Uno de los problemas faciales con los que se enfrentan algunas personas, tienen solución gracias a la cirugía maxilar, hablamos de casos de pacientes que tienen que ver con anomalías en el maxilar superior, es decir en el hueso que está justo encima de la mandíbula y donde se encajan todos los dientes de arriba.
¿Dónde se encuentra el hueso maxilar?
El maxilar está justo debajo de la nariz y lo recubre el labio superior. A su vez se divide en dos partes, izquierda y derecha, que no guardan una simetría total, como ocurren en las dos partes de la cara. Pero cuando esa simetría relativa pasa a ser asimétrica se traduce en unos problemas estéticos que se pueden resolver con la cirugía maxilar, es decir, con cirugía ortognática que implica solo el hueso maxilar.
Cirugía maxilar, ¿En qué consiste?
La cirugía maxilar consiste en colocar el maxilar en la posición correcta para que se pueda conseguir una armonía facial y, lo más importante, una recuperación de la funcionalidad de este hueso, clave para masticar, respirar y hablar.
Antes de la cirugía
Antes de someterte a una intervención de cirugía maxilar, lo primero que tienes que hacer es que te valore un equipo médico especializado, compuesto por un cirujano maxilofacial y un ortodoncista, para que puedan hacer un estudio completo de tu cara, ver cuál es tu problema y darte la solución adecuada. Porque aunque tu problema se centre en el maxilar, su corrección implicará el estudio completo de tu rostro.
Ten en cuenta que antes de hacer la programación de la cirugía, tu equipo debe estudiar tu mandíbula, tu nariz, los huesos orbitales (donde están los ojos), tus dientes y toda la cara en su conjunto. Porque el resultado final debe encajar en tu rostro para que éste pueda recuperar la armonía. No se puede corregir una parte de la cara sin tener en cuenta el todo.
Por eso, en ocasiones antes de llevar a cabo la cirugía maxilar hay que corregir con ortodoncia algunos problemas en los dientes que hacen que no se tenga una buena mordida, lo que a la larga puede favorecer la aparición de complicaciones en la articulación temporomandibular. Tras la intervención será necesario continuar con el tratamiento de ortodoncia para conseguir unos buenos resultados.
¿Qué defectos bucales corrige la cirugía maxilar?
Así, con la cirugía del maxilar se pueden corregir diversas patologías, entre las que se encuentran:
Mordida abierta
Aparece cuando no se pueden cerrar bien los dientes, tanto los de delante como los de detrás. Además de que no resulta estético, la persona que tiene la mordida abierta no mastica y respira bien, y puede tener problemas de dicción.
Sonrisa gingival
La sonrisa gingival es una malformación facial que consiste en tener un maxilar más grande de lo normal y parece que el afectado está siempre sonriendo. Como quiere disimular esta situación, la persona que tiene este problema suele tender a no sonreír.
Asimetría facial
Aparece cuando uno de los dos lados de la cara está descompensado con respecto al otro. Puede darse en cualquier parte de la cara, pero cuando se localiza en el maxilar puede ser tanto por exceso como por defecto y afecta a la armonía del rostro; es decir cuando es demasiado largo o está demasiado adelantado respecto al resto de la cara. En algunos casos también puede ir acompañada de asimetría dental, por lo que habría que corregir este defecto de forma conjunta con cirugía y ortodoncia.
En los casos de prognatismo mandibular y retrognatia mandibular, el maxilar superior puede verse afectado.
Así, a la hora de plantear la cirugía maxilar puede que se tenga que intervenir también en la parte superior de la boca, en la región en la que está alojado el maxilar. Por eso, es recomendable hacer un estudio general previo a la cirugía donde se contemplen las posibles soluciones tanto desde el punto de vista funcional como estético para que se puedan obtener los mejores resultados y devolver la armonía al rostro.