La ansiedad nocturna está causada por los altos niveles de estrés y tensión que hemos ido acumulando a lo largo de la jornada y que por la noche, cuando nos encontramos más vulnerables a los pensamientos recurrentes y negativos, hacen que estemos preocupados, ansiosos, y sin poder conciliar el sueño.
Esta sensación desagradable y molesta, que muchas veces no asociamos a nada concreto que nos haya ocurrido durante el día, dispara el estrés acumulado de manera incontrolable justo en el momento en que más relajados deberíamos estar para poder dormir.
¿Cómo combatir la ansiedad nocturna?
Una dieta adecuada y equilibrada que contenga todos los nutrientes de la pirámide alimenticia, es muy importante para mantener a raya la ansiedad nocturna.
Se recomienda comer de manera saludable unas cinco veces al día, masticando despacio con el fin de evitar llegar a la noche con un hambre desaforada que nos lleve a comer compulsivamente y sin control.
De lo contrario, corremos el riesgo de acumular en un atracón todas las calorías que no se consumieron a lo largo de la jornada, lo que con el tiempo puede causar sobrepeso y obesidad.
Consejos para controlar la ansiedad nocturna
Existen algunos trucos para no irse a la cama con hambre y evitar levantarse para asaltar el frigorífico en un arrebato nocturno:
- Tomar un vaso de leche templada, un plátano o un puñado de frutos secos antes de irse a la cama.
- Beber una infusión de tisana caliente y relajante.
- Realizar ejercicios de relajación o mindfullnes que reduzcan nuestro nivel de ansiedad.
Cambio de hábitos antes de acostarnos
La ansiedad nocturna puede manifestarse de muy diversas maneras. Además de estar relacionada con el insomnio, también lo está con otros trastornos como el del ‘comedor nocturno’, que se caracteriza básicamente por los asaltos nocturnos a la cocina para comer de manera desaforada todo lo que esté a mano.
Para controlar la ansiedad con la comida desmedida debemos empezar por cambiar nuestros hábitos antes de acostarnos por las noches.
- Comer adecuadamente durante el día para evitar la hiperfagia nocturna (apetito incontrolable nocturno sin razón aparente).
- Evitar cenar en exceso, especialmente alimentos grasos, azucarados, salados o picantes (todos los que puedan producir acidez, gases o reflujo).
- Cenar temprano y comer alimentos como arroz y pasta integral o ricos en proteínas (huevos, carne o pescado).
- No tomar bebidas estimulantes, como alcohol, café y otras bebidas excitantes a partir de las 6 o 7 de la tarde.
- Mantener unos horarios fijos y regulares: irse a la cama todos los días a la misma hora.
- Practicar algún deporte o ejercicio físico durante el día (evitar hacerlo a partir de la tarde-noche).
- Crear un ambiente agradable en nuestro dormitorio antes de dormir y utilizarlo sólo para descansar.
- No ver la televisión ni utilizar el móvil, tablet u ordenador justo antes de dormir, porque su iluminación es demasiado estimulante.
- Practicar ejercicios de relajación y respiración.
¿Y si no puedo evitar levantarme a comer por la noche?
Normalmente, la ansiedad nocturna que sentimos suele aumentar nuestro deseo por alimentos poco saludables, ricos en grasas e hidratos de carbono. Si no puedes evitar levantarte por la noche a comer intenta, dentro de lo posible:
- Elegir un alimento saludable: fruta, yogur natural…
- Comer masticando despacio.
- Saborear los alimentos escogidos.
La ansiedad nocturna puede derivar en otros trastornos
Los efectos negativos e inmediatos del atracón nocturno a menudo son angustia, culpabilidad y, en general, altibajos en el estado anímico que pueden llevarnos a otras patologías o trastornos como la bulimia o la anorexia nerviosa.
Para algunas personas, dominar el estado compulsivo al que lleva la ansiedad nocturna es realmente complicado.
Cuando se trata de un caso que está afectando gravemente a la salud física y mental de la persona es importante consultar con el especialista para que pueda hacer un buen diagnóstico, determinar la causa de los atracones nocturnos y prescribir el mejor tratamiento posible.
En general este trastorno requiere un abordaje integral y multidisciplinar de la mano de médicos, nutricionistas y psicólogos. Además, la psicoterapia individual puede ser gran ayuda para recuperar el equilibrio emocional y combatir para siempre la ansiedad nocturna.