Aquellos de vosotros que lo habéis intentado todo o casi todo puede que hayáis oído hablar de coserse la lengua para bajar de peso o la dieta de la malla lingual. Así dicho no explica mucho, pero se trata de una especie de parche en la lengua para adelgazar, una peligrosa y dolorosa estrategia que ya han puesto de moda algunos famosos para perder peso en tiempo récord.
En ocasiones las ganas de adelgazar rápidamente, sobre todo cuando nos cuesta más que a los demás, nos lleva a buscar dietas peligrosas o tratamientos descabellados para conseguir la ‘figura ideal’.
La dieta de la lengua o malla lingual
La dieta de la malla lingual consiste en coser una especie de malla o parche semirrígido en la lengua, bien con grapas o con puntos de sutura, con el objetivo de que comer y masticar alimentos sólidos sea un verdadero infierno y entonces acabemos tomando solamente alimentos líquidos o como mucho papillas. De esta manera se supone que se ingieren menos alimentos y calorías.
Esta malla lingual se coloca por un tiempo que va de 30 a 60 días, ¡si se es capaz de aguantar! En esta locura de ‘dieta’ existen algunas modalidades: se puede llevar la malla durante unos pocos meses hasta alcanzar la pérdida de peso y retirarla, o establecer periodos de descanso y por ejemplo retirarla cada dos meses para descansar durante cuatro semanas y luego volver a colocarla.
La malla lingual: Nada recomendable
La dieta de la malla lingual no es ningún método científico. De hecho, hacerse algo así en la lengua además de doloroso provoca muchas carencias nutricionales, ya que no se toman los alimentos necesarios para que el organismo funciones correctamente. Además, no implica una reeducación alimenticia, esto es aprender a comer de manera sana y equilibrada después de la dieta, lo que hace que aparezca el efecto rebote o ‘yo-yo’ y además de recuperar el peso perdido se gane algún kilo más.
Riesgos para la salud de la malla lingual
Como ves, este sistema de malla lingual no aporta nada bueno ni saludable. La lengua es un músculo con muchas terminaciones nerviosas y si nos grapamos cualquier cosa, además de dolernos muchísimo pueden producirse heridas, llagas e infecciones. También existe el riesgo de atragantamiento o ahogamiento en el caso de que la malla se suelte, y de dañar de manera irreparable el músculo de la lengua. Y aunque solemos olvidarlo, la lengua es fundamental para que podamos hablar.
Si lo que queremos es perder peso existen muchas otras formas saludables de hacerlo y un buen médico nutricionista nos puede ayudar a encontrar la que más nos convenga. La dieta de la malla lingual no se puede recomendar a nadie.