Consejos para perder peso

Aunque el control del peso pasa por disminuir la ingesta de calorías y la práctica regular de ejercicio físico, lo cierto es que no existe una fórmula universal para adelgazar. A algunas personas les funciona más la dieta que el ejercicio y viceversa, mientras que otras deben redoblar sus esfuerzos y añadir otros tratamientos y estrategias para conseguir eliminar los kilos de más. Sin embargo, muchas no saben que algunos sencillos cambios en los hábitos de vida pueden ayudar a perder peso sin desesperarse.

 10 recomendaciones que puedes poner en práctica para adelgazar

Camina 45 minutos cada día

Seguramente hayas escuchado la recomendación de caminar de manera rápida 30 minutos al día. Esto te ayuda a mejorar tu salud cardiovascular, pero si lo que quieres hacer es quemar grasas y adelgazar, debes superar ese tiempo y caminar al menos 45 minutos diarios a paso ligero. Según varios estudios, de esta manera podrás quemar hasta 300 calorías más al día

Sigue una dieta personalizada

Acude a un centro especializado en obesidad y nutrición para que analicen tus hábitos alimenticios, valoren tu estado general de salud, te ayuden a establecer unos objetivos realistas de pérdida de peso y diseñen una dieta personalizada que se adapte a tus necesidades y puedas aplicar en tu día a día.

Vacía tu nevera de platos precocinados

La mayor parte de estos platos son ricos en grasas saturadas y azúcares. Solo con eliminarlos de tu dieta empezarás a notar la diferencia. Y si no puedes vivir sin alguno de ellos, sustitúyelos por versiones bajas en calorías y consúmelos con menos frecuencia.

No te saltes el desayuno

Además de ayudarte a empezar el día con energía, te permitirá llegar con una mayor sensación de saciedad a las comidas, sobre todo si incluyes algo de proteína, como huevos cocidos o en tortilla.

Más proteína y fibra

Ambas ayudan a que te sientas saciado más rápido y durante más tiempo, lo que evita que picotees entre horas o que llegues con ansiedad a las horas de las comidas arrasando con todo lo que te encuentras en la mesa.

Hidrátate

Beber sacia y la mejor bebida es el agua, ya que además de hidratar no aporta calorías. Bebe un vaso de agua antes de las comidas y entre horas para que tu estómago se sienta lleno. Si el agua te aburre, aromatízala con pepino y limón, frutos rojos o menta.

Come en un plato pequeño

Aunque parezca un tópico, el tamaño importa… ¡y mucho! Si te sirves una porción de comida pequeña en un plato grande tendrás la impresión de que no vas a conseguir saciarte lo suficiente y te generará estrés pensar que puedas pasar hambre. Sin embargo, si pones una porción en un plato pequeño la percepción será distinta y tu cerebro creerá que estás consumiendo más alimento del que en realidad comes.

Desconecta de la tecnología

Olvídate de pasar horas sentado en el sofá o enganchado a la tablet. El sedentarismo es uno de los principales responsables de la obesidad y nos quita tiempo para hacer ejercicio.

Engánchate al té verde

Algunos estudios muestran que las personas que toman té verde queman hasta 70 calorías más al día que las que no lo toman. Además de tener propiedades diuréticas, el té verde ayuda a acelerar el metabolismo y promueve la pérdida de peso.

Duerme bien

La falta de sueño favorece el aumento de peso, ya que dormir menos de 7 horas al día ralentiza el metabolismo. Además, si permaneces más horas de las debidas despierto aumentan las probabilidades de comer más