El acné es uno de los trastornos dermatológicos más comunes y habitualmente no reviste gravedad. Aparece en nuestra pubertad para desaparecer después de unos años sin mayor trascendencia.

Zonas donde sale acné

El acné se manifiesta sobre todo en la cara, especialmente en frente, mejillas y mentón, pero también puede aparecer en otras zonas, como la nuca, el escote, la espalda, las axilas y las nalgas.

No obstante, en ocasiones el acné puede ser grave y ocasionar complicaciones que lo convierten en una patología. En estos casos también puede ser muy estigmatizante, afectar a la autoestima y a la calidad de vida, sobre todo en las personas más jóvenes.

Causas del acné

La causa del acné es multifactorial, pues si bien surge en la pubertad por los cambios hormonales propios de la edad, con la menstruación o el embarazo, también puede tener un origen genético o estar desencadenado por factores externos, como por ejemplo:

  • Productos cosméticos en general.
  • Una higiene inadecuada.
  • Actividad exagerada de andrógenos.
  • Algunos medicamentos compuestos por corticosteroides.
  • Tabaquismo.
  • Estrés.
  • Algunos alimentos.
  • Factores medioambientales (contaminación).

Producción excesiva de andrógenos

Asimismo, los andrógenos afectan especialmente a las glándulas sebáceas y hacen que produzcan más sebo. Cuando la producción es exagerada, los poros de la piel se obstruyen y surge la inflamación posterior en forma de grano, espinilla, etc.

No ayuda nada que además nos toquemos los granos o los reventemos, porque así contribuimos a que la inflamación y la infección empeoren.

Síntomas del acné

Los síntomas del acné saltan a la vista y no es algo que podamos ocultar fácilmente:

  • En casos leves no va más allá de los comunes y molestos granos y espinillas.
  • En los casos más graves pueden presentarse pápulas, pústulas (forúnculos con pus), quistes, lesiones nodulares, abscesos, costras y cicatrices.

Tipos de acné

¿Cómo saber qué tipo de acné tengo?

El acné puede clasificarse en varios tipos dependiendo de la causa que lo provoca y de su gravedad. Algunos de los más frecuentes son:

  • Acné vulgaris o común: Surge en la pubertad a causa de los cambios hormonales y con los años desaparece por sí solo. Se presenta en forma de espinillas y granos.
  • Acné invertido: Es un tipo de acné grave que surge después de la pubertad y es más frecuente en hombres jóvenes. Las lesiones aparecen sobre todo en las zonas donde se producen rozamientos de la piel, como por ejemplo las axilas, nalgas y pecho (especialmente en las mujeres). Este tipo de acné también está asociado al consumo de nicotina.
  • Acné cosmético: Provocado por productos cosméticos en general, cremas y maquillajes.
  • Acné venenata: Causado por productos químicos, como el cloro, yodo o alquitrán.
  • Acné medicamentoso: Producido por ciertos fármacos.
  • Acné aestivalis: Causado por la radiación ultravioleta.
  • Acné neonatal: que aparece en el recién nacido.

Diagnóstico: ¿cómo saber si tengo acné?

El diagnóstico del acné se realiza a través de un examen visual de las lesiones. El dermatólogo puede determinar cuáles son las causas que lo provocan y prescribir el tratamiento más adecuado para cada caso.

Si el acné está relacionado con otros trastornos, como caída del cabello, seborrea, aumento de vello o trastornos menstruales, se recomienda hacer un análisis de sangre para descartar o confirmar alteraciones hormonales y aplicar el correspondiente tratamiento.

Tratamiento para el acné: ¿cómo eliminarlo?

El objetivo del tratamiento es reducir la producción de sebo, mitigar la inflamación e infección, evitar la formación de quistes y estimular la formación de una piel sana.

El tratamiento del acné se basa siempre en una escalera de tratamientos, es decir, tenemos que empezar siempre por el escalón más inferior y luego vamos subiendo en función de las necesidades de cada paciente.

El tratamiento es siempre individualizado, no sirve la misma regla para todos los pacientes, pero sí tenemos unas normas básicas que vamos siguiendo prácticamente todos los dermatólogos.

Lo más importante es la limpieza de la piel por la mañana y por la noche, limpiar con un jabón específico para el acné, evitando así el taponamiento folicular, o el crecimiento exagerado de bacterias, logrando que esa grasa exagerada esté perfectamente eliminada de la piel.

Tratamiento tópico

Si es un acné poco importante con un antibiótico tópico, por ejemplo, la eritromicina o la clindamicina, podría tener muy buenos resultados.

Si el acné es un poco más importante, además de la limpieza, y en lugar del antibiótico, podríamos asociar un retinoide tópico, que casi siempre combinamos con el peróxido de benzoilo. El retinoide tópico va a tener la capacidad de actuar sobre todas las causas que van a ser desencadenantes del acné.

Sin embargo, aunque algunos de estos productos pueden comprarse fácilmente en la farmacia, es recomendable acudir antes a la consulta del dermatólogo para que valore nuestro caso y nos recomiende el producto más adecuado para nuestro tipo de acné.

Tratamiento oral

Con un acné más complejo se puede tratar con un antibiótico oral que fundamentalmente va a ser la doxiciclina, quizá sea el antibiótico que los dermatólogos utilizan con una mayor frecuencia. En una primera fase hay un efecto antibiótico, que actúa en el sobrecrecimiento bacteriano, a continuación, en una segunda fase se utiliza en dosis más bajitas, porque tiene un efecto también antiinflamatorio y este efecto antiinflamatorio es el que nos va a permitir controlar la prevención de nuevos brotes de acné.

Y finalmente, el tratamiento que cada vez se utiliza más en niños y niñas más jóvenes, es la isotretinoina.

Cómo prevenir el acné

El acné siempre se puede prevenir, pero se pueden seguir algunas recomendaciones para disminuir el riesgo:

  • Seguir una alimentación sana y equilibrada.
  • Hidratarse de forma constante y abundante.
  • Hacer ejercicio físico.
  • Evitar el tabaco.
  • Una higiene adecuada (no excesiva) utilizando productos no agresivos para la piel, sin conservantes, aditivos, perfumes y con un pH neutro.
  • Utilizar cosméticos y cremas que sean adecuados para nuestro tipo de piel.