¿Qué es el virus del papiloma humano (VPH)?

El virus del papiloma humano es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes que tenemos hoy en día. Es una infección relativamente común, casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida. En ocasiones la infección por VPH desaparece por sí sola, es asintomática por lo que puede que la persona ni siquiera sepa que la ha pasado.

Hoy en día pensamos que hay entre 120 y 150 tipos de virus dentro de la familia del papiloma humano. De esos 150 tipos de virales, solo unos 20 o 30 serían los que afectarían al territorio genial. Algunos tipos de VPH pueden causar verrugas genitales, de bajo riesgo, y otros, cáncer, de alto riesgo. Los tipos de cáncer más habituales que produce son: de cuello uterino, de ano, orofaríngeo, de vulva, de vagina y de pene.

Los ginecólogos y ginecólogas asumimos que el 80% de las mujeres han tenido, en algún momento de su vida, contacto con el virus del papiloma humano, y eso, sin embargo, no significa que todas esas mujeres vaya a tener alguna lesión por el virus. Solo un pequeño porcentaje de estas mujeres van a desarrollar alguna lesión preneoplásica o neoplásica relacionada con el virus del papiloma humano.

 

¿Cómo se contagia o transmite el virus de papiloma humano?

El virus del papiloma humano se contagia a través de las relaciones sexuales (bien sean orales, vaginales o anales), por contacto directo con la piel de genitales externos infectados, por las membranas mucosas o fluidos corporales.

Hay dos tipos de virus: unos que se relacionan con el cáncer genital, que son los virus de alto riesgo, y otros que denominamos de bajo riesgo y que no están implicados generalmente en cáncer, sino en verrugas genitales.

Para producir la infección el virus necesita integrarse en las células del individuo, y es allí donde puede inducir cambios celulares que son los responsables de las manifestaciones clínicas de la infección, tanto en la producción de condilomas como en alteraciones del ciclo celular, que puede inducir problemas relacionados con el cáncer.

Toda persona sexualmente activa puede contraer el VPH, incluso cuando se mantienen relaciones solo con una pareja. Lo puede contagiar tanto el hombre como la mujer. A menudo el portador del virus no sabe que lo está contagiando porque suele ser asintomático.

Otra forma de transmisión puede ser de la madre al recién nacido, a través del canal del parto. Cuando se está embarazada, si se tiene VPH y no se había detectado, las células del cuello uterino pueden realizar cambios anormales y producir mayor cantidad de verrugas o que aumenten de tamaño. La probabilidad de contagio es poco frecuente, aun así debe llevarse un control durante el parto.

Hay personas que desarrollan verrugas genitales, pequeñas o grandes, planas o elevadas; suelen aparecer en grupos. El virus que desarrolla verrugas no suele producir cáncer. Estas verrugas pueden ser detectadas en las revisiones ginecológicas habituales a través de una citología vaginal que muestre cambios en las células del cuello uterino. Si los resultados son anormales se puede solicitar una biopsia para confirmar el diagnóstico.

Cuando el virus desarrolla cáncer es posible que solo se manifieste cuando la enfermedad está más avanzada y comienza a presentar síntomas.

Síntomas del virus del papiloma humano

La infección por el virus del papiloma humano generalmente no produce síntomas. El paciente es completamente asintomático. En el 90% de las infecciones, el cuerpo con el tiempo la resuelve espontáneamente.

Únicamente la persistencia en la infección, o bien infecciones reiteradas o bien alteraciones en la inmunidad del huésped, hacen que con el tiempo se produzcan las alteraciones responsables de la enfermedad por el virus del papiloma humano.

En algunas personas las infecciones del virus del papiloma humano suelen pasar desapercibidas y el sistema inmune consigue combatir y eliminar el virus. Cuando no es así, pueden aparecer algunos síntomas y alteraciones, como verrugas genitales o papilomas.

En las mujeres, el virus del papiloma humano suele detectarse en revisiones rutinarias gracias a los resultados de la citología, que consiste en el análisis de una muestra de células del cuello del útero.

Las personas que no se realizan revisiones ginecológicas rutinarias, suele detectarse cuando ya ha causado alguna patología y esta se encuentra en fases avanzadas.

Las personas con mayor riesgo de desarrollar una infección por virus del papiloma humano son las que han tenido y tienen múltiples parejas sexuales, un sistema inmunológico débil o mantienen relaciones sexuales sin protección.

¿Cómo detectar el virus del papiloma humano?

La infección por el virus del papiloma se puede detectar a través de las revisiones ginecológicas rutinarias. Con las tomas genitales que realizamos en las revisiones podemos hacer determinaciones específicas de ADN viral o bien intuir cambios celulares en las tomas citológicas rutinarias.

Tratamiento del virus del papiloma humano

No existe cura para la infección por el virus pero se pueden eliminar las verrugas genitales con tratamiento farmacológico –cremas tópicas, crioterapia, electrocauterización, tratamientos con ácido- o bien con láser o cirugía.

El 90% de las infecciones por el virus del papiloma humano, con el tiempo se resuelven espontáneamente. Los profesionales sanitarios somos los que tenemos que vigilar que esto ocurra de esta manera.

En aquellos casos en que se mantiene la infección o la persistencia, o hay progresión de ellas, es cuando utilizamos los tratamientos. No hay ningún tratamiento específico como tal para infección del virus del papiloma humano, solamente tratamos las consecuencias. Bien utilizamos los tratamientos destructivos del tejido, o bien los tratamientos decisionales, es decir, retiramos una parte del tejido que esté afecto.

Prevención del virus del papiloma humano: ¿cómo evitarlo?

A pesar de que el VPH es un virus común se pueden tomar una serie de medidas que disminuyan la probabilidad de contagio como son:

  • Uso de preservativos durante las relaciones sexuales. Sin embargo, aunque el preservativo disminuye el riesgo de contagio, hay que tener en cuenta que no protege al cien por cien, ya que puede infectar la piel que normalmente no queda cubierta.
  • Vacunación. La vacunación contra el VPH es segura,  efectiva y duradera. En España se vacuna gratuitamente, en calendario vacunal, a todas las niñas entre 9 y 14 años. Los profesionales sanitarios recomendamos, igualmente, vacunar a todas las mujeres que tengan relaciones sexuales activas. También lo recomendamos a todos los hombres, por el mismo motivo, y a aquellas mujeres que han enfermado por infección persistente por el virus del papiloma y a sus parejas.
  • Reducir el número de parejas sexuales. Aunque el virus puedes ser transmitido por una sola persona, a mayor cantidad de parejas sexuales diferentes mayor probabilidad de contraerlo.
  • Modificación de hábitos saludables que favorezcan la eliminación por el organismo de la infección del virus del papiloma.

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