¡Qué tu peso no te mine la autoestima!

Los kilos de más no le gustan a nadie y a muchas personas les cuesta dejarlos atrás.

Mujer haciéndose un selfie

Estar a dieta permanentemente, y en esas circunstancias es fácil tirar la toalla. De esta forma, se puede entrar en un circulo vicioso: dejo la dieta porque no adelgazo y sigo comiendo lo que quiero, además, dejo de hacer deporte y voy ganando cada vez más y más kilos. Esto hace que no estemos contentos con nosotros mismos y que nuestra autoestima sea cada vez más baja, porque algo falla.

Mejorar la autoestima

Pero debemos tomar las riendas de nuestra vida y ponernos en manos de los expertos.

Si queremos adelgazar, lo primero que tenemos que hacer es consultar con un equipo de especialistas. Las pautas que nos ofrezca el psicólogo serán claves para alcanzar los objetivos marcados, porque a la hora de plantearnos un tratamiento para perder peso es fundamental que establezcamos metas realistas que podamos cumplir.

Para dejar a un lado esos kilos de más contamos con una serie de tratamientos  para adelgazaren función de nuestras necesidades.

Teniendo en cuenta nuestra situación, nuestro equipo médico nos dará las recomendaciones que más se adaptan a la cantidad de kilos que queremos perder.

Así, si necesitamos perder como mínimo unos 12 kilos, podemos optar por la implantación de un balón intragástrico, con el que se reduce la capacidad del estómago durante los 6 meses que lo llevamos implantado y en ese tiempo aprendemos a comer y a seguir una buena pauta de ejercicio físico.

Colocación balón intragástrico

Consejos para aumentarla autoestima cuando queremos adelgazar

Para fortalecer tu autoestima, te damos unos consejos que tienes que tener en cuenta, donde no te puedes olvidar de lo que vales y que sí que puedes lograr los objetivos marcados si recurres a la ayuda necesaria.

  • Sé amable contigo mismo, refuerza los pensamientos positivos, y los logros que consigues.
  • Valora tus puntos fuertes  y los logros que consigues.
  • Descubre tus debilidades y siempre desde el respeto hacia ti mismo, márcate objetivos de cambio realistas.
  • Ponte objetivos alcanzables. No solo a la hora de comer; sino también cuando vayas a hacer ejercicio. Eso hará que dejes de ser sedentario y te apuntes al club de los activos.
  • Escucha tu cuerpo y las sensaciones que tiene antes y después de un cambio.
  • Frente a los ofrecimientos de comida, aprende a decir que no, no sentirte culpable y comunicarte de manera más asertiva.
  • Aprende a ser flexible contigo mismo de manera puntual.
  • Da la gusta importancia a lo que los otros piensen de ti y de tu físico.
  • Cuida de las relaciones sociales, ¡qué una dieta no te aísle!
  • Dedícate tiempo a ti mismo, mediante la actividad física, cuídate.
  • Y recuerda siempre, que el peso que te sobra y que quieres cambiar, no dice nada de tu valía personal.

  • Opta por comer lo que te diga tu equipo de especialistas e intenta desterrar la “fast food”.
  • Mírate al espejo y gústate. Nos tenemos que aceptar con nuestros puntos fuertes y débiles.
  • Actívate. Hacer ejercicio físico nos hace sentir bien. Recuerda que se liberan endorfinas.
  • Piensa en positivo y transmite esa positividad a la gente que tienes a tu alrededor.