La diabetes gestacional aparece durante el embarazo debido a cambios hormonales que causan el aumento de los niveles de glucosa. En este caso las células son resistentes a la acción de la insulina de transportar la glucosa a su interior para  emplearla como energía.

La diabetes gestacional puede tener un impacto negativo tanto en la gestante como en el bebé. Aunque lo normal es que desaparezca tras la gestación, un porcentaje de las embarazadas que la sufren termina desarrollando diabetes tipo 2.

En el caso del bebé, puede sufrir trastornos graves como consecuencia de la diabetes gestacional no controlada, como macrosomía, hipoglucemia neonatal, diabetes, hipocalcemia o falta de maduración de los pulmones. Por ello, es muy importante detectarla y tratarla en cuanto aparezcan los primeros signos, entre los que están la pérdida de peso, cansancio, náuseas, aumento de la sed, ganas frecuentes de orinar, visión borrosa o infecciones urinarias.

¿Cómo sé si tengo diabetes gestacional?

La valoración del riesgo de diabetes gestacional se hace sobre la semana 24 de gestación mediante el Test de O’Sullivan, que consiste en tomar una bebida que contiene 50 gramos de glucosa para comprobar, mediante un análisis, cómo el organismo la metaboliza. Si esta prueba muestra un riesgo elevado, se te hará una nueva prueba que permita confirmar un diagnóstico de diabetes gestacional.  

Una vez determinado el riesgo o la presencia de diabetes gestacional, el médico te prescribirá una dieta específica para controlar adecuadamente tus niveles de glucosa y te recomendará que hagas actividad física, dentro de tus posibilidades, ya que se ha demostrado que el ejercicio ayuda a metabolizar la glucosa y a mantener unos niveles adecuados en sangre.

Dieta para diabetes gestacional

En cuanto a la dieta, tendrás que prestar especial atención a los carbohidratos, ya que elevan los niveles de glucosa en sangre. Por ello hay que elegir los de absorción lenta que ayuden a mantener estos niveles estables durante más tiempo, como el pan, el arroz y los cereales integrales; verduras, como las acelgas, las alcachofas o las espinacas; legumbres y frutas, como la manzana o los frutos rojos. Sin embargo, hay que evitar los hidratos de carbono de absorción rápida, como los productos ricos en almidones y harinas refinadas, azúcares, frutas secas y algunas frutas frescas, como los plátanos.

Menu diabetes gestacional

Alimentos recomendados

  • Verduras y cereales integrales ricos en hidratos de carbono de absorción lenta.
  • Carne magra y pescados, evitando los que contienen más mercurio, como el atún, el pez espada o la corvina.
  • Aceite de oliva virgen extra y otras fuentes de grasa cardiosaludable, ricas en ácidos grasos omega 3, como los frutos secos o el aguacate.

Alimentos a consumir de manera moderada

  • Algunas frutas con alto contenido en fructosa.
  • Legumbres.
  • Cereales integrales.
  • Patatas y arroz.
  • Productos lácteos.

Alimentos no recomendados

  • Azúcar, mermelada, miel y otros endulzantes.
  • Refrescos y zumos azucarados.
  • Bollería, galletas, chocolate, helados.
  • Comida rápida y platos precocinados.

Ejemplo de dieta para diabetes gestacional

Desayuno

  • 1 vaso de leche desnatada.
  • 1 tostada de pan integral.
  • 2 lonchas de jamón de pavo.

Media mañana

  • 1 manzana pequeña o un puñado de nueces.

Comida

  • Opción 1: Pollo asado con salteado de calabacín y berenjena.
  • Opción 2: Ensalada de pasta integral con atún y tomates cherry.

Merienda

  • 1 yogur desnatado con frutos rojos o una cucharada sopera de cereales integrales.

Cena

  • Opción 1: Dorada a la plancha con espárragos trigueros.
  • Opción 2: Filete de ternera con ensalada de espinacas.

Con los controles sucesivos de glucosa podrás comprobar si la dieta está ayudando a controlar la diabetes gestacional o si debes modificar algo más en tu alimentación. Es posible que en algunos casos no baste con la dieta para controlarla y necesites adminístrate insulina. En todo caso, tu médico será quién determine si esto es necesario.