¿Que es la Cistoscopia?

La cistoscopia es una técnica que permite visualizar el interior de la vejiga urinaria para realizar un diagnóstico, y también para poder guiar ciertos tratamientos si es necesario. Para ello se utiliza un tipo especial de endoscopio, un tubo de unos 40 cm de largo y 0,5 cm de diámetro, que contiene una cámara. El tubo puede ser de dos tipos:

  • Flexible: más cómodo para el paciente, permite visualizar el interior de la vejiga de una forma rápida para un primer análisis.
  • Rígido: mucho más molesto para el paciente; de hecho, la anestesia local es casi obligada. Su principal ventaja es que permite visualizar el interior de la vejiga con mucha más nitidez, porque su cámara es de mayor resolución. Además, el tubo rígido tiene varias hendiduras por las cuales se pueden introducir instrumentos (pinzas, gomas, bisturíes, etcétera).

El cistoscopio fue inventado en 1877 por el doctor alemán Maximilian Nitze. Al principio era un tubo hueco sencillo que permitía visualizar piedras dentro de la vejiga y alteraciones groseras de la uretra, pero pronto le añadieron una luz y hendiduras, que permitían manipular el interior del aparato urinario. Fue así como surgieron las primeras intervenciones endoscópicas de la historia, mucho antes que la artroscopia o la laparoscopia. El Dr. Nitze, además, utilizó ese mismo aparato para visualizar el interior del esófago, estómago y laringe, aunque no fue tan útil como cuando se usaba para ver el interior de la uretra.

La cistoscopia, por tanto, forma parte de las técnicas mínimamente invasivas que ahorran una cirugía mayor y las complicaciones asociadas a esta, como las infecciones de las heridas quirúrgicas.

¿Para qué sirve la cistoscopia?

Se realiza una cistoscopia cuando se quiere visualizar el interior de la vejiga urinaria y el trayecto de la uretra para confirmar un diagnóstico concreto. También permite tomar biopsias de las paredes de uretra y vejiga y, si es necesario, se pueden tratar enfermedades.

Cuándo se debe hacer una cistoscopia

Las indicaciones más frecuentes de la cistoscopia son:

  • Comprobar si existe cáncer en las paredes de las vías urinarias, y tomar biopsias si se observan alteraciones sospechosas.
  • Tomar muestras directas de la orina para analizar si existe infección, evitando así que se contamine la muestra al pasar por la uretra y salir al exterior.
  • Diagnosticar malformaciones de las vías urinarias y repararlas si es posible.
  • Diagnóstico y, en ocasiones, tratamiento, de la hipertrofia benigna de la próstata, que estrecha la uretra impidiendo el paso de la orina.
  • Solucionar las estenosis uretrales mediante resecciones trans uretrales (RTU), que ensanchan el interior de la uretra.
  • Retirar cálculos urinarios que estén en la vejiga o impactados en la uretra.
  • Diagnosticar la presencia de quistes, divertículos, pólipos, y otras formaciones patológicas de la pared de la vejiga. En ocasiones se pueden solucionar mediante la cistoscopia.
  • Estudiar en profundidad cistitis crónicas que no se han conseguido resolver con antibióticos.
  • Identificar úlceras en la mucosa urinaria y tomar muestras de las mismas si es necesario.
  • Estudiar la presencia de sangre en la orina, por si su origen es una hemorragia de las vías urinarias inferiores.

Preparación para la cistoscopia: indicaciones

Si te van a realizar una cistoscopia estas son las cuestiones que debes tener en cuenta en la preparación previa a la prueba:

  • Ingreso: la cistoscopia puede realizarse de forma ambulatoria. Puedes someterte a la prueba e irte al poco rato a tu casa. No obstante, si es necesario realizar alguna intervención quirúrgica se suele realizar en un quirófano para extremar las medidas de higiene y administrar anestesia regional, y por eso pueden mantenerte en observación más tiempo.
  • Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento previo. Se deben comunicar al médico todas las medicinas que se toman habitualmente, y él decidirá cuáles suspender o mantener. Se debe evitar tomar medicamentos que dificulten la coagulación de la sangre las dos semanas previas a la cistoscopia si se realiza alguna intervención quirúrgica, como la aspirina, el ibuprofeno y otros antiinflamatorios.
  • Comida: no es necesario permanecer en ayunas antes de la prueba. Sí se recomienda beber abundante agua los días posteriores a la prueba.
  • Ropa: puedes acudir a la cita con el urólogo con la misma ropa de cada día. Si la cistoscopia se realiza en quirófano te darán una bata cómoda para cambiarla por la ropa de calle.
  • Documentos: es recomendable llevar el historial médico que detalle las enfermedades urológicas, si las tienes, aunque el médico ya lo tendrá con él. Antes de someterte a la intervención quirúrgica firmarás el consentimiento informado, con el que aceptas que te realicen la técnica y conocerás los posibles riesgos. Si la prueba sólo es diagnóstica bastará con un consentimiento oral.
  • Embarazo y lactancia: la cistoscopia no está contraindicada en estas situaciones, pero si es un embarazo de riesgo es mejor realizarla sólo si nos encontramos ante una situación grave.

Procedimiento: ¿cómo se hace la cistoscopia?

En primer lugar te preguntarán si estás de acuerdo con someterte a la cistoscopia, y la prueba puede realizarse con un cistoscopio flexible en la consulta en ese mismo momento, si lo que interesa es sólo observar el interior de la vejiga unos pocos minutos o incluso tomar una biopsia. Pero si hay que realizar alguna técnica quirúrgica será necesario que firmes un consentimiento escrito y se realice en quirófano bajo anestesia, para que no sientas ningún dolor durante toda la intervención.

La anestesia puede ser de tres tipos: general, regional o local. Lo más frecuente es que se realice con anestesia regional siempre que sea posible. Para ello te practicarán una pequeña punción en la espalda para anestesiar directamente las raíces nerviosas de la médula espinal. De este modo, las vías urinarias a intervenir no tendrán sensibilidad y estarás despierto todo el tiempo, aunque pueden sedarte para que estés más relajado. La anestesia local no es útil en este tipo de prueba, pero la anestesia general sí puede utilizarse en ocasiones.

Antes de introducir el cistoscopio, se desinfectarán los genitales y el orificio de entrada de la uretra. Te cubrirán con una sábana quirúrgica para limitar la zona. Se suele lavar el interior de la uretra con un antiséptico líquido, que además lleva un poco de anestesia, para así insensibilizar las paredes de la uretra.

Es entonces cuando el urólogo introduce por la uretra el cistoscopio. Puede resultarte muy molesto e incluso doloroso en un primer momento. La cámara permite visualizar el interior de la vejiga y, al mismo tiempo, se introduce suero fisiológico dentro de la vejiga para distenderla. Cuando la vejiga se llena de suero es normal que sientas muchas ganas de orinar.

Los instrumentos que se introducen dentro de la vejiga son muy variados: pinzas, tijeras, asas de coagulación, etcétera. Con ellos el urólogo conseguirá solucionar el problema que exista. Toda la intervención se graba en vídeo para que pueda ser visualizada después por el médico o por ti mismo. Si la prueba es una biopsia será suficiente utilizar unas pinzas que atrapen un trocito de la mucosa interna de la vejiga, y podrás sentir un pinchazo breve en ese momento.

Complicaciones de la cistoscopia: riesgos

En general, si te han hecho una cistoscopia no presentarás ninguna complicación y sólo se recomienda beber entre 4 y 6 vasos de agua al día para mantener un flujo de orina adecuado. Debes acudir al médico en el caso de que notes fiebre, escalofríos, dolor, o disminución de la cantidad de orina.
Las complicaciones en la cistoscopia no son muy frecuentes. Algunas que pueden ocurrir en ocasiones son:

  • Daño de la pared vesical o de la uretra. Puede ser desde una pequeña herida hasta una ruptura total de la pared. Pueden ser debidas a un error del urólogo o por alteraciones anatómicas del paciente.
  • Infección de orina tras la realización de la cistoscopia. Cuando sucede es necesario el tratamiento antibiótico. Si la infección asciende hasta los riñones y provoca una pielonefritis el tratamiento antibiótico debe suministrase por vía intravenosa.
  • Infección de la próstata, es decir, prostatitis. En este caso la infección se debe tratar con un antibiótico intravenoso.
  • Complicaciones propias de la anestesia (depresión respiratoria, alergia a sedantes, parálisis nerviosa, etcétera).

Resultados de la cistoscopia

Cuando se realiza una cistoscopia diagnóstica en consulta, el urólogo puede obtener los resultados de la prueba en el mismo momento. De manera que en seguida puede proponer una solución o tratamiento si existe un problema.
Si durante la cistoscopia realiza una biopsia o coge muestras para cultivar microbios, los resultados tardarán varias semanas.

En el caso de realizarse algún tratamiento vía cistoscópica, los resultados son muy positivos. Después de someterse a la técnica se necesita muy poco tiempo para recuperarse, y podrás ir a tu casa ese mismo día si todo ha ido bien.

Preguntas frecuentes sobre cistoscopia

La cistoscopia tiene una duración variable según la técnica que vaya a emplearse. Puede durar unos pocos minutos (si sólo es necesaria para el diagnóstico o toma de biopsias), o más de media hora (si se debe realizar algún tratamiento quirúrgico).

Sí, se recomienda llevar un acompañante cuando se realiza alguna intervención quirúrgica durante la cistoscopia. Sin embargo, no es necesario ir acompañado cuando se trata de una cistoscopia diagnóstica puntual.

La cistoscopia no tiene ninguna contraindicación concreta.

Cuando se termina la intervención se extrae el cistoscopio. Es normal que la uretra permanezca dolorida durante unas horas, e incluso que se orine algo de sangre durante unos días.

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