El exceso de kilos acumulados durante este último año cada vez pesan más. Y no solo desde el punto de vista estético. El exceso de peso se convierte en un serio problema de salud por su relación con diversas patologías, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. A éstas, ahora hay que sumar la COVID-19. Según la experiencia acumulada en estos últimos meses de la pandemia, se ha visto que los pacientes con obesidad tienen un peor pronóstico de la enfermedad y ésta cursa de forma más grave, lo que requiere un mayor tiempo de ingreso, la necesidad de soportes respiratorios y mayor riesgo de mortalidad.
Con la llegada del verano, todos queremos vernos mejor y más ágiles para poder disfrutar de las actividades al aire libre de forma tranquila. Ahora más que nunca, puedes prepararte para que éste sea uno de tus mejores veranos.
Para dejar atrás esos kilos que te sobran disponemos de varias opciones, entre las que se encuentra la endomanga.
¿Qué es la endomanga?
La endomanga, también conocida como POSE 2.0, es un método de reducción de estómago sin cirugía indicado para las personas que sufren obesidad. Es una intervención con la que se reduce el volumen y la capacidad del estómago y, de esta forma, facilita la pérdida del sobrepeso acumulado y disminuye la obesidad.
Para conseguir que el estómago sea más pequeño, se hacen unas líneas de pliegues en su curvatura mayor, modificando la forma del estómago a modo de una manga o tubo, que permite reducir su tamaño pero con un paso adecuado de la comida.
¿Cómo se realiza la endomanga?
La intervención se lleva a cabo por vía endoscópica, por lo que no requiere incisiones externas, con lo cual se evitan las cicatrices.
Dura entre 45 y 60 minutos aproximadamente. Para poder reducir la capacidad del estómago, el equipo de endoscopistas realiza una serie de pliegues, dependiendo de las características de cada paciente, normalmente en un número entre 15 y 18.
Como los pliegues se hacen en la curvatura mayor del estómago, el fundus queda intacto, minimizando el riesgo de posibles problemas de reflujo tras la intervención.
Este procedimiento se realiza con anestesia y suele requerir un ingreso exclusivamente de una noche para control, por lo que tras este periodo de observación, podrás regresar a tu casa para iniciar el postoperatorio. Para ello, deberás seguir siempre las indicaciones de los médicos, comenzar tu plan de alimentación y de actividad física, y acudir a todas las revisiones que se hayan acordado.
¿Para quién está indicada la endomanga?
La indicación de la endomanga como tratamiento de la obesidad debe hacerla un médico especialista, a las personas que quieren reducir su estómago sin someterse a una intervención quirúrgica, teniendo en cuenta las características y situación de cada paciente. Esta técnica está indicada para personas que tienen un IMC entre 30 y 40 kg/m², aunque también se puede llevar a cabo en personas con un IMC que supere 40 kg/m² en los que se haya desestimado la cirugía.
Beneficios y resultados de la endomanga
Según los datos preliminares disponibles, con la endomanga se consigue reducir la capacidad del estómago hasta un 55%, con unas pérdidas del 15-20% del peso total del paciente (un 50-55% del exceso de peso) al año.
Una de las aportaciones de esta técnica de reducción de estómago es que la parte alta del estómago (fundus gástrico) queda libre de pliegues, lo que evita la aparición posterior de reflujo.
La endomanga, combinada con una dieta adecuada y actividad física frecuente, es un método eficaz para el tratamiento de la obesidad. La pérdida de peso dependerá de cada persona, pero se estima una pérdida media del 20% del peso al año.
Además de reducir la obesidad, este método también conlleva otros beneficios importantes para la salud física y psicológica, como la mejora o disminución del riesgo de trastornos asociados a la obesidad, entre los que se encuentran la hipertensión, problemas musculoesqueléticos, diabetes o enfermedades cardiovasculares. A esto debemos sumar que alcanzar un peso adecuado mejora la autonomía y movilidad de las personas con obesidad, y aumenta la autoestima y la confianza en sí mismo, lo que tiene un reflejo positivo en todas las facetas de la vida, tanto íntima como social y laboral.
¿Tiene efectos secundarios?
Como en cualquier intervención, en la endomanga también pueden darse algunas complicaciones o efectos no deseados, como por ejemplo el riesgo de infección o sangrado, aunque es muy poco frecuente. Durante los 2-3 días posteriores a la intervención, puedes tener un leve dolor abdominal que desaparecerá progresivamente a los pocos días. También puedes sentir molestias en la faringe y el esófago por la acción de la plataforma que se introduce por la boca hasta el estómago y en la que incluye un endoscopio flexible en su interior.
Antes y después de la endomanga
En los centros de Sanitas te acompañamos en todo el proceso.
- Diagnóstico y preparación. Para poder decidir cuál es la técnica que más se adecúa a tus necesidades es clave hacer un buen diagnóstico. De éste depende, en gran parte, el éxito del tratamiento. En la consulta, el equipo médico especializado hará una valoración completa de tu problema y te propondrá las distintas alternativas disponibles para solucionarlo.
- Antes de la intervención. Se deben seguir las recomendaciones nutricionales establecidas por un nutricionista, que te dará las pautas adecuadas para que tu estómago esté preparado correctamente para la intervención.
- La intervención. Durante los aproximadamente 60 minutos que dura la intervención, el endoscopista accede al estómago a través de la boca para realizar la reducción gástrica. Una vez terminada la endomanga, se realiza una gastroscopia para descartar complicaciones y el paciente permanece unas horas en observación para verificar que todo está correctamente. Cuando el equipo de especialistas valora su estado y controla su evolución, recibe el alta y se puede ir a su casa.
- Seguimiento. Para poder alcanzar los objetivos propuestos, el paciente cuenta en todo momento con el asesoramiento y el acompañamiento de un equipo multidisciplinar de especialistas, donde participan nutricionistas y psicólogos, para que pueda ir adoptando hábitos de vida saludables, aprenda a comer correctamente y haga ejercicio. De esta forma, podrá mantener su peso correctamente.
¿En qué se diferencia de otros métodos sin cirugía?
Existen distintas técnicas para la reducción de estómago sin cirugía, todas ellas eficaces siempre que se indiquen en los casos adecuados.
Algunos de estos métodos de reducción de estómago sin cirugía son el método POSE, similar a la Endomanga pero realizando los pliegues en el fundus gástrico y el método Apollo que es similar a la endomanga pero realizando suturas continuas y completas a lo largo de la curvatura mayor del estómago para reducir su capacidad.
La principal diferencia entre la endomanga y el método Apollo reside en las características de las suturas. En la endomanga, se realizan pliegues individuales (de poliéster y nitinol) y en el método Apollo son suturas continuas y completas (de polipropileno). Ambas actúan sobre el cuerpo del estómago, modificándolo a modo de “tubo” o manga gástrica, aunque sin manipular el fundus gástrico, por lo que no se incrementa el riesgo de reflujo postoperatorio.
Para terminar, aquí te dejamos un post que puede ayudarte: ¿Cubre la Seguridad Social el método endomanga?