargo, puede hacer que las contracciones sean más largas y un poco más dolorosas.

Tumbada de lado.

Es una postura de transición, que sirve para descansar. Por eso, es recomendable utilizar una almohada entre las piernas y otra en la cabeza para sentirse cómoda.

Piernas elevadas

Tumbada en el suelo, acerca el trasero a la pared y estira las piernas. Comienza entonces a bajarlas dando pequeños pasos hacia atrás en la pared y luego vuelve a subirlas. Sentirás una mejoría en la circulación y un alivio de las contracciones.

Sentada con el tronco hacia delante

Es una postura cómoda tanto para la embarazada como para los ginecólogos que deben hacer tactos vaginales para conocer el grado de dilatación. Pero si se permanece demasiado tiempo en esta posición puede aumentar el dolor de espalda, por lo que es conveniente alternarla con otras posturas.

Pelota de Pilates o ‘fit ball’

Seguramente la hayas utilizado durante el embarazo para tonificar y fortalecer el suelo pélvico, pero también puede serte muy útil en la fase de dilatación. Sentarte y balancearte ligeramente sobre la pelota de Pilates te ayudará a soportar mejor las contracciones y facilitará que el bebé baje hacia la vagina.

Para afrontar el expulsivo, puedes optar por estar tumbada en la cama, con las piernas en alto, de cuclillas, sentada en un taburete o en una silla de parto, donde llevarás a cabo la última fase del parto y en la que verás ya a tu bebé.

En cualquiera de estas posiciones, tu equipo de especialistas te irá dando las directrices necesarias para que cooperes en la finalización del proceso. Lo importante es que tú te sientas cómoda y tranquila.