Microblading, el mejor método para recuperar tus cejas
El microblading es una técnica de micropigmentación con la que se consigue un tatuaje semipermanente. Su aplicación en las cejas permite recuperarlas dándoles un aspecto natural y adaptado a las características del rostro.
La técnica de microblading no es nueva, sino que tiene su origen en el tebori, un método de tatuaje japonés que se realiza con una herramienta similar a un bisturí biselado con pequeñas agujas. En el caso de las cejas, con esta técnica se consigue tatuar pelo a pelo y esculpir unas cejas perfectas, determinando su forma, espesor y tonalidad, de manera que queden lo más naturales y armónicas posible.
El microblading es una técnica semipermanente que tiene una duración aproximada de 6 meses a un año, después de los cuales se puede volver a realizar y hacer mejoras sobre la micropigmentación inicial, alcanzando cada vez una mayor perfección en el diseño, forma y espesor. Los pigmentos que se utilizan en el microblading tienen base mineral y son hipoalergénicos, por lo que el riesgo de reacciones alérgicas es muy bajo.
¿En qué casos está indicado el microblading?
El microblading está indicado para las personas que tienen una baja densidad capilar en las cejas o que las han perdido por diversos motivos, como por ejemplo el exceso de depilación o enfermedades como la alopecia areata, alopecia frontal fibrosante o dermatitis atópica. También está recomendado en las personas que han perdido las cejas como consecuencia de tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Pero además, es una excelente alternativa para quienes no están conformes con sus cejas por falta de simetría, porque su forma resta armonía al rostro o porque quieren resaltar su coloración.
Una de las principales ventajas del microblading frente a otras alternativas para recuperar el pelo de las cejas, como el trasplante de pelo o algunas lociones de uso tópico, es que los resultados son inmediatos y se ajustan a las expectativas estéticas del paciente, ya que se hace un estudio previo de la forma y tipo de ceja que se ha de crear. Todo esto hace que disminuya el riesgo de resultados no deseados.
¿Cómo se realiza el microblading?
Antes de empezar la micropigmentación, el especialista hará un estudio de tu rostro, tomará medidas y realizará un diseño de las cejas para darle el aspecto deseado. Sobre esa plantilla hará la micropigmentación final. Además, días antes del tratamiento realizará una prueba de alergia para comprobar que no existen reacciones a los pigmentos que se van a utilizar.
El microblading se lleva a cabo con una pequeña pluma de metal similar a un bisturí que contiene agujas con una o varias puntas; las agujas de una punta se emplean para formar la ceja pelo a pelo, mientras que las agujas de hasta cinco puntas se emplean para tatuar varios pelos a la vez e ir redensificando la ceja. El especialista irá trazando pelos de diferentes tamaños y en distintas direcciones hasta conseguir el efecto adecuado.
Este proceso, que dura entre una y dos horas, se realiza bajo anestesia local tópica, por lo que no sentirás ninguna molestia.
Cuidados después del microblading
Durante las primeras semanas tras el microblading es recomendable cuidar la zona para favorecer la cicatrización. En las dos primeras semanas después del tratamiento se debe evitar el ejercicio físico intenso, las piscinas y saunas, y la exposición al sol durante al menos un mes. Además, durante los primeros días habrá que desinfectar la zona tratada tal y como lo indique el especialista.
¿Cuándo está contraindicado el microblading?
El microblading no está recomendado en personas con alergia a los tintes y los micropigmentos que se usan. Aunque los casos de alergia son poco frecuentes, es muy importante asegurarse de que no habrá reacciones adversas realizando una prueba de alergia previa al tratamiento. Tampoco es recomendable hacer el microblading si se tiene alguna enfermedad dermatológica. Lo mejor es tratarla antes y una vez curada hacer el microblading.
Adaptación de la entrevista a la Dra. Cristina Villegas