La obesidad es un problema médico. Se trata de un problema médico por la obesidad en sí, que puede acarrear problemas psicológicos y de comportamiento de los pacientes, y porque acarrea problemas médicos asociados como hipertensión arterial, diabetes y otras enfermedades.

Por tanto, la obesidad hay que combatirla y hay que hacerla desaparecer. Existen tres niveles para luchar contra la obesidad.

El primer nivel, y el más sencillo, es el tratamiento de nutrición o de endocrinología, en el cual al paciente se le somete a la típica dieta, hipocalórica en general, hay miles de dietas distintas, en las que se pretende que el paciente disminuya su peso a sus niveles aceptables. Si eso no da lugar a una curación de obesidad, el siguiente nivel es un nivel instrumental en el cual se colocan dispositivos dentro del estómago, sin cirugía pero sí con endoscopia, en los cuales lo que se hace es disminuir de forma temporal, ya sea metiendo un balón que se hincha dentro del estómago, ya sea cerrando parcialmente el estómago por endoscopia, para ayudar a que ese paciente pueda recuperar el volumen normal o en aquellos pacientes que son súper obesos y que la cirugía representa un gran riesgo, para bajarles un escalón en el IMC, y permitir que si haya una cirugía. Y por último, el escalón definitivo, al que desgraciadamente hay que recurrir con frecuencia – hasta en un 20% de los pacientes obesos – es la cirugía de la obesidad en la cual, dependiendo de qué paciente, se realiza una técnica u otra, persiguiendo una curación definitiva de esa obesidad, siempre que se cuente con la colaboración del paciente intervenido.

Tipos de cirugía general de la obesidad e introducción básica

Si al final tu médico endocrino, tu digestivo o tu cirujano te indican de una cirugía de obesidad, tendrás que conocer que hay dos grupos básicos de cirugía. Se indica un tipo de cirugía u otra en función del sitio del que partes, del sitio al que quieres llegar y una serie de condicionantes propios de cada paciente. Básicamente, los grupos quirúrgicos son dos: uno de ellos son los grupos de cirugía restrictivos, y el otro grupo son los grupos de cirugía restrictivos y derivativos. Los grupos de cirugía restrictivos son aquellos en los que se persigue básicamente que la capacidad del estómago para dilatarse al recibir alimentos sea menor, con lo cual la sensación de saciedad es mucho más rápida, pero no produce alteración en la absorción de alimentos. Solamente hace que disminuyamos la cantidad de alimento que podemos tomar. En el otro lado están los que son restrictivos más derivativos, que significa que a la disminución de capacidad del estómago para recibir alimentos se suma, como veremos en otros vídeos, una derivación – un Bypass – de los alimentos para que el trozo del intestino en el que se pueden absorber es menor. Cada técnica está indicada para un tipo de paciente obeso, tu médico o tu cirujano te indicará a qué técnica eres candidato y cada una de ellas tiene un riesgo distinto.

¿Qué es el Bypass gástrico? Técnica e indicaciones

En este caso vamos a hablar de una técnica para la obesidad que es más compleja que la cirugía restrictiva que hemos visto en otro vídeo. En este caso de lo que se trata es de producir no solamente una disminución del tamaño de estómago sino también provocar artificialmente una mal-absorción de alimentos. Por lo tanto, nos encontramos ante un doble mecanismo de tratamiento de la obesidad. Esta técnica, a diferencia de la restrictiva pura o sleeve gástrico, presenta mayor complejidad técnica y por tanto mayor índice de posibles complicaciones y además requiere, a diferencia de las técnicas restrictivas puras, un control a largo plazo por parte de no solamente el cirujano, sino también del nutricionista o del endocrinólogo, para tratar aquellos déficits asociados a la mala absorción, ya sean vitamínicos o de minerales. Es una técnica que se realiza como la otra, bien idealmente con cirugía robótica o con cirugía laparoscópica y en algunos casos se podría hacer con cirugía abierta, dependiendo del paciente, aunque no es lo recomendable. Como podéis ver en este gráfico, a la izquierda se encuentra el transito normal, el esófago que es el tubo desembocando en el estómago y luego en el resto del intestino, y a la derecha está representada la técnica quirúrgica del Bypass. Como podéis ver, el estómago se fragmenta, se parte en dos, dejando una parte inutilizada del estómago, una parte que no recibe alimentos porque está separada del segmento del estómago que sí usamos. Como podéis ver también, esto es una técnica puramente restrictiva, es decir restringe la capacidad del estómago, pero a diferencia de un paciente no operado que el alimento pasa por el estómago, por el duodeno y por el intestino como podéis ver aquí, el alimento pasa al estómago, del estómago pasa al intestino delgado y el resto del tubo digestivo se une a él más abajo. De hecho hay tres segmentos: el alimentario, es decir un tubo que conduce el alimento sin nada de digestión, este se llama el asa biliopancreatica porque el duodeno recoge la secreción del hígado que está aquí, del páncreas, que tampoco tienen ninguna función de absorción, y solamente cuando se unen el asa alimentaria, que transporta el alimento, con el asa biliopancreatica, que recibe la bilis y el páncreas, solamente a partir de este punto y en el fragmento del intestino delgado que dejemos juntos, es decir el asa absortiva se absorberán los alimentos. Con lo cual a la disminución de capacidad de estómago, sumamos una disminución de absorción de alimentos porque se acorta el segmento del intestino. Es una técnica más compleja, con más índice de complicación, pero que es necesario en súper obesos, en pacientes con una gran obesidad, o en pacientes que presentan diabetes o reflujo gastroesofágico severo.

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¿Qué es el sleeve gástrico? Técnica e indicaciones

Me voy a referir a la técnica más frecuentemente realizada para la restricción en la toma de alimentos, que es la llamada, en inglés, tomada del inglés sleeve gástrico o manga gástrica, que básicamente consiste en disminuir la capacidad de estómago en un 80%. Esa técnica se realiza habitualmente mediante cirugía robótica o cirugía laparoscópica y muy raramente en algún paciente muy seleccionado por problemas de otra índole médica o quirúrgica se hace mediante técnica abierta. En todos los casos, como he dicho antes, hay que disminuir en un 80% aproximadamente la capacidad del estómago, y esto ¿qué es lo que ocurre en el paciente? Pues que, con muy poca ingesta de alimentos, el estómago se siente lleno con lo cual la ingesta de alimentos es mucho menor y la pérdida de peso es una pérdida continuada. Esta técnica ha de realizarse en pacientes colaboradores, y que, además, como ya se sabe, no pueden tener alguna enfermedad como diabetes o como el reflujo gastroesofágico severo. La técnica, si éste a la izquierda es la anatomía normal, en la que el esófago, que es el tubo éste por donde los alimentos entran al estómago, y luego el resto del modelo, como podéis ver en esta segunda imagen, lo que se hace es separar todo este segmento de estómago, que se llama curvadora mayor gástrica, y a través de una máquina de grapado, que se llama Endo GIA, se realiza un grapado longitudinal, con lo cual la capacidad de estómago se reduce volumétricamente – es muy importante recordar que esto está en 2D pero en tres dimensiones se acorta no solamente en anchura sino también en profundidad – y este poco alimento que entra hace que éste tubo se hinche y los pacientes operados noten una saciedad muy importante. También es significativo que este trozo de estómago se extrae. Es una técnica que se realiza en un 80% de los pacientes que cumplen una serie de características, que tiene muy buenos resultados de pérdida de peso a corto y medio plazo y que requiere la colaboración del paciente en los meses subsiguientes para no ganar peso, y tiene la ventaja de que en caso de no funcionar puede ser revertida a una técnica de restricción más derivación, que veremos en otro vídeo.

¿Qué cambiará después de una cirugía de la obesidad? Aspectos a tener en cuenta

Para que una persona obesa deje de ser obesa y por tanto deje de tener el riesgo de todas esas enfermedades asociadas con la obesidad, hace falta sin ningún tipo de duda una colaboración del paciente. Es decir, el paciente debe de entender que tiene un problema serio, que es la obesidad, que acarrea problemas aún más serios – cardiológicos, neumológicos etc. – y que un arma que le proporciona la medicina es una cirugía de la obesidad. Pero si un paciente se ha sometido a una cirugía de la obesidad y no quiere colaborar en el seguimiento ni en el tipo de alimento que tiene que tomar, se habrá sometido innecesariamente a un riesgo quirúrgico. La cirugía de la obesidad te va a cambiar la vida definitivamente. Definitivamente porque te va a dar un arma muy positiva, muy potente para poderte curar la obesidad, pero deberás seguir las indicaciones de los nutricionistas y de los endocrinos. Y, además, en el caso de haberte realizado una cirugía derivativa, básicamente un Bypass, tendrás que seguir, tener un seguimiento, de por vida por aquellas proteínas, aquellas vitaminas que se pierden con ese tipo de cirugía. Por tanto, la cirugía no es panacea, es un arma muy potente para poderte curar de ese gran problema que tienes y no acaba en el momento que has dado de alta en el hospital, sino que es un seguimiento que permanece, casi siempre, para muchos años después de la intervención quirúrgica.

Técnica ROSE, para pacientes con Bypass gástrico

El método ROSE es una técnica endoscópica en la que utilizamos el mismo material que para el POSE y la endomanga, que utilizamos en pacientes que se han sometido a un bypass gástrico y han vuelto a ganar peso.

La ganancia de peso en los pacientes que se han sido sometidos a un Bypass gástrico suele estar relacionada con el aumento del diámetro de la unión entre el estómago y el intestino.

Con el método ROSE, lo que hacemos es dar una serie de pliegues en esa unión para disminuirla por debajo de un centímetro y volver a conseguir los resultaros que se habían obtenido con la realización del Bypass. El método ROSE es una de las pocas opciones que tienen los pacientes sometidos a Bypass gástrico para volver a conseguir los resultados esperados.

Es una técnica segura, es muy raro que se produzcan complicaciones durante su realización, y la recuperación es muy rápida. El paciente en entre 24-48 horas puede estar realizando su vida normal.

¿Cuáles son las indicaciones y resultados de la endomanga gástrica y el método POSE?

El método POSE lo solemos indicar en pacientes con sobrepesos altos de masa corporal de 29 hasta obesidades leves en torno a índices de masa corporal de entre 30 y 32.

A partir de ese índice de masa corporal solemos recomendar la endomanga debido a que en su realización utilizamos más suturas, la tuberización del estómago, la reducción del estómago y la rigidez que producimos es mayor.

Con el método POSE esperamos pérdidas de peso en torno a los 20-25kg y con la endomanga perdidas de peso en torno a los 30-35kg.

¿En qué consiste la técnica de la endomanga gástrica y el método POSE?

El método POSE y la endomanga son técnicas quirúrgicas, endoscópicas que realizamos con este dispositivo a través de la boca del paciente. No tenemos que hacer incisiones y por lo tanto la recuperación es más rápida.

A través del dispositivo introducimos una serie de instrumentos con los que realizamos pliegues en el estómago, reduciendo su capacidad y aumentando la rigidez de la pared, con lo cual el paciente nota rápidamente la sensación de saciedad.

Tanto el método POSE como la endomanga son métodos altamente eficaces para la pérdida de peso. Estos procedimientos siempre deben ir acompañados de un seguimiento nutricional y psicológico que suele estar en torno a los 12 y 18 meses, dependiendo de las necesidades del paciente. Tanto la endomanga como el método POSE son técnicas altamente seguras con muy bajo índice de complicaciones. La recuperación suele ser muy rápida, a las 4 horas de la cirugía los pacientes pueden empezar ya a beber agua y el alta se suele dar después de pasar una noche en el hospital, normalmente tomando medicación, analgésicos que se toman de forma habitual.