Claves para reconocer la cistitis intersticial

Al oír hablar de cistitis intersticial, lo primero que pensamos es que es un problema que nos hace ir con frecuencia al baño por las ganas imperiosas e inminentes de orinar. Generalmente también nos puede sugerir una infección urinaria. La palabra cistitis hace referencia a una inflamación de la vejiga, pero si además aparece dolor y sensación de opresión en la zona del abdomen inferior y/o dolor en el área genital y en ocasiones dispareunia (molestias en las relaciones sexuales), podemos estar ante una cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa.

La cistitis intersticial se puede presentar con diferentes síntomas y con distinta intensidad, siendo una situación crónica. Por eso, su diagnóstico es complicado. De hecho, algunos autores hablan de distintas enfermedades. El síntoma más característico es el dolor al orinar, junto con los otros síntomas, y no se debe a infección, a un cálculo renal u a otras patologías.

Síntomas cistitis intersticial

Los síntomas más característicos son:

  • Presión en la vejiga y dolor que empeora a medida que se va llenando.
  • Dolor en la parte inferior del abdomen, en la zona lumbar, en la pelvis o la uretra (el conducto que lleva la orina de la vejiga hacia el exterior del cuerpo).
  • Para las mujeres, dolor en la vulva, la vagina o en el perineo.
  • Para los hombres, dolor en el escroto, testículos, pene o el perineo.
  • Necesidad de orinar con frecuencia (más de lo normal, unas 7-8 veces al día).
  • Sensación imperiosa de orinar, incluso justo después de terminar.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Puede agravarse con ciertos alimentos o bebidas.

Dolor cistitis intersticial

La intensidad del dolor puede variar desde una sensación molesta al orinar, a sentir como una especie de quemadura durante la micción. Como todo término médico que termina en “itis”, en la cistitis intersticial se produce una inflamación de la vejiga, situación que puede empeorar en un pequeño porcentaje de pacientes que desarrollan también úlceras en la vejiga (úlceras de Hunner).

La cistitis intersticial afecta en el 90% de los casos a las mujeres, en las que suele aparecer a partir de los 40 años, y con la edad se aumentan las probabilidades de desarrollarla. No están claras las causas por las que se produce la cistitis intersticial, pero se barajan varias hipótesis entre las que se encuentran:

  • Problemas en la mucosa de la vejiga, que generalmente está irritada, alterando su permeabilidad. Ciertas sustancias de la orina pueden irritarla aún más.
  • La inflamación de la vejiga.
  • Alguna sustancia en la orina que produce daño en la vejiga.
  • Problemas en los nervios (Nota: para evitar confundir con estar nervioso), que aumentan la sensibilidad en la zona de la vejiga, lo que hace que aparezca la sensación de dolor.
  • Problemas inmunológicos.
  • Otras infecciones en el organismo que también afectan a la vejiga.

Diagnosticar cistitis intersticial

Todos estos elementos son necesarios para que el médico pueda valorar la posibilidad de estar ante una cistitis intersticial. Para confirmar el diagnóstico y también descartar otras patologías, puede apoyarse en los siguientes elementos:

  • Historia clínica y diario miccional. Tu médico te pedirá que vayas anotando las veces que orinas, la cantidad y si es dolorosa o no la micción. Puede utilizarse un cuestionario específico.
  • Tacto vaginal para examinar el abdomen y los órganos de la pelvis. También se puede complementar con el examen del ano y ginecológica.
  • Análisis de orina. Con este análisis se puede saber si hay una infección en el tracto urinario.
  • Cistoscopia. A través de la uretra se introduce un tubo de pequeño tamaño con el que se ve el revestimiento de la vejiga.
  • Biopsia. Mientras que se lleva a cabo la cistoscopia, se puede extraer una muestra de tejido para examinarla en el laboratorio.
  • Citología de la orina. Se analiza la orina para descartar un tumor.
  • Análisis de sensibilidad de potasio (no siempre se utiliza). Se introduce una solución de cloruro de sodio (o agua) y cloruro de potasio en la vejiga y tu médico te pedirá que comentes la necesidad que tienes de orinar en una escala de 0 al 5, y que valores si te molesta más con alguna de las dos soluciones.

Tratamiento cistitis intersticial

A la hora de hablar de tratamiento de la cistitis intersticial, hay varias opciones que van desde la fisioterapia hasta la estimulación nerviosa, pasando por los medicamentos orales o los que se instilan en la vejiga. Ciertos productos (café, bebidas alcohólicas, cítricos, tomates, bebidas carbonatadas y picantes) pueden, en algunos pacientes, causar un aumento de los síntomas. Puede hacerse una prueba limitando su consumo, aunque su eficacia no ha sido estudiada rigurosamente. Otros tratamientos como la hidrodistensión (“estirar” la vejiga llenándola por encima de su capacidad normal) u otros procedimientos quirúrgicos, se utilizan en indicaciones muy concretas y poco frecuentes.