¿Conoces el balón intragástrico?

Has oído hablar del balón intragástrico, pero te quedan muchas dudas para poder tomar una decisión. Hace un tiempo que dejaste el sobrepeso para adentrarte en el fatídico mundo de la obesidad, que por el momento se ha estancado en la obesidad tipo 1 o leve, donde tu índice de masa corporal (IMC) se sitúa entre 30 y 34,5.

Cuando no has podido adelgazar mediante las dietas y el ejercicio, la solución a tu problema puede estar en el balón intragástrico, un procedimiento temporal para reducir la capacidad del estómago mientras que adquieres unos hábitos de vida saludable.

Requisitos del balón intragástrico

No necesitas cumplir con muchos requisitos para optar al balón gástrico, pero debe ser una decisión consensuada con tu equipo de especialistas, que son los que mejor te conocen, pueden seguir tu evolución y saber hasta donde puedes llegar.
Como hemos dicho, se trata de un procedimiento que no es permanente, ya que el balón de silicona que te introducen tiene una fecha de caducidad: a los seis meses después de ponértelo, se retira.
Ese es el tiempo suficiente para que puedas seguir las recomendaciones dietéticas y las pautas de ejercicio físico diseñadas por tu equipo médico, donde la figura del psicólogo es clave para apoyarte en el proceso
Debes tener en cuenta que la forma de perder peso con el balón gástrico es gradual, poco a poco. La base está en que el estómago tienen una menor capacidad, con lo cual la sensación de saciedad aparece antes y hace que comamos menos.

Colocación balón intragástrico

Aprende a comer para adelgazar

Durante los meses que tenemos colocado el balón intragástrico aprendemos a comer y la obesidad leve dejará de ser un problema para nuestra salud, ya que alcanzaremos el peso adecuado.
Por eso, olvídate de ese sedentarismo que imperaba en tu vida antes de ponerte el balón intragástrico; eso es cosa del pasado.
Márcate unos objetivos de ejercicio físico que serán supervisados por tu equipo médico.
Una mejor alimentación y la actividad física te ayudarán a sentirte mejor y a adquirir la fuerza necesaria para seguir adelante: cuanto mejor te sientas, más ganas tendrás de alcanzar los objetivos propuestos. Una vez conseguidos, se te retira el balón intragástrico.


Entonces estarás preparado para tener un estilo de vida saludable, donde la correcta alimentación y el ejercicio físico son parte de tu rutina diaria. En toda esta preparación, la ayuda de los psicólogos es fundamental, ya que te facilitarán las herramientas necesarias para no volver a caer en la situación previa a la implantación del balón intragástrico.