Un gesto tan habitual y aparentemente inofensivo como es compartir los productos cosméticos, puede poner en peligro nuestra salud ocular.

Entre los riesgos de compartir el maquillaje está en que la sombra de los párpados, el lápiz de cejas, el eyeliner y el rímel o máscara de pestañas pueden convertirse en auténticos vehículos portadores de virus, bacterias y otros microorganismos que potencialmente produzca infecciones y otros problemas oculares más o menos importantes. Por eso, es mejor que a la hora de maquillarte,tu neceser sea tuyo y no lo utilice nadie más.

¿Por qué no debes compartir tu maquillaje?

Aunque la recomendación de no compartir el maquillaje es común a todos los productos, en el caso de los ojos hay que extremar las precauciones, debido a las características especiales que presenta esta zona:

  • La piel que rodea el ojo es 100 veces más fina y delicada que la del resto del rostro.
  • La microcirculación sanguínea es más lenta.
  • Los ojos están sometidos a un sobreesfuerzo: parpadeamos unas 12.000 veces al día.
  • Se encuentran muy expuestos a la acción del clima, el viento, el sol, etc.

Todas estas peculiaridades hacen que los ojos sean más vulnerables tanto a los factores medioambientales y a los relacionados con el paso del tiempo, recuerda que es la zona en la que antes aparecen las arrugas.

Por eso, hay que tener en cuenta la acción de los microorganismos patógenos (virus, bacterias, gérmenes…), su presencia se intensifica si estos se alojan en los productos cosméticos.

  • Aunque muchos de estos microorgamismos están presentes en el medioambiente, la mayoría proceden de las manos y de la piel.
  • Los cosméticos, sobre todo los que tienen una formulación líquida y fluida y que se guardan en tubos oscuros, ofrecen a estos agentes el hábitat perfecto para sobrevivir y, además, hacerlo durante muchos años, ya que los virus y bacterias son especialmente resistentes y pueden permanecer durante mucho tiempo cuando se encuentran en un medio que, como en este caso, les resulta especialmente cómodo.
  • Por otro lado, el hecho de que estos productos estén formulados como hipoalergénicos no significa que no existan riesgos de compartir el maquillaje, ya que los virus y bacterias son elementos añadidos, independientemente de la composición del producto.

Los riesgos de compartir el maquillaje de ojos

Entre los principales riesgos de compartir el maquillaje, se encuentran:

  • La inflamación del párpado.
  • la aparición de orzuelos.
  • El enrojecimiento y picor.
  • Infecciones como la conjuntivitis, que produce una inflamación de la conjuntiva, el tejido fino y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo.

Las conjuntivitis bacterianas pero sobre todo las víricas son especialmente contagiosas, ya que las partículas víricas pueden vivir durante semanas en superficies, objetos y utensilios, incluidos los de maquillaje.

Asimismo, debes tener cuidado con los utensilios que se emplean para maquillar esta zona: brochas, aplicadores, cepillos de cejas y de pestañas y rizadores. Hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre con los productos, los microorganismos pueden depositarse en estos materiales, transmitiéndose así de una persona a otra en caso de que se compartan. Por eso, y además de evitar compartir estos utensilios con otras personas, es importante ampliar a ellos la vigilancia anticontagio:

  • Lavar brochas, cepillos y aplicadores a menudo.
  • Sustitúyelos por otros nuevos cada cierto tiempo.
  • Pide máscara de pestaña desechable si se recurres a un maquillador profesional.
  • Usa productos desmaquillantes específicos para los ojos.

¡Cuidado con los probadores de maquillaje!

Tanto los dermatólogos como los oftalmólogos advierten especialmente sobre los riesgos que tiene en este sentido utilizar los testers o probadores de maquillaje que hay en las tiendas y que se han relacionado con un aumento de los casos con problemas en los ojos. Para evitar el contagio, se aconseja probar los productos siempre en la cara interna de la muñeca y nunca directamente en la zona específica para que la están diseñados, difuminándolos con la ayuda de un algodón, nunca con el dedo, y limpiando después muy bien el producto con una toallita. También hay que extremar el cuidado si se usan lentillas, ya que los virus y bacterias tienen especial facilidad para adherirse a la superficie de las lentes, aumentando así el riesgo de contagio a través del maquillaje.