Al inicio de la gestación, la  hormona más importante es la hormona del embarazo o gonadotropina coriónica humana (hCG), que es la que da el “pistoletazo de salida” a la gestación, ya que es la hormona cuyos niveles detectan los test de embarazo, siendo por tanto, la responsable de los positivos que confirman la gestación.

Se puede decir que las hormonas, sobre todo las que secreta la placenta, son las que “llevan la voz cantante” durante el embarazo, y se trata de las responsables de casi la totalidad de los cambios corporales (y anímicos) y de los síntomas que se experimentan a lo largo de los nueve meses.

Efectos de la hormona del embarazo 

Es el embrión el que después de la fecundación y la implantación en el útero comienza a secretar la hCG, siendo poco después la placenta la encargada de tomar el relevo en este cometido, produciéndola de forma activa durante las primeras 10 semanas, un periodo en el que el papel de la gonadotropina en el embarazo es clave: asegurar que los ovarios secreten de forma mantenida otra hormona clave, la progesterona, un factor imprescindible para que la gestación vaya adelante sin problema. Por otro lado, la hCG es la responsable de muchos de los síntomas típicos del embarazo, sobre todo durante el primer trimestre:

  • Aumenta la sensación de somnolencia y cansancio.
  • Es la principal “culpable” de las náuseas.
  • Potencia los sentidos, especialmente el gusto y el olfato.
  • Favorece los altibajos emocionales.

Es importante no confundir el papel que juega la gonadotropina coriónica humana del de otro tipo de gonadotropinas, como las hipofisarias. Éstas son secretadas en una zona del cerebro, la hipófisis, y fundamentalmente son dos: la LH (hormona luteinizante) y la FSH (hormona estimulante del folículo).

Ambas intervienen en diferentes etapas del proceso de reproducción: la LH es la responsable de la ovulación y de la maduración de los óvulos, mientras que la misión de la FSH es estimular el crecimiento de los folículos que rodean al óvulo.

En este sentido, es habitual que durante los procedimientos de reproducción asistida se recurra a lo que se conoce como gonadotropina inyectable, como parte del tratamiento y examen hormonal al que se somete la madre para preparar a su organismo de cara a la futura implantación del embrión, y que consiste en la administración de estas hormonas por vía subcutánea.

En el caso de la FSH, lo que se pretende es conseguir que los ovarios produzcan más ovocitos, que después son fertilizados en el laboratorio y transferidos al útero. Cuando la respuesta a la estimulación no es la deseada, se puede combinar este tratamiento con la administración de la LH, que controla la maduración de los folículos, la ovulación y la secreción de progesterona.

 Valores de la hormona del embarazo

En cuanto a los valores de la hormona del embarazo o gonadotropina coriónica humana que son indicativos de que se ha producido el embarazo, se pueden determinar a través de un análisis de sangre, ya que aunque esta hormona también es perceptible a través del test de orina, en estos solo se detecta su presencia, pero no sus niveles. La hCG tiene la peculiaridad de que durante las primeras semanas de embarazo, sus niveles se van multiplicando por dos hasta alcanzar un pico máximo alrededor de la semana 10. A partir de ahí, van descendiendo, estabilizándose en torno a la semana 20 de gestación.

Hay unos estándares para determinar los rangos de la hormona del embarazo (hCH) que se consideran normales según la semana de embarazo en la que te encuentres, pero debes tener en cuenta que son orientativos (pueden cambiar según el laboratorio), que pueden variar de una mujer a otra y también en función de determinadas circunstancias: por ejemplo, en los embarazos gemelares, la presencia de esta hormona en sangre suele ser más elevada. También es posible que, a pesar de tener síntomas de embarazo (ausencia de menstruación), los niveles de hCG no alcancen el intervalo a partir del cual se considera que existe embarazo, dando lugar a un falso negativo. En estos casos se aconseja repetir la analítica unos días después.

De forma orientativa, estos son los valores de referencia para interpretar los niveles en sangre de la hormona del embarazo:

  • Nivel de hCG inferior a 5 mlU/ml: negativo. No hay embarazo en curso.
  • Nivel de hCG entre 5 y 25 mlU/ml: resultado indefinido. Aunque lo habitual es que no exista embarazo, puede tratarse también de una gestación muy reciente, en la que no ha habido tiempo de alcanzar niveles de hCG suficientes como para ser detectado en la analítica. Se recomienda repetir la prueba pasados 3 días.
  • Nivel de hCG superior a 25 mlU/ml: positivo. Embarazo confirmado.