Beber líquidos para adelgazar como el agua, esencial para la vida e imprescindible para que nuestro organismo funcione correctamente, es una realidad.

Cuando estamos deshidratados, podemos sentir somnolencia, cansancio, dolor de cabeza o incluso mareos.

Es muy importante mantener un nivel adecuado de hidratación a través del consumo de agua y de otras bebidas, como el té, el café, la leche o los zumos, así como el agua presente en los alimentos sólidos, de hecho, se estima que los alimentos aportan el 20% de nuestro consumo total de agua.

En ocasiones, los mensajes que recibimos sobre cómo hidratarnos adecuadamente son un tanto contradictorios:¿Hay que beber 8 vasos de agua al día? ¿El té y el café cuentan como ‘líquidos’? ¿Beber líquidos ayuda a adelgazar? A continuación vamos a resolver algunas de las principales dudas.

¿Cuánto líquido hay que beber?

El 75% de nuestro organismo está compuesto de agua y es fundamental reponerla.

Sin embargo, la cantidad de líquido necesaria depende de muchos factores, como la edad, el clima o la actividad física que se realiza. En general, se recomienda el consumo de 1,6 litros de agua al día para las mujeres (8 vasos de 200 ml) y de 2 litros por día para los hombres (10 vasos de 200 ml).

Pero esto no es más que una recomendación general, el mejor indicador de consumo de agua es la sed, salvo en personas con alguna patología, ancianos y bebés.

El mejor indicador de consumo de agua es la sed, salvo en personas con alguna patología

¿Qué tipo de líquidos para adelgazar debo elegir?

El agua potable es la mejor elección, ya que nos hidrata sin aportar calorías. Sin embargo, existen otras bebidas que también aportan agua, como el té, el café, el chocolate caliente, zumos de frutas, refrescos y batidos.

El problema de algunas de estas bebidas es que suelen contener azúcares y tienen un alto valor calórico, por lo que no son adecuados si queremos perder peso o tenemos obesidad o sobrepeso.

¿El té y el café cuentan como ‘líquidos’?

El té y el café aportan agua, por lo que son adecuadas para hidratarnos. Lo que sí es verdad es que la cafeína presente en estas bebidas puede actuar como diurético y favorecer la eliminación de agua a través de la orina, pero este efecto es mínimo si el consumo es moderado.

¿Es buena la leche para hidratarse?

La leche tiene muchos nutrientes esenciales (vitaminas, proteínas y minerales), pero también contiene grasa saturada, por lo que si nos gusta mucho la leche, conviene optar por las versiones desnatadas o semidesnatadas.

¿El alcohol cuenta como bebida hidratante?

El alcohol produce el efecto contrario, nos deshidrata, porque aunque aporta agua, se elimina a través de la orina.

Además, no debes incluirla entre tus opciones de líquidos para adelgazar, pues contiene una gran cantidad de azúcares y calorías que además de hacernos engordar, perjudican seriamente nuestra salud.

¿Cómo sé si tengo un buen nivel de hidratación?

La sed es el principal indicador del nivel de hidratación, pero también podemos tener en cuenta el color de la orina. Si estamos bien hidratados el suele ser amarillo pajizo, mientras que si el nivel no es óptimo, es de un color oscuro.

¿Beber agua ayuda a adelgazar?

Diversos estudios han demostrado que mantener el organismo hidratado puede ayudar a acelerar el metabolismo favoreciendo el consumo de calorías.

Esto se debe a que cuando tomamos agua fría, el organismo transfiere su calor al agua hasta que su temperatura se iguala a la del cuerpo, esto obliga al organismo a quemar calorías para producir calor y recuperar la energía perdida durante el calentamiento del agua. No obstante, el impacto de este proceso en la pérdida de peso es muy bajo.

¿Beber agua durante las comidas engorda?

No existe ninguna evidencia de que consumir agua durante las comidas favorezca el sobrepeso o interfiera de alguna manera en la digestión. Lo importante es mantenerse hidratado y consumir el agua necesaria dentro y fuera de las comidas.

¿Se puede beber demasiado?

Sí. De hecho, el exceso de hidratación puede causar hiponatremia, que se produce cuando los niveles de sodio en sangre bajan demasiado. Es un trastorno poco frecuente y se da en situaciones muy concretas, como en las maratones y carreras de larga distancia donde el atleta puede sobrehidratarse. No obstante, se estima que menos del 1% de los corredores sufren hiponatremia.