Concluidas las vacaciones de Navidad, es muy posible que, debido a la sucesión de fiestas, comidas, cenas y demás compromisos sociales, hayamos ganado unos kilos de más que sea conveniente perder antes de que se consoliden y sea más difícil eliminarlos. Pero la pérdida de peso no es algo que se deba tomar a la ligera y es conveniente acudir a un especialista o bien tener en cuenta algunos principios básicos de cosas que no hacer después de Navidad para perder peso.
¿Cómo escoger la dieta adecuada?
No es recomendable optar por las conocidas como dietas milagro, en busca quizá de una rápida reducción de peso, que no nos ocupe mucho tiempo ni energía y que podamos lograr en solo unas semanas. En realidad, este tipo de dietas no funcionan, puesto que el peso, si es que se pierde, se termina recuperando, e incluso se eleva aún más. Por no hablar de los efectos perjudiciales para la salud que tiene el reducir la ingesta de calorías a mínimos.
Evita las dietas restrictivas
Hay que tener muy claro que las dietas restrictivas, que eliminan completamente determinados alimentos y nutrientes que son esenciales para el correcto funcionamiento y desarrollo del cuerpo humano, no se pueden mantener en el tiempo. De hecho, este tipo de dietas son las que provocan el conocido como efecto rebote, que hace recuperar los kilos perdidos como si no hubiéramos hecho nada. Incluso alguno más.
Descartar el ayuno
El ayuno tampoco es recomendable. Algunas dietas plantean un día de ayuno a la semana, con el propósito de aligerar el esfuerzo continuado y concentrarlo en una sola jornada. Pero el organismo no está acostumbrado a no ingerir nada de alimento durante tantas horas por lo que terminará almacenando la grasa para utilizarla cuando lo considere necesario.
Ejercicios imprescindibles después de Navidad
A la hora de perder peso, hay que saber medir muy bien las expectativas y las posibilidades reales de éxito. El nuevo año anima a subir el listón y a fijar objetivos exigentes que pueden ser muy ambiciosos. Intenta contrastar tus planes con un profesional, para que te ayude a determinar con mayor precisión, y sobre todo con más realismo, los kilos que puedes llegar a reducir con grandes posibilidades de que no vuelvan a reaparecer.
Hacer deporte sin control
El ejercicio es otro clásico del adelgazamiento que, mal gestionado, puede ser contraproducente. Hay personas que nunca han practicado deporte alguno y, de pronto, entran en un gimnasio para recuperar de una tacada todo el tiempo perdido. Lógicamente, esto tampoco funciona. Una semana de sesiones al límite, no nos va a hacer que nuestro cuerpo luzca espectacular de repente, y sí provocar alguna que otra lesión.
Comidas para adelgazar después de navidad
Creer en los “productos light”
Entre las tretas y trucos para reducir peso, alguna gente acude a los productos light, en la creencia de que podrán contribuir decisivamente a una sustancial reducción de peso. Pero la realidad es muy diferente: las etiquetas light, bio, eco y demás no siempre funcionan como aseguran y en los ingredientes de estos productos a veces se esconden grandes aportes calóricos. Los hay también que tratan de eliminar por completo las comidas entre horas. Es posible mantenerlas, siempre y cuando el tentempié sea saludable, a base de verduras y frutas, como la zanahoria y el apio, que pueden ser una muy buena elección. Y mucho cuidado con las bebidas gaseosas o azucaradas. Incluso las que son bajas en azúcar, terminan por aportar demasiadas calorías. Es preferible optar por los zumos naturales, hechos por nosotros mismos, o por los batidos y las infusiones.
No dejarse arrastrar por los prejuicios
Estar a dieta no es agradable para la persona y, a veces, tampoco en sociedad. Hay personas que no les gusta decir que quieren perder kilos, como si estuvieran confesando que se ven, y se sienten, gordas. Sin embargo, es conveniente vencer estos prejuicios y compartir con los entornos adecuados esta situación, sobre todo con la gente con la que más tiempo pasas al cabo del día, porque son ellos los que terminarán ayudándote para evitar tentaciones y tener finalmente éxito en la reducción de peso. En cualquier caso, ante la más mínima duda, es conveniente consultar con un profesional, que pueda diseñar una dieta personalizada de acuerdo con tus necesidades.