El síndrome de vaciado rápido, también conocido como dumping, es un molesto problema que suelen presentar las personas que se han sometido a una cirugía bariátrica.

No ocurre siempre ni todos los casos son iguales, ya que a veces desaparece poco después de la intervención al hacer algunos cambios en la alimentación o, por el contrario, dura varios meses o años. En los casos más graves puede ser necesario recurrir a medicación e incluso a una nueva cirugía.

Cómo es la cirugía bariátrica

Pero para entender qué es el síndrome de vaciado rápido o dumping debemos saber primero en qué consiste la cirugía bariátrica: engloba una serie de procedimientos quirúrgicos que se practican en casos de obesidad grave o mórbida para reducir el tamaño del estómago y/o modificar el tracto intestinal con el fin de que el paciente ingiera menos cantidad de alimentos y se sacie antes, consiguiendo así una mayor pérdida de peso.

El  síndrome de vaciado rápido

El síndrome de vaciado rápido o dumping se produce cuando los alimentos, especialmente los que tienen mucha azúcar, pasan muy rápido del estómago al intestino delgado y al llegar a éste de golpe, provocan diversas alteraciones.

Síntomas

En el caso del dumping temprano, que es el que se presenta aproximadamente entre 15 y 30 minutos después de comer, la persona puede sentir las siguientes molestias:

  • Calambres abdominales y diarrea.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Sudoración.
  • Taquicardia.
  • Mareos y aturdimiento.

En el caso del dumping tardío los síntomas aparecen bastante más tarde:

  • Hipoglucemia.
  • Hambre.
  • Sudoración.
  • Temblor.
  • Debilidad.
  • Ansiedad.

¿Hay alguna solución?

Todos estos síntomas de síndrome de vaciado rápido pueden ser desconcertantes y preocupantes para una persona que se ha sometido a una cirugía bariátrica. Verse obligado a salir corriendo al baño cada vez que come puede afectar mucho a su calidad de vida. Si es tu caso no dudes en consultar con tu médico los síntomas y demás alteraciones que notas, así como las dudas que tengas.

Entre las cosas que puedes hacer para intentar remediar el síndrome de vaciado rápido hay que tomarse las comidas con calma, masticando despacio; comer pequeñas cantidades  varias veces al día; evitar el consumo de azúcares simples, que son los principales desencadenantes del síndrome de vaciado rápido; no beber durante las comidas y  reposar después si es posible. Con estos sencillos cambios en tus hábitos alimentarios las molestias pueden mejorar hasta desaparecer completamente. Si no es así, el especialista podrá determinar si es necesario recurrir a otro tipo de tratamiento.