La gastrectomía tubular o gastrectomía vertical
Es una técnica de cirugía bariátrica que se utiliza para tratar los casos más graves de obesidad, ya que permite perder bastante peso y mantener ese logro en el tiempo.
Lo que hace el cirujano es reducir el estómago para comer menos. Al ser más pequeño, la personas se sacia antes comiendo menos cantidad. Pero hay que tener en cuenta que como cualquier tipo de cirugía, esta técnica debe ir acompañadas de cambios en el estilo de vida y de una dieta saludable. De esta forma, podemos garantizar una mayor eficacia del tratamiento quirúrgico y que la persona se sienta mejor.
Perder peso con gastrectomía vertical
Y es que según cuentan los expertos de Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas (SECO), con la gastrectomía tubular se consigue una reducción considerable del volumen del estómago al extraer aproximadamente el 80% del mismo, dejando un estómago en forma de tubo con una capacidad de unos 150-200cc.
Con esta reducción del estómago, las personas sometidas a esta intervención se sacian antes, con lo cual comen menos.
¿Cómo se realiza una gastrectomía vertical?
La gastrectomía vertical se lleva a cabo, generalmente, por vía laparoscópica y suele durar entre una hora y una hora y media. El proceso lleva tres partes:
- El cirujano realiza varias incisiones diminutas en el abdomen por donde introduce el laparoscopio y otros instrumentos quirúrgicos.
- A continuación, se procederá a la extirpación de la mayor parte del estómago, uniendo los segmentos restantes con grapas quirúrgicas. Esto conformará un tubo vertical largo o estómago tubular.
- Por último, se extraen el laparoscopio y los demás instrumentos y se cierran las incisiones con suturas. Por lo general, el paciente recibirá el alta a los dos días.
Tras la operación, el paciente podrá ingerir líquidos al día siguiente y gradualmente se irán incorporando purés y una dieta regular que establecerá el especialista.
Indicaciones de la gastrectomía tubular
Según la SECO, esta técnica quirúrgica, al igual que el resto de intervenciones bariátricas, está indicada para aquellos pacientes con obesidad mórbida, es decir, los presenten índices de masa corporal (IMC) superiores a 40kg/m2, o bien para aquellos con obesidad grave (IMC>35kg/m2) y que tengan alguna enfermedad asociada. Son los especialistas los que tienen que indicar la técnica, teniendo en cuenta las características de cada persona.
Por eso, la gastrectomía vertical se ha realizado con mayor frecuencia en personas cuyo exceso de peso puede suponer un riesgo en otros tipos de cirugía bariátrica.
Se debe tener en cuenta que el proceso de pérdida de peso con esta técnica suele ser menor que con el bypass gástrico, pero debe ser el especialista quien decida qué técnica es más adecuada para un paciente concreto.