Seguramente hayas oído hablar de trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como la bulimia o anorexia nerviosa, que aunque afecta a ambos sexos suele ser más frecuente en las mujeres.
¿Cómo se manifiesta?
La bulimia sin duda se trata de un trastorno psicológico muy complejo en el que el enfermo come sin control alguno, generalmente con atracones compulsivos, para después tener sentimientos de vergüenza y culpabilidad que le llevan a purgarse vomitando y/o ingiriendo laxantes y diuréticos, o bien compensando el atracón sometiéndose a ayunos o practicando ejercicio también de forma compulsiva. En ambos casos el objetivo es el mismo, evitar engordar y conseguir el peso ideal que creen que deben tener.
De esta manera, las personas con no disfrutan al comer porque su único objetivo es saciar sus ansias de ingerir alimento rápidamente (mediante el atracón) y de forma compulsiva sin pensar para nada en lo que están comiendo ni pararse tan siquiera a masticar.
Normalmente asociamos la bulimia a la pérdida de peso y a personas delgadas, pero esto no siempre es así.
En muchos casos la bulimia es difícil de detectar porque el enfermo tiene un peso considerado normal e incluso puede tener sobrepeso y obesidad.
De hecho, se estima que cerca de un tercio de las personas con obesidad sufre lo que se denomina “trastorno por atracón” y “trastorno del comedor nocturno”, en el que pueden estar comiendo sin parar (en forma de atracón) hasta dos horas seguidas.
Consecuencias de la bulimia
La bulimia tiene muchas consecuencias negativas para la salud, no sólo físicas sino también psicológicas, como por ejemplo:
- Hiperactividad, ansiedad y depresión.
- Comportamientos y pensamientos obsesivos
- Deshidratación y desequilibrio electrolítico.
- Trastornos gastrointestinales (intestino irritable, reflujo gastroesofágico, hernia de hiato, úlcera, perforaciones esofágicas).
- Lesiones en la garganta.
- Deterioro del esmalte dental y caída del cabello.
- Alteraciones metabólicas.
- Trastornos cardiacos, como arritmias o taquicardias, etc.
- Irregularidades menstruales.
- Problemas renales.
Tratamiento de la bulimia
En el caso de pacientes obesos la bulimia suele iniciarse en la niñez o la adolescencia como consecuencia de un cuadro de obesidad ya existente y de una baja autoestima.
Por ello, el tratamiento de la bulimia debe ser multidisciplinar, ya que no solo implica una reeducación nutricional sino también un abordaje psicológico, generalmente basado en la terapia cognitiva conductual.
También puede ser necesario el tratamiento farmacológico dependiendo del tipo de trastorno de que se trate (trastorno por atracón, bulimia nerviosa, síndrome del comedor nocturno).
Lo que hace la medicación es mejorar el estado de ansiedad, depresión e irritabilidad y ayuda a reducir los episodios de atracones y vómitos, pero no soluciona la psicopatología que puede estar en el origen del problema, por lo que es fundamental un abordaje integral.
El acompañamiento y apoyo de la familia también son importantes para el paciente porque en muchas ocasiones la bulimia es consecuencia de conflictos en el seno familiar.