El análisis de sangre es una de las pruebas diagnósticas más utilizadas y de mayor importancia en la práctica clínica. Consiste en extraer una muestra de sangre que después se analiza en el laboratorio.
La muestra se recoge mediante venopunción, con la ayuda de una jeringuilla que extrae la cantidad de sangre necesaria para el análisis, la mayoría de las veces de una vena localizada en la parte interior del codo.Un simple análisis de sangre aporta muchos datos importantes para detectar enfermedades o alteraciones.
Principalmente el análisis de sangre valora los siguientes parámetros:
El hemograma: Es una prueba para contabilizar la cantidad de células sanguíneas (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas).
La bioquímica: Glucosa, ácido úrico, colesterol y triglicéridos, proteinas, metabolsimo del hierro, función renal, hepática y pancreática, iones (sodio, potasio…).
Coagulación: Descartar enfermedades de la coagulación de la sangre.
Pruebas hormonales: Para la detección de enfermedades de las diferentes glándulas del organismo: tiroides, paratiroides, glándula suprarrenal, ováricas.
Serologías: Para la detección de infecciones (VIH, Virus de la Hepatitis B y C…).
Inmunología: Para detectar enfermedades autoinmunes y reumatológicas (ANA…).
Marcadores tumorales: Para descartar cáncer.
Enzimas cardíacos: En los casos de sospecha de infarto de miocardio.
Niveles de fármacos y drogas en sangre.
Alergias ambientales, alimentarias.
Diagnóstico de enfermedades
Un simple análisis de sangre aporta muchos datos importantes para detectar enfermedades o alteraciones. El análisis de sangre también es un método rutinario, por ejemplo, para controlar el estado de pacientes que reciben quimioterapia con el fin de comprobar cómo se encuentra su sistema inmune.
Una analítica también puede detectar la anemia o problemas de coagulación, de tiroides, infecciones bacterianas y alergias.
El análisis de sangre es un método eficaz para el diagnóstico de numerosas enfermedades de carácter inflamatorio o inmunitario y también para la detección precoz de patologías que no presentan síntomas, como por ejemplo la hiperglucemia o la hipercolesterolemia en personas sanas.
Asimismo, este análisis puede confirmar un embarazo, la existencia de enfermedades de transmisión sexual, como el VIH o la hepatitis, o el consumo de drogas legales e ilegales.
Alteración de los valores
Una alteración puntual de los parámetros sanguíneos no siempre significa que exista una enfermedad o un problema grave, por lo que no hay que alarmarse si esto sucede.
El médico será quien nos saque de dudas y valore el resultado del análisis de sangre dentro del contexto de las circunstancias personales y la historia clínica del propio paciente, teniendo en cuenta las enfermedades que sufre, la medicación que toma o su estilo de vida.