¿Sabes cada cuánto hay que pesarse cuando hacemos una dieta?, lo cierto es que tenemos muchas formas de comprobar que está siendo eficaz: la ropa nos queda más grande o cómoda, nos sentimos más ágiles, el rostro se afina… Sin embargo, nada mejor que una báscula para comprobar nuestros progresos.
¿Cada cuánto hay que pesarse cuando estamos a dieta?
Dar respuesta a esta pregunta no es del todo fácil: algunos expertos recomiendan pesarse una vez a la semana, mientras que otros apuestan por tirar la báscula a la basura para eliminar así la presión a la que se ven sometidas las personas que hacen dieta.
La Dra. Lina Robles Salmerón, nutricionista del Hospital Universitario la Zarzuela de Sanitas, recomienda a sus pacientes pesarse una vez a la semana, el mismo día, a la misma hora y en la misma báscula.
Asimismo, hay quienes creen que pesarse una vez al día puede servir de motivación. De hecho, un estudio de la Brown Medical School (Providence, Estados Unidos) realizado en personas que seguían un plan de adelgazamiento, concluyó que las que más peso perdían eran las que se pesaban todos los días.
Pesarse una vez a la semana puede motivarnos a seguir la dieta
Pesarse más o menos veces a la semana no parece tener un impacto directo en la pérdida de peso, pero sí puede influir positiva o negativamente en nuestro estado emocional y grado de motivación a la hora de cumplir la dieta.
Sin embargo, el principal problema de pesarse con mucha frecuencia es que, además de no ser un reflejo fiable de nuestros progresos, puede ser motivo de estrés y obsesión.
No pesamos lo mismo a lo largo del día
Para empezar, nuestro peso sufre variaciones a lo largo del día que tienen mucho más que ver con la retención de líquidos que con la ingesta de calorías y la pérdida de grasa.
Ver que un día hemos bajado de peso, al siguiente hemos recuperado algo, luego lo hemos vuelto perder y así sucesivamente, además de volvernos locos puede minar nuestra motivación.
El peligro de pesarse varias veces al día
Y por otra parte, la obsesión por la báscula puede poner en peligro nuestra salud física y mental. Algunas personas sufren tal adicción que se pesan cada vez que comen o beben algo para ver el impacto que ha tenido en su peso.
Esta obsesión es peligrosa porque puede empujarnos a tomar medidas drásticas para evitar las fluctuaciones de peso, como extremar la dieta, comer menos de lo que es saludable, saltarse comidas o incluso, en casos muy extremos, desarrollar trastornos de la alimentación, como la bulimia.
¿Cada cuánto hay que pesarse? Una vez a la semana
Pesarse cada tres días o una vez por semana es más que suficiente para ver la evolución de una dieta de adelgazamiento. Ahora, elegir ese día de la semana también tiene su complicación.
¿Qué día de la semana pesarse?
A lo largo de la semana pasamos por un proceso cíclico: de lunes a viernes llevamos una vida más o menos ordenada, con una mayor planificación de actividades, por lo que resulta mucho más fácil seguir la dieta. Por ello, a partir del lunes empezamos a experimentar una pérdida de peso que se suele interrumpir el fin de semana, cuando aparecen las actividades de ocio no planificadas y nos saltamos la dieta. Es aquí cuando recuperamos un poco del peso perdido entre semana.
Al empezar la nueva semana el ciclo se repite: el lunes perdemos el peso ganado el fin de semana y seguimos bajando hasta el fin de semana siguiente, cuando hay una nueva fluctuación al alza, y así sucesivamente.
Por lo tanto, el lunes es el peor día de la semana para pesarse, ya que tendremos algo de peso acumulado del fin de semana. El viernes tampoco es un día muy realista, porque es cuando más pérdida de peso registramos, aunque seamos conscientes de que el fin de semana la situación cambiará. Tal vez lo más sensato sea elegir un día intermedio, por ejemplo el miércoles.
Consejos antes de pesarte
A la hora de pesarte, también puedes seguir estas recomendaciones:
- Pésate por la mañana, el mismo día de la semana, a la misma hora, en ayunas, con la vejiga vacía.
- Súbete a la báscula desnuda/o, o siempre con la misma ropa.
- No te peses después de hacer ejercicio porque la báscula te devolverá un peso engañoso. Con el deporte pierdes muchos líquidos, pero los recuperarás en seguida, así que la pérdida de peso que te marque la báscula no será realista.
- Si eres mujer, tampoco es conveniente pesarse antes o durante la menstruación porque se retienen muchos líquidos.